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‘Sex, Love & Goop’: contra mi buen juicio, disfruté del nuevo programa de Netflix de Gwyneth Paltrow

 (Netflix)
(Netflix)

"Tienes permiso total para tener una erección". Llevamos menos de sesenta segundos en Sex, Love & Goop, y vemos a la pareja formada por Damon y Erika mientras tratan de descubrir sus “planos sexuales” individuales para la audiencia de Netflix de doscientos millones. La voz en off de Gwyneth Paltrow los describe como “voluntarios en extremo valientes”, lo que en este momento se siente como un eufemismo.

Después de dieciocho meses de una pandemia, somos catapultados a toda velocidad de regreso al mundo Goop plagado de avisos legales de Gwyneth. Pero la proveedora de velas vaginales para la élite de Hollywood no se contenta con poner sus manos en tu bienestar, ahora también quiere estar en tu habitación.

El emporio Goop, el negocio criticado de manera frecuente, pero muy lucrativo, valorado en US$262 milones (£190 millones) según The New York Times, fundado por Gwyneth-consciente-desacoplada-Paltrow como un boletín para sus amigos hace trece años, regresa para su segunda serie de televisión. Después de The Goop Lab en enero de 2020, Sex, Love & Goop, tiene más de seis episodios de entre treinta y cuarenta minutos cada uno.

Un aviso legal propio: estoy cien por ciento lista para odiar este programa. Soy cínica sobre el imperio Goop, una marca que ha sido reportada tanto a la Autoridad Nacional de Normas Comerciales como a la Autoridad de Normas Publicitarias en el Reino Unido. Tuvo que pagar un acuerdo de US$151 mil (£110 mil) por los huevos vaginales de jade y los huevos de cuarzo rosa en EE.UU.; y ha obligado a múltiples intervenciones de los líderes del NHS ( Servicio Nacional de Salud del Reino Unido).

En 2020, Sir Simon Stevens, director ejecutivo del NHS de Inglaterra, dijo: “La marca de Gwyneth Paltrow vende 'repelente de vampiros psíquicos'; dice que ‘el protector solar químico es una mala idea’; y promueve la irrigación del colon y las máquinas de enemas de café caseras, a pesar de que conllevan riesgos considerables para la salud”. En este punto, de verdad no parece que esta mujer deba tener influencia en nuestros orgasmos.

A diferencia del programa anterior de Goop, en el que los miembros del propio equipo de Paltrow probaron todo, desde la terapia de frío hasta la curación con hongos, esta vez, se presume que después de algunas reuniones incómodas donde el personal dijo que ya era suficiente, conocemos a cinco parejas de distintas edades y sexualidades, unificadas sobre todo por su voluntad de ser sinceros sobre su vida sexual.

El concepto es sencillo; a las parejas se les asigna con diversos terapeutas sexuales, algunos con títulos de trabajo un poco más convincentes que otros (¿sexólogo somático, alguien?), quienes abordarán los obstáculos que enfrentan entre las sábanas. Antes de que todos se reúnan en una mesa redonda con Paltrow para dispensar un poco de su propia sabiduría de relaciones sabias. Espero algo como Sex Box de Channel 4 con la estética de terciopelo aplastado de The Wing.

Pero, a pesar de estar en la tierra del jugo verde y el bienestar de la nueva era, los problemas sobre la mesa son suburbanos de una forma tranquilizadora. Damon y Erika tienen dificultades con la compatibilidad sexual y creen que ella es más conservadora en lo sexual. Rama y Felicitas son padres que han desarrollado un complejo de compañeros de cuarto. Mike y Joie lidian con el envejecimiento y la libido desigual. Y Camille y Shandra luchan con la imagen corporal y la sombra de la homofobia.

No solo se puedes relacionarte los problemas, sino que las parejas se vuelven muy vulnerables y no puedes evitar sentirte compasivo. Las partes más tóxicas de la cultura Goop, en la encrucijada de los artículos de lujo y la salud personal, puede sentirse como excluyente y elitista. Se trata de usar el capitalismo para el cuidado personal extremo. Pero Sex, Love & Goop se siente más como una sesión de terapia gratuita.

Seguro que la ubicación del producto está ahí: tenemos el látigo trenzado (US$371 en Goop), la venda de encaje para los ojos (US$313) y un juguete sexual con garra de Wolverine, que hace apariciones semifrecuentes, pero también hay mucha información y educación que está ahí para que la tomen los espectadores. La coach de intimidad Amina Peterson explica que las mujeres que emulan la respiración pesada al estilo de la pornografía pueden hacer que nuestros cuerpos se sientan angustiados y tensos, y Jaiya se pone manos a la obra con un títere de fieltro en forma de vulva.

Gran parte de lo que se explora se reduce a la capacidad de comunicar de forma honesta nuestros sentimientos más íntimos con aquellos a quienes amamos. Ver a Felicitas expresarle a su esposo Rama que él se ha convertido en un tercer hijo del que debe cuidar, lo cual disminuye todo el apetito sexual y los acerca al divorcio, es algo con lo que muchos espectadores asentirán con la cabeza.

Hay muchos otros momentos en los que tendrás que alcanzar los pañuelos. Como cuando Damon llora en la camilla de masajes, un momento en el que se da cuenta de que su sexualidad, de la que estaba tan seguro al comienzo del programa, podría no ser suya, sino la adopción de una construcción social hetero-cis-masculina. Cuando Shandra divulga que su madre, una devota testigo de Jehová, se ha negado a asistir a la próxima boda con su prometido Camille. O cuando Erika se da cuenta de que a menudo se prepara para el sexo como para una prueba de frotis.

El programa también se inclina hacia el campo muy relacionado de la imagen corporal y el amor propio. Dar a las parejas, y por intermedio de los espectadores, algunas técnicas para sentirse más en casa dentro de los cuerpos de los que a menudo no pueden evitar sentirse decepcionados cuando se miran al espejo. Ella misma, al abrir el telón, admite: "Me esfuerzo mucho para no envejecer y no decepcionarme con mi apariencia y todavía estoy decepcionada con mi apariencia".

Por supuesto, hay algunas partes que se vuelven demasiado pegajosas para mí. En el episodio cinco vemos a la pareja Dash y Sera emparejarse con la facilitadora de constelaciones familiares Katarina Wittich en algo que solo puede describirse como una clase de improvisación que se encuentra con un trauma generacional. Y la aparente insistencia de Paltrow en tener sus zapatos sobre el sofá color crema fue, la verdad, angustiosa.

Pero, en general, Sex, Love & Goop, parece una desviación de lo que ha venido antes. En una cultura de la vergüenza sexual que todavía se nutre de la desinformación, o de la falta de información, complementada con pornografía y autoaprendizaje. Las conversaciones honestas que facilita son de verdad fascinantes. O tal vez sea solo un testimonio de lo inadecuada que es nuestra educación sexual cuando Goop llena el vacío.

Sex, Love & Goop ya está en Netflix

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