Así fue el show que Miranda! dio por streaming desde el Movistar Arena

"Estamos tocando para vos", dice Ale Sergi, una de las dos mitades de Miranda!, apenas terminado "Mentía", el tema que eligieron para abrir su show por streaming transmitido desde el Movistar Arena. Y lo que en la vieja normalidad hubiera sonado a tautología, en este contexto de recitales virtuales sin público presencial suena a grito al más allá. A mensaje que busca generar proximidad. Que la distancia se acorte y el vivo se haga carne, aunque haya una pantalla mediante.

Entregarse al verosímil. De eso parecen tratarse las nuevas formas de vincularse a las que obliga la cuarentena. Reuniones de trabajo, cumpleaños por videollamada, sexting, recitales. Por un lado, hacer todo para que la distancia no se sienta; por el otro, aprovechar la tecnología para incorporar novedades. Así fue que Ale Sergi y Juliana Gattas colaron la proyección del videoclip de su último single ("Luna de papel"), interactuaron por Instagram Live desde una transmisión a la que solo tenían acceso quienes había pagado su ticket y definieron el bis ("Romix) a través de la votación del público.

Pero estas variantes no fueron más que accesorias a un show que se sostuvo por eso que finalmente importa: las canciones. En una hora de recital, Miranda! descargó su arsenal de melodías cantables y beats bailables, esa fórmula a priori tan simple, pero en la práctica tan inusual que el dúo refinó como pocos en la escena rock/pop local. "Fantasmas" con el saxo ochentoso, la oda al sexo oral en clave electro-funk que es "743" y "Perfecta" como balada pop de cadencia reggae, que tuvo a Sergi y Gattas cantando en la platea, dominaron la primera parte.

Ambos de color rosa, al igual que las visuales detrás de la banda, se permitieron sus típicos pasos de comedia que los conforma como entretenedores en cada segundo y centímetro de show. "Duran Duran", dedicada a la memoria de Damián Marivaldi, fue el momento introspectivo del show, que retomó su pulso bailable enseguida con "Prisionero", un tema que remite al euro disco de "I Feel Love" en la base y en el fraseo al melodrama de las canciones para telenovelas acuñadas por el Paz Martínez.

"Yo te diré" y "Don" (con la célebre línea "Es la guitarra de Lolo" ahora bien robotizada) fueron paradas obligadas en la recta final, que tuvo a Gattas y Sergi cantando entre papel picado. Para el cierre definitivo, "Romix", el bis elegido por el público, tal vez influenciado por los comentarios, siempre en tono humorístico, de Gattas, que manifestó su preferencia por sobre "Bailarina", la otra opción. Así fue que Miranda! cerró su show, que también hizo las veces de apertura del ciclo "Se siente en casa", que se desarrollará durante septiembre y octubre con recitales de artistas como Axel, Soledad, Dante Spinetta y David Lebón, entre otros. En cada recital, el público podrá realizar donaciones a la Cruz Roja.

Apenas irrumpió en la escena, Miranda! fue confinado a un aislamiento social por buena parte de la escena, que los veía demasiado pop, demasiado femeninos, demasiado glam para la heteronormatividad del rock argentino. Así y todo, sus canciones alcanzaron la alta rotación y se convirtieron en un refugio festivo en plena crisis de 2001. Hoy la crisis es otra (sanitaria) y Miranda! goza de una aceptación casi unánime. Y entonces, quiénes mejores que ellos para jugar a imaginar que sí, que ese Dios bailarín que soñó Nietzsche existió al menos durante una hora, y se tiró unos pasos mientras se debatía entre el Apocalipsis y un nuevo Génesis. Porque el demonio, en palabras del filósofo, es "serio y grave, profundo y solemne". Y Miranda! es todo lo contrario: es amor. En el contexto que sea.