Los sirios aguardan el invierno en el noroeste con incertidumbre ante la falta de recursos

Mashhad Ruhin (Siria), 27 nov (EFE).- Los sirios aguardan el frío invierno con mucha incertidumbre un año más ante la falta de recursos y una condiciones extremadamente difíciles en los campos del noroeste de Siria, donde más de un millón de personas viven desplazados en el considerado bastión opositor del país tras huir por el conflicto que aún continúa.

Sentada en su tienda de campaña del campamento de Masshad Ruhin Bricks, Yuria Yilido, de 60 años, afirma a EPA, agencia participada por Efe, que actualmente viven entre "barro y polvo", a la espera de lo que ocurra en la época invernal, la cual ya ha sufrido desde hace tres años en esa zona situada en la provincia de Idlib y muy cerca de la frontera con Turquía.

Yilido dice que su familia de 10 miembros procedente de Marat al Numan "no tiene invernaderos" en los campos de los que poder subsistir además de "no tener dinero ahora" para poder comprar, algo que les hace vivir en un impás absoluto en estos campos y cerca de las ruinas dejadas por los bombardeos.

La mujer indica que, ante su situación, dependen únicamente de las ayudas que "son buenas" y "proceden de Turquía", país que respalda a la oposición siria y desde dónde salen los productos humanitarios que se proveen a las familias desplazadas en esta región del país, donde viven aproximadamente más de tres millones de personas.

Otra de las desplazadas, identificada como Sabah Ahmed al Arabi, de 51 años, afirma desde su tienda y rodeada de dos de sus cinco hijos que "sólo existe" la Media Luna Roja turca para proveerles "pan, carbón, ropa y cajas con alimentos".

Al Arabi, que lleva dos años en este campo, es también de Marat al Numan, una ciudad estratégica en Idlib que fue conquistada en enero de 2020 por el Ejército sirio en una gran ofensiva lanzada, con cobertura de Rusia, que obligó a miles de familias a dejar sus hogares para no volver.

Según un informe publicado ayer por la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) para Siria, en el noroeste del país árabe se estima que el 97 por ciento de la población, incluso los que tienen empleo, vive en la pobreza extrema.

"La falta de recursos hace que las personas recurran a mecanismos como la reducción del gasto en artículos esenciales", según la nota, una situación que se puede agravar además por el desplome de la lira turca de la última semana.

HACIA EL "PEOR" INVIERNO

La OCHA indicó el pasado octubre que los sirios se encuentran en "el peor momento desde que comenzó el conflicto en 2011" agotados por los "años de conflicto y pobreza" y apilados en "tiendas de campaña endebles, en valles que se inundan o en laderas rocosas expuestas al clima severo".

La agencia de la ONU y sus socios humanitarios, como la Media Luna Roja turca, "tienen planes" para proporcionar un refugio seguro y cálido para estos millones de desplazados, pero debido a "las grandes lagunas en la financiación, millones de personas se quedarán al margen" de estas ayudas.

(c) Agencia EFE