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El show de las polémicas en Sarmiento - Barracas Central: ocho goles, cuatro penales, un expulsado y... Daniel Passarella con la Copa del Mundo en Junín

Licha López, uno de los abanderados de las protestas de Sarmiento para el árbitro Pablo Dóvalo en el polémico partido ante Barracas Central
Licha López, uno de los abanderados de las protestas de Sarmiento para el árbitro Pablo Dóvalo en el polémico partido ante Barracas Central

El estadio Eva Perón, de Junín, fue escenario de un partido entre Sarmiento y Barracas Central que tuvo de todo. Dos delanteros que convirtieron por triplicado, ocho goles, cuatro penales, un expulsado, un polémico arbitraje de Pablo Dóvalo y Daniel Alberto Passarella con la Copa del Mundo. Además, el VAR, con Fernando Espinoza a la cabeza, le anuló otro gol a los locales y no vio un clarísimo penal por mano de Francisco Álvarez. El Guapo, que ganó por 5-3, anotó cinco tantos en un mismo partido de la máxima categoría del fútbol argentino por primera vez en su historia.

La tarde empezó con el Káiser y una réplica de la Copa del Mundo, a pura emoción. Sobre todo, después de que el año pasado surgieran versiones acerca sobre la salud del capitán de la selección en el Mundial de 1978. Sarmiento pareció contagiarse de esa ceremonia y al minuto de juego ya estaba perdiendo tras una volea de Bruno Sepúlveda, quien tendría una actuación inolvidable y sería el MVP del encuentro. El Verde tardó en despertarse y, cuando lo hizo, ya estaba 2-0 abajo.

Fue tras la primera decisión polémica de Dóvalo, que vio una infracción sobre Sepúlveda en el área. El delantero de Barracas también había hecho lo suyo para fabricar la falta. Iván Tapia, el hijo futbolista de Claudio, el presidente de la AFA, puso el segundo gol visitante.

Sarmiento llegó al descuento antes del entretiempo, y con un penal que ejecutó su número 9, Luciano Gondou. Ese gol de distancia entre ambos equipos sería un espejismo. Porque Sarmiento volvió a salir dormido a la cancha. Juan Manuel Insaurralde le puso un brazo encima a Sepúlveda y Dóvalo, otra vez, vio penal. El propio delantero visitante convirtió su segundo gol de la tarde y le devolvió la ventaja de dos goles a su equipo. Pero Gondou no estaba dispuesto a rendirse, y tras una gran jugada colectiva anotó de cabeza. El partido, a esa altura, era partidazo. Y estaba 3-2 a favor de Barracas.

Sin embargo, el Guapo encontró en otro error de Dóvalo un nuevo gol. Tras una jugada que comenzó con una inexistente falta a Sepúlveda, Facundo Mater habilitó de cabeza a Francisco Álvarez y el ex defensor de Patronato, que recién había ingresado, hizo el 4-2 con un cabezazo esquinado. “Dale, Pablo. Foul acá, gol”, protestó Israel Damonte, visiblemente enojado con las decisiones arbitrales. Más tarde, el entrenador local se iría expulsado.

Lo que siguió fue un penal grande como el estadio: en un centro cruzado, el propio Álvarez pasaría de héroe a villano. Quiso rechazar y cometió una falta que vieron todos... salvo Dóvalo. Y su ayudante tecnológico, Espinoza. Los jugadores locales, ya fastidiados, se le fueron al humo. No hubo caso. Por más evidente que haya sido el contacto, el árbitro no lo consideró penal. Y el partido continuó.

Gondou volvió a convertir en una jugada que terminó con una definición sucia y el marcador pasó a estar 4-3. Pero duró un par de minutos. Porque ahora sí Espinoza llamó a Dóvalo...para anular la conquista local. El asistente tecnológico consideró que el delantero local se valió de un rebote del balón en su mano para convertir, algo que está prohibido por el reglamento. El problema es que después de dar en Gondou, la pelota dio en la mano de un defensor visitante. Y recién ahí puede convertir el futbolista local. La “inmediatez” para la ventaja de la que habla el reglamento no se cumplió en este caso. Pero el gol no contó.

Lo mejor de Sarmiento 3 vs. Barracas Central 5

Sí se convalidó, en cambio, la tercera conquista de Gondou. Fue tras el cuarto penal de la tarde, luego de una evidente (esta vez sí para Dóvalo) mano de Juan Ignacio Díaz. El partidazo ya estaba 4-3 en favor del Guapo y podía seguir pasando de todo. A Sarmiento la alegría le duró casi nada. Porque en la jugada siguiente Insaurralde, que estaba amonestado, tumbó a Sepúlveda, a esa altura una pesadilla. Y el defensor local se fue expulsado.

Entonces, Barracas vio su gran oportunidad de terminar de definir el encuentro. Atacó otra vez y se aprovechó de las ventajas que daba su rival. Sepúlveda, tras una habilitación de Mater, convirtió el quinto gol de su equipo y el tercero de su cosecha personal. Ya estaba en la cancha Ricardo Centurión, el refuerzo estrella del equipo dirigido por Rodolfo De Paoli. Barracas se dedicó entonces a defenderse con la pelota. Sarmiento, a atacar como pudo. El partido terminó con el 5-3 en el marcador y silbidos para Dóvalo. Pocos se acordaban de cómo había empezado la tarde, con Passarella y la Copa del Mundo.

Passarella con la Copa del Mundo