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Sofía Pachano ante el desafío de MasterChef Celebrity: "Alguna vez me fui llorando del canal"

"MasterChef es como ir al colegio, el televidente ve un resumen, aunque nosotros grabamos muchas horas. La cocción de los platos es en tiempo real, pero la devolución de los jurados es más extensa, nos dan tips, se toman mucho tiempo para aconsejarnos. En lo personal, como me encanta la cocina, estoy con los oídos abiertos para ver qué me puedo llevar de aprendizaje", reconoce a LA NACIONSofía Pachano, una de las participantes de la exitosa competencia televisiva. Apasionada por el mundo culinario, anoche logró una buena performance luego de un susto cuando una llamarada salió despedida hacia su cara.

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-¿Cómo nace esa vocación por la cocina?

-Es una pasión que tengo desde siempre. Cuando era muy chiquita, jugaba en la cocina a que hacía un programa, el microondas era la cámara. De más grande, le cocinaba a mis amigos y ya entrados los veintipico, cuando me fui de la casa de mis papás, aproveché un bache laboral para experimentar cocinando de todo. Es más, abrí un blog y esa pasión empezó a tomar un poco más de carácter, al punto tal que hice un piloto de programas de cocina que compró una compañía.

-¿Estudiaste?

-Sí. Hice muchos cursos técnicos y leí infinidad de libros. Me interesó siempre aprender los secretos. ¿Por qué la cebolla se corta de una manera y no de otra? Todo ese tipo de tips me encantan. Hoy en día tengo muchísimos amigos chef y soy muy buena comensal, disfruto pagar y que se me vaya el sueldo en comida porque valoro mucho lo que hacen, el tiempo y el esfuerzo que toma elaborar un plato. Mucho de lo que sé es porque soy una gran comensal a la que le encanta comer afuera. A Analía Franchín le sucede lo mismo.

-Con Analía tuviste un entredicho...

-Sí, ella pensó que no se podía ayudar, pero yo sabía que sí. Se sintió incómoda y saltó como leche hervida.

-¿Conversaron el tema?

-Sí, claro. Hubo mensajes y borrón y cuenta nueva. Si bien es una competencia, nadie está pisando cabezas, nos estamos divirtiendo. Obviamente, todos queremos llegar a la final porque hay un gran premio que queremos ganar. Pero somos de otro palo, nadie está desesperado.

-¿Con quién te llevás mejor?

-Con Leticia Siciliani, el Turco García y El Polaco me llevo muy bien. Claudia es como la madre del grupo.

-¿Cumple ese rol protector?

-Sí y Boy también. Es un grupo muy bueno. Nombré a estos compañeros porque con ellos compartí charlas fuera del set, pero todos son gente muy piola. De hecho, mi pelea con Analía no estuvo bueno verla. En el momento la pasé pésimo y cuando la vi me di cuenta que no tenía nada que ver con el programa.

-Para pelearse hay otros programas.

-Claro. Con el rating de MasterChef la gente está eligiendo que las peleas no sucedan, busca otra cosa.

-¿Con qué miembro del jurado te llevás mejor y a cuál le tenés más temor?

-La bajada que tenemos de la producción es que no nos tenemos que cruzar con el jurado, nos vemos al aire o, a lo sumo, un saludo en el pasillo. "Buenas tardes, jurado", y nada más. Para mí los tres son geniales.

-No me estás respondiendo.

-Los tres son capos. Con Damián Betular mi iría de fiesta. Me tomaría un trago con él porque me lo imagino muy divertido. Germán Martitegui, a pesar de su gran rigidez, tira una data que es muy interesante. Con el mantendría una gran charla sobre técnica, conoce mucho de la gastronomía de todo el país. Y con Donato de Santis me iría a Italia a conocer a su familia. De cada uno trato de escuchar cuál es su fuerte.

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En las próximas semanas, Germán Martitegui no estará en el aire debido al contagio de Covid-19, al igual que Vicky Xipolitakis, quienes deberán guardar reposo como lo viene haciendo El Polaco, otro de los participantes del ciclo contagiado en plena pandemia.

-Ayer dijiste que te iba mal en el amor, ¿fue una catarsis?

-Fue un chiste. Es un show y no hay que tomar todo tan literal. También, en las redes me mataron ayer porque no ayudé a Moldavsky, pero la realidad es que lo había ayudado un montón y solo salió al aire lo último que le dije, luego de 50 preguntas que me había hecho. Es un show y queda en edición lo más divertido.

-Volviendo al amor, ¿estás en pareja?

-No hablo de mi vida privada. ¡Me encanta esa frase! En realidad, no se qué responderte, prefiero no poner rótulos.

-¿Padecés estrés en la competencia?

-Realmente es muy difícil cocinar en una hora. Muchos no sabíamos en el nivel de estrés en el que nos íbamos a meter, pero me encanta. Como tengo muchos amigos cocineros, sé qué es la cocina, pero muchos compañeros no tenían idea de eso. Además, a la tercera semana no podés hacer una pechuga rellena, así que tenés que ir evolucionando. Esa es mi autoexigencia en el programa y, por eso, a veces, me doy la cabeza contra la pared.

-¿La cocina asiática es un rasgo de extravagancia tuyo?

-En las redes me bardean por eso, pero a mí me gusta mostrar otra cosa. Podría hacer una milanesa, pero ya está quien hace la milanesa, ya está quien hace la pasta. Busco un color diferente. Tiene que haber un poco de todo, tienen que estar las mollejas del Turco, los ñoquis de Claudia y lo mío.

-Alguna vez, ¿te fuiste llorando o angustiada de Telefe?

-Sí, por supuesto, alguna vez me fui llorando del canal. Casi todos nos hemos ido llorando del canal.

-¿Te han criticado por gesticular mucho?

-No, es mi forma de ser, reconozco que soy un meme.

-El programa lleva tres semanas en el aire, pero van por la sexta semana de grabación, guardar el secreto sobre la evolución de la competencia imagino que es todo un compromiso contractual.

-Más allá de eso, a mí no me gusta cuando se filtra información. Es como contar el final de un partido. Es un show muy agradable de ver, tiene suspenso, así que develar un dato no está bueno.

-¿Sentís en la calle la repercusión del éxito del ciclo?

-Sí, me pasa a mí y nos pasa a todos. En mi caso, tengo devoluciones en la calle, hay repercusión en las redes donde, incluso, hasta critican el programa, pero eso está buenísimo, lo importante es que se hable.

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-¿Te han agredido en las redes?

-Sí, pero yo les contesto. Les escribo a los haters y les preguntó por qué se toman el tiempo de generar esa violencia. Desde ya, todos tenemos gente que no nos bancamos, y lo ideal es estar lejos de esas personas, pero sin generarles un mal. Hay gente que desea que pierdas el trabajo.

-¿Te ha sucedido?

-Sí, no está bueno.

-¿Qué opinan tus padres sobre tus performances?

-Están sacados, son fans del programa. Cada vez que salgo de grabar, lo llamo para contarles. Si me voy mal, papá me alienta: "Popita sos maravillosa", me dice.