"No hay soluciones mágicas": así afronta este ecologista su candidatura para presidir el COI
De los siete candidatos que optan a ser el próximo presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Johan Eliasch es un elemento algo atípico.
El multimillonario sexagenerio entró en la carrera para sustituir a Thomas Bach el año pasado por sorpresa, poco después de convertirse en miembro del COI, requisito indispensable para el cargo.
En su intento por imponerse en marzo a Sebastian Coe, presidente de la Federación Mundial de Atletismo, entre otros aspirantes, Eliasch está sacando el máximo partido a su experiencia empresarial y a su trayectoria en cuestiones climáticas. "Para los Juegos Olímpicos es un tema importante y corresponde a la humanidad abordarlo. Somos mucho más grandes que el deporte", explica Eliasch a 'Euronews Green'.
El próximo presidente del COI será elegido por votación secreta en Grecia. El ganador será la cara visible de la organización internacional durante al menos los próximos ocho años.
¿Quién es Johan Eliasch?
Eliasch, antiguo director general de la empresa de material deportivo Head, ha utilizado su riqueza y sus conocimientos financieros para luchar contra la deforestación en los últimos 20 años. En 2005 compró una extensión de 1.600 kilómetros cuadrados de selva amazónica y al año siguiente cofundó la organización benéfica Cool Earth, que transfiere dinero en efectivo a las comunidades de la selva para ayudarlas a oponer resistencia frente a las empresas madereras.
"Proteger la biodiversidad es algo que llevo en el corazón", afirma Eliasch. A pesar de ser un gran donante conservador en el Reino Unido, en 2007 abandonó este partido para trabajar como asesor del gobierno laborista de Gordon Brown. El candidato a liderar el COI se encargó de llevar a cabo una revisión de la deforestación y las energías limpias en Reino Unido. Eliasch también presidió el grupo asesor sobre tecnología e innovación en el marco de la Revisión Net Zero del Reino Unido en 2021.
Pero, ¿es esta impresionante faceta ecológica de su currículum la que le convierte en el claro favorito de los ciudadanos preocupados por el medio ambiente? ¿En qué consiste exactamente su ecologismo?
Los planes climáticos de Eliasch para los Juegos Olímpicos
"No hay solución mágica que lo arregle todo, sino muchas pequeñas acciones", dice Eliasch sobre la acción climática.
Una de sus propuestas más llamativas es crear una "ciudad bosque" en la que se conserve una porción de selva tropical del mismo tamaño que la ciudad olímpica anfitriona. Esta iniciativa se basa en el Bosque Olímpico del COI, que restaura paisajes degradados en la región africana del Sahel como parte de la iniciativa de la Gran Muralla Verde.
En cuanto a las emisiones directas, Eliasch explica a 'Euronews' que no dejará piedra sin remover para que los Juegos sean lo más sostenibles posible. Por ejemplo, animando a los organizadores locales a reajustar los semáforos y sus horarios de trenes y vuelos. La inteligencia artificial podría aplicarse a la red eléctrica para hacerla más eficiente, sugiere el candidato.
Los Juegos de París del año pasado consiguieron reducir a la mitad las emisiones de carbono en comparación con la media de Londres 2012 y Río 2016, gracias a una estrategia integral planificada con años de antelación. Algunos de sus esfuerzos resultaron polémicos, como el diseño de la Villa Olímpica con camas de cartón y sin aparatos de aire acondicionado. Eliasch dice que buscará "ahorrar huella de carbono en otras áreas, en lugar de incomodar a los atletas".
Este equilibrio entre sostenibilidad y comodidad es una de las claves de su programa. Eliasch imagina unos futuros Juegos Olímpicos de Verano en África, India y Oriente Próximo, tres regiones que aparecen en la imagen de portada de su manifiesto. "Lo hice para demostrar que todo es posible, que tenemos que abordarlo con una mentalidad abierta", afirma.
Pero el aumento de las temperaturas ya ha puesto en peligro la salud de atletas y espectadores en Francia. Los Ángeles, sede de los próximos Juegos en 2028, se está recuperando de unos devastadores incendios forestales que apenas dejaron a salvo sus instalaciones olímpicas. Así pues, existen grandes interrogantes sobre la seguridad de los Juegos Olímpicos en regiones más calurosas.
Además, parte del éxito de París respecto a la reducción de las emisiones de carbono se debió a la utilización de las infraestructuras existentes. Es probable que las emisiones de la construcción en países en desarrollo sean considerables.
"Para mí, la acción climática no es política"
Una pregunta sobrevuela al COI: ¿hasta qué punto puede impulsar la acción climática una organización ferozmente comprometida con el principio de neutralidad política? "En el contexto de la acción climática, creo que aquí estamos en los límites de lo que es político y no político", afirma Eliasch. "La pregunta es: ¿es esto político? Para mí, la acción climática no lo es". Sus servicios a distintos gobiernos del Reino Unido dan fe de esa creencia, y le han enseñado la importancia de que las medidas se basen en la ciencia y no en la opinión pública.
El COI tiene estatus de observador en la cumbre anual de la ONU sobre el clima, pero a Eliasch le gustaría que su participación aumentase para aprovechar al máximo su influencia mundial.
Una visión del cambio climático desde el frío polar
Eliasch viene del lado "invernal" de los Juegos Olímpicos, y ha visto de primera mano cómo las estaciones situadas en cotas más bajas se están volviendo demasiado cálidas incluso para la nieve falsa. Es partidario, dice, de un sistema de rotación en el que un número determinado de lugares se turnen para albergar los Juegos.
Aficionado al esquí desde los dos años, el presidente de la FIS ha sido testigo de la desaparición de la nieve en Estocolmo. "Ver eso tuvo un profundo impacto en mi forma de pensar. Es lo que ves si sobrevuelas el Amazonas y miras hacia abajo, con todos esos huecos, y lo lo mismo en África".
Eliasch, que en entrevistas anteriores se ha negado a responder si posee un jet privado, pasa a hablar de cuestiones demográficas. "El planeta no fue diseñado para que 8.500 millones de personas vivieran como nosotros, lo que plantea problemas de alimentación, agua, energía, clima, meteorología y seguridad".
A la pregunta de si el consumo excesivo de una pequeña parte de la población es el mayor problema, Eliasch responde que "todo el mundo tiene la responsabilidad de minimizar su huella de carbono y tomar medidas. Y cuantos más recursos tengas a tu disposición, más puedes hacer. Y yo siempre me aseguro de hacer todo lo que puedo en esta materia".
Algunas de las soluciones tecnológicas que sugiere -como que los espectadores viajen a los Juegos en vuelos que utilicen combustibles de aviación sostenibles y paneles solares en el espacio- también levantarán ampollas. Eliasch está acostumbrado a las críticas. "Como presidente de la FIS me expongo todos los días. Estoy acostumbrado, no tengo ningún problema", afirma.
A principios de este mes, fue noticia por sus vínculos con el príncipe Andrés de Reino Unido, acusado por abusos sexuales y por utilizar un nombre falso al registrar una empresa que ambos crearon en 2002. Convertirse en jefe del COI probablemente supondría un mayor escrutinio personal. Pero, dice Eliasch, "no es un concurso de popularidad. No debe serlo: no votamos a una mascota. Tenemos que votar a la persona adecuada, con experiencia y que pueda cumplir".
Eliasch cree que él es esa persona: "En una democracia sana siempre hay opiniones diferentes sobre cómo hacer las cosas", añade. "Siempre hay que dejar que ganen las mejores ideas".