Solá dijo que prestaría ayuda a Brasil por la pandemia, pero aclaró que aún no se resolvieron los problemas bilaterales

El canciller, Felipe Solá

En un gesto para aliviar la tensión con Brasil, el canciller Felipe Solá afirmó hoy que la Argentina está dispuesta a enviar ayuda sanitaria si el gobierno de Jair Bolsonaro lo solicita.

Brasil es el país de la región más afectado por la pandemia del coronavirus, con más de 32.500 muertes acumuladas. El número va en ascenso: en las últimas 24 horas hubo 1349 fallecidos.

"No nos han solicitado asistencia pero lo haríamos. El pueblo brasileño es hermano, hace 28 años que tenemos el Mercosur, podemos no estar de acuerdo con el manejo del gobierno [pero] es un enorme país. La colaboración es voluntad y eso lo tenemos", dijo Solá.

El funcionario conversó hoy sobre los escenarios para la política exterior argentina post coronavirus en el ciclo "Argentina Moving Forward - Pensemos juntos el futuro", coordinado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (Amcham). Estuvo acompañado por el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme.

Aunque el canciller admitió que todavía se mantienen los roces diplomáticos -"No hemos solucionado nuestros problemas [con Brasil] todavía", señaló- afirmó que no se puede romper el diálogo con el gobierno de Bolsonaro en los próximos meses, cuando las economías busquen recuperarse de las consecuencias de la pandemia.

En ese sentido, Solá remarcó que si bien el comercio bilateral con Brasil, primer socio de la Argentina, se deterioró mucho en los últimos años, eso no se debió a las diferencias ideológicas, sino que se debió al "decaimiento de ambas economías".

Un problema "severo" con Estados Unidos

Durante su exposición, el canciller afirmó que la Argentina tiene un "problema bilateral severo" con Estados Unidos por la confirmación de parte del gobierno de Donald Trump de los altos aranceles a la importación de biodiésel argentino.

Aunque afirmó que todos los equipos diplomáticos y legales del gobierno están trabajando para solucionar el roce, el ministro de Relaciones Exteriores lamentó que "la protección del 143%" que impuso Estados Unidos "sacó del mercado" a la Argentina.

"El Departamento de Comercio, que había dado señales claras de que teníamos razón por lo menos en la mitad de esa protección, sorpresivamente contraviniendo un dictamen del año pasado, dijo que se deben mantener los aranceles.

La exportación de biodiésel no es un tema menor para el Gobierno, ya que representó un ingreso de divisas de US$1200 millones hasta 2017, cuando se impusieron las restricciones.

A fines de mayo de este año, el Departamento de Comercio decidió mantener los aranceles en respuesta a las protestas de los productores norteamericanos, que afirman que el biodiésel ingresaba con dumping y subsidios.

La reestructuración de la deuda

El canciller dedicó la primera parte de su intervención a las negociaciones que la Argentina mantiene con sus acreedores para reestructurar la deuda externa y afirmó que uno de los caminos para pagar es acomodar las cuentas.

"Hay que ir hacia el superávit primario. Sin eso no se puede pagar la deuda. Sin superávit comercial tampoco", dijo. y agregó: "El endeudamiento y la fuga creó una deuda absolutamente insustentable. Eso nos marca que hay que ser serios en la renegociación y cuando uno se endeuda. No hay que pedir más de lo debido, tener las cuentas claras y hacer propuestas sustentables, que cualquier gobierno que nos siga pueda cumplir. Hay que darle una seriedad a largo plazo de una vez por todas".

En ese sentido, el ministro remarcó que el Gobierno buscará "mantener las mejores relaciones posibles con todo el mundo" y prometió "no enamorarse de errores propios del pasado".

El acuerdo con la Unión Europea

Solá también se refirió al acuerdo de asociación que firmó el Mercosur con la Unión Europea (UE) el año pasado. El canciller indicó que tuvo un cambio de opinión en los últimos meses respecto del futuro del acuerdo, pese a que en un principio el Gobierno había manifestado su voluntad de renegociarlo, lo que generó el rechazo de Europa.

"El acuerdo fue largamente negociado por el mundo diplomático pensando y poco consultado, casi nada, con el sector privado. Prácticamente con muy poco estudio de impacto. Pero fue firmado por el Presidente de la Nación [en ese entonces Mauricio Macri] y como tal aceptamos que está cerrado. Durante un tiempo se pensó que se podía revisar, pero se está revisando en lo jurídico; lo comercial está cerrado", dijo.

Solá dijo que luego de la revisión jurídica y traducción, el texto llegará al Parlamento y que en esa instancia se verá la determinación del Ejecutivo para avanzar. "Tenemos críticas al acuerdo, pero hay un elemento que nos hace dudar en nuestra propia posición: la velocidad del cambio tecnológico, la incertidumbre sobre le futuro, los cambios en los mercados. Tenemos miedo de pensar que si los demás cambian por qué la Argentina no puede cambiar y aumentar su competitividad. La Argentina va a tener que dar un paso hacia adelante. No pensaba así hace un año, tal vez porque no era canciller, admitió.