Bayrou logra dividir, al menos por ahora, a los socialistas de la coalición de izquierda
París, 16 ene (EFE).- El Gobierno francés del primer ministro François Bayrou consumó este jueves su objetivo de dividir, al menos por ahora, a la coalición de izquierdas, donde el Partido Socialista no apoyó la moción de censura presentada por la más radical La Francia Insumisa (LFI).
La moción registró 131 votos a favor, anunció tras el recuento la presidenta de la Asamblea Nacional, Yäel Braun-Pivet, lejos de la mayoría absoluta de 288 necesarios para hacer caer al Ejecutivo.
La ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen tampoco apoyó la moción, como sí había hecho en diciembre pasado para derribar al anterior Gobierno de Michel Barnier junto con los cuatro partidos de izquierda que forman el Nuevo Frente Popular (NFP) creado para las elecciones legislativas de junio y julio pasados.
Esta factura de la izquierda, que puede ser solo temporal en función de la marcha de las negociaciones para el presupuesto de este año y de las discusiones para una posible revisión de la impopular reforma de las pensiones de 2023, protagonizó la primera moción de censura que afrontaba Bayrou, llegado al cargo el 20 de diciembre, y cuyo Gobierno asumió tres días después.
Un primer análisis de los votos registrados apuntó a que ocho de los 66 diputados socialistas habrían rechazado la consigna de su partido y habrían votado a favor de la moción. En cambio, dos ecologistas y un comunista no la apoyaron.
El primer secretario del PS, Olivier Faure, justificó ante el pleno de la Asamblea Nacional la posición del partido en dos motivos, el primero las concesiones del Gobierno en los contactos de las últimas semanas, y que según él han beneficiado a los ciudadanos con medicas concretas en fiscalidad, educación o sanidad.
También porque el Gobierno ha aceptado reabrir la discusión sobre la muy impopular reforma de las pensiones de 2023, aunque no está garantizado que se vayan a aceptar cambios.
Y el segundo motivo fue su temor a que una nueva crisis de Gobierno podría traducirse en llevar al poder a a Le Pen, cuyo partido fue el más votado en las legislativas: "Hemos optado por no practicar la política de lo peor porque puede conducir a lo peor, al triunfo de la extrema derecha", afirmó Faure.
Aún así, el líder socialista dejó claro que "estamos en la oposición y ahí seguiremos", y advirtió a Bayrou que su partido podría apoyar otra moción de censura "en cualquier momento".
La postura socialista fue criticada por los principales líderes de La Francia Insumisa (LFI), el partido más a la izquierda de la Asamblea Nacional, que había presentado la moción, apoyada después por ecologistas y comunistas.
"El PS fractura el NFP. Pero capitula solo. Los otros tres grupos votan la censura. Continuamos la lucha", lanzó en X el fundador de LFI, Jean-Luc Mélenchon.
El primer ministro acusó a LFI de que con su moción apostaba por "el enfrentamiento" en lugar de buscar el diálogo "en la situación tan grave de nuestro país", tanto por la posición "extremadamente grave" de la economía y de las cuentas públicas como por el difícil panorama internacional.
Dado que la ultraderecha ya había avanzado que no apoyaría otro intento de derribar a un Gobierno apenas seis semanas de la caída del anterior, el resultado de la moción de hoy no ofrecía dudas, pero sí ofrecía la incógnita de la posición socialista.
(c) Agencia EFE