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Si puedes elegir, no vayas al médico por la tarde

Varios estudios demuestran que las mañanas son mejores para conseguir asistencia médica y evitar el cansancio acumulado de los médicos | imagen Pixabay
Varios estudios demuestran que las mañanas son mejores para conseguir asistencia médica y evitar el cansancio acumulado de los médicos | imagen Pixabay

Son las cinco y media de la tarde, el doctor Ignacio acaba su turno de consulta y, haciendo un rápido repaso del día hace un cálculo sencillo: “hoy he atendido a unos cincuenta pacientes, es decir, aproximadamente un paciente cada diez minutos”. El doctor Ignacio es un nombre ficticio para preservar la identidad de nuestro entrevistado. “Hay días un poco más ligeros, y hay otros en los que el goteo es constante. Los médicos no somos máquinas, el cansancio se acumula y es físicamente imposible mantener la eficacia y la atención durante horas y horas”.

Esta semana, el New York Times ha publicado un artículo titulado “No visites a tu médico por la tarde” en el que un doctor analiza diferentes estudios científicos que confirman algo que, aunque evidente, no deja de ser interesante: los profesionales de la salud son más proclives a cometer errores conforme pasan las horas.

El artículo hace referencia a un estudio publicado hace tan solo unos días en el prestigioso Journal of the American Medical Association (JAMA) en el que se confirma que los médicos tienden a solicitar menos análisis para detección de cáncer de mama y de colón en los pacientes que llegan al final de la tarde. Durante las primeras horas de la mañana, los doctores son más proclives a solicitar este tipo de análisis, pero conforme el turno va pasando el cansancio y la fatiga por la toma de decisiones, hacen que las solicitudes disminuyan hasta un 15%. El estudio publicado se ha realizado para mejorar la asistencia primaria, englobando a casi 20.000 pacientes elegibles para la detección de cáncer de mama y más de 30.000 pacientes susceptibles de pruebas de detección de cáncer colorrectal. Las conclusiones son claras: tanto el ordenamiento clínico como la solicitud de las pruebas de detección disminuyeron a medida que avanzaba las horas.

La prescripción de antibióticos innecesarios o no indicados aumenta conforme pasan las horas de consulta | Jeffrey A. Linder, et al
La prescripción de antibióticos innecesarios o no indicados aumenta conforme pasan las horas de consulta | Jeffrey A. Linder, et al

Hace unos años, en 2014, otro estudio descubrió que los médicos recetan menos antibióticos innecesarios a los pacientes durante las primeras horas de la mañana. Conforme pasa el turno y las horas, las recetas innecesarias aumentaban hasta llegar a resultados sorprendentes: Un mismo médico, atendiendo al mismo paciente, tenía un 26% más de probabilidad de recetar antibióticos innecesarios por la tarde que por la mañana.

En este caso, nos explica el doctor Ignacio la razón no solo es la fatiga del médico, sino en la insistencia de los propios pacientes: “Muchos pacientes llegan a consulta pidiendo un determinado medicamento. Intentas explicarles que no es necesario, intentas convencerles de que ese determinado antibiótico que él quiere no le va a suponer ninguna diferencia… es lógico que cuando, con el paso de las horas y de docenas de pacientes, tu capacidad de discutir y discutir vaya disminuyendo, y al final del turno es más fácil ceder a las exigencias del paciente”. “La carga asistencial es enorme”, explica Ignacio, “al igual que una persona haciendo ejercicio durante mucho tiempo termina cansado, nuestra atención y concentración también se resiente. Nuestro cerebro, nuestra capacidad de prescripción y por supuesto nuestros aciertos o fallos se ven influenciados por todas las horas que pasamos en consulta, igual que se cansan los músculos de alguien realizando tareas físicas”.

Ese mismo efecto del cansancio acumulado, en el que los médicos terminan recurriendo a la decisión más sencilla al final del día, explica otros estudios que han descubierto menores tasas de vacunación por la tarde (resultado del mismo patrón de tener que explicar una y otra vez su conveniencia a los pacientes) o de mayor prescripción de opioides para el dolor de espalda (también explicable por la insistencia del paciente y la disminución de la capacidad de resistencia del médico conforme pasan las horas).

De hecho, el doctor Ignacio amplía el titular del New York Times explicando que, como en todos los trabajos, hay días mejores y días peores. “Los lunes, por ejemplo, después del fin de semana, suele aumentar el número de pacientes y por tanto, suelen ser más duros. Otra fecha mala es cuando vuelves de vacaciones, muchos pacientes te están esperando y el primer día, cuando te reincorporas, la consulta está a rebosar. ¿Sabes cuándo es un buen día? Cuando hay fútbol o algo importante por la tele, esas horas la consulta suele estar más tranquila y nosotros más descansados” –reconoce sonriendo–.

Referencias científicas y más información:

Dr Jeffrey A. Linder “Don’t Visit Your Doctor in the Afternoon” New York Times

Linder, Jeffrey A., et al. «Time of Day and the Decision to Prescribe Antibiotics». JAMA Internal Medicine, vol. 174, n.o 12, 2014, DOI:10.1001/jamainternmed.2014.5225.

Hsiang, Esther Y., et al. «Association of Primary Care Clinic Appointment Time With Clinician Ordering and Patient Completion of Breast and Colorectal Cancer Screening». JAMA Network Open, vol. 2, n.o 5, 2019, DOI:10.1001/jamanetworkopen.2019.3403.