Servil, la política migratoria de México: Muñoz Ledo
Luis Carlos Rodríguez
CIUDAD DE MÉXICO, mayo 6 (EL UNIVERSAL).- El politólogo y diplomático, Porfirio Muñoz Ledo denunció que en lo que va de este sexenio se instrumentó una política de Estado por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para frenar los flujos migratorios, utilizando a la Guardia Nacional para golpear y detener a los extranjeros, así como utilizar las estaciones del INM como cárceles con jaulas similares a los campos de concentración.
En entrevista con EL UNIVERSAL, expuso que todo el sexenio el gobierno de la Cuarta Transformación se ha dedicado con esta política "a masticar carne de migrantes centroamericanos, mexicanos y de otros países para entregarlos a la opinión pública de Estados Unidos, violentando nuestra Constitución y la Convención de Marrakech en materia de una migración ordenada, segura y regular".
Se refirió la tragedia en la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, donde fallecieron 39 migrantes en un incendio, y dijo que ello es consecuencia de esta política de Estado que es contraria a los derechos humanos y al artículo 11 de la Constitución, que permite el tránsito libre de los migrantes.
"Es muy grave la decisión del gobierno mexicano. Hay un doble discurso por parte del presidente López Obrador que habla de una política migratoria humanista y por el otro lado usa a la Guardia Nacional, al Ejército, encierra en estaciones con jaulas similares a un campo de concentración a los migrantes y ni siquiera sanciona a funcionarios como Francisco Garduño, quien a pesar de los muertos en Juárez, lo trata como si le dieran un premio", sostuvo.
Comentó que Francisco Garduño, que al final y a pesar de la protección presidencial, puede ser sólo "el chivo expiatorio" de esta tragedia con casi 40 muertes en Juárez, donde los responsables fueron descubiertos in fraganti, pero lo importante es que está tragedia es parte de una política deliberada de acoso, detención y prisión de los migrantes.
"México tiene una política migratoria cada vez más cerrada, más servil de cerrar la frontera sur, para obedecer al gobierno de Estados Unidos, todo ello en contradicción a los más elementales derechos humanos".