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Lo último en el servicio de lujo que más buscan los ricos en México: las residencias con caballos

Lo último en México: casas de lujo con caballos
Lo último en México: casas de lujo con caballos

RIVIERA NAYARIT, México — Muchos desarrollos residenciales de lujo se construyen en torno a servicios glamurosos: un campo de golf impecable de 18 hoyos, un club de playa privado, hasta un restaurante exclusivo con estrellas Michelín dentro de las instalaciones. Anidada en la jungla costera del oeste mexicano llega otra oferta inmobiliaria de hiperlujo basada en un beneficio novedoso: un poni hembra llamada Karen.

Karen y 48 de sus compañeros equinos son la atracción principal de Mandarina, una apuesta turística residencial multimillonaria que está en construcción al borde de un peñasco con vistas al océano Pacífico en la Riviera Nayarit. Su promotor con sede en México pretende que los establos palaciegos, diseñados por un famoso arquitecto, erigidos en el corazón de la propiedad —donde las habilidades de dos profesionales del polo y su caballada de sementales atléticos están a disposición de todos los residentes— ayuden a este complejo turístico de lujo ubicado en medio de la selva a posicionarse en el mapa de las élites.

Lo último en México: casas de lujo con caballos
Lo último en México: casas de lujo con caballos

“Cuando hablamos del mercado de ultralujo, esta podría ser su quinta, sexta, séptima o décima residencia, y este tipo de detalles hacen la diferencia”, señaló Borja Escalada, director ejecutivo de la empresa que está desarrollando la propiedad, RLH Properties, que tiene la intención de que Karen, la poni, y sus amigos sean ese toque especial. “Esto crea algo nuevo. Puedes caminar por la orilla del mar o incluso practicar surf en las olas y luego regresar a las instalaciones de polo, y de pronto te encuentras en un lugar distinto”.

El complejo turístico de 257 hectáreas incluye un litoral que aún está relativamente prístino en comparación con su vecina Puerto Vallarta. Los trabajos de construcción iniciaron en 2018. La fase uno fue un hotel de hiperlujo operado por One&Only, una entidad hotelera internacional con alojamientos en destinos desde Ruanda hasta Malasia, y ya está finalizado: 105 bungalós individuales, increíblemente tallados y esculpidos entre nogales mayas y bromeliáceas. Cada uno incluye el servicio personalizado de un mayordomo y una suite puede costar desde 1300 hasta 31.000 dólares la noche. (La estrella del tenis María Sharápova festejó un cumpleaños reciente en la suite principal, su cuenta fue cortesía del hotel, según afirmó la gerencia).

Los caballos del Club Ecuestre y de Polo Mandarina en Riviera Nayarit, México, el 6 de mayo de 2023. (Adrian Wilson/The New York Times).
Los caballos del Club Ecuestre y de Polo Mandarina en Riviera Nayarit, México, el 6 de mayo de 2023. (Adrian Wilson/The New York Times).

Austeras a un grado monástico, las cabañas son el modelo para la fase dos, las Residencias Privadas One&Only Mandarina, cuya obra empezó hace poco. Las residencias, disponibles desde 5,3 millones de dólares y hasta cifras exorbitantes, también serán operadas por la franquicia hotelera, cuyos mayordomos estarán a la orden para ahuyentar a escorpiones rebeldes y prestar otros servicios menos exóticos, a petición del huésped o residente.

Ya se vendieron 23 de las 55 residencias disponibles, algunas ubicadas en lotes que prácticamente se fusionan con el paisaje marino. Estas villas se construirán sobre pilotes, un proceso complejo con el objetivo de causar la menor afectación posible al bosque; sus fachadas de cristal y piscinas infinitas están por encima, y no por debajo, de las copas de los árboles.

'Inmersión fluida'

Son obra del arquitecto Rick Joy, quien buscaba crear la misma inmersión fluida en la naturaleza que logró con otro proyecto hotelero, el celebrado complejo turístico Amangiri, que casi desaparece entre las rocas del cañón Canyon Point en Utah. Alrededor de las casitas semiarbóreas serpentean higuerotes, un tipo de enredadera parasitaria que se enrolla en los árboles; la estructura que esto forma es espectacular, aunque el árbol huésped sea consumido por el parásito.

Lo último en México: casas de lujo con caballos
Lo último en México: casas de lujo con caballos

De cierta forma, esos higuerotes reflejan el enfoque del proyecto, el cual se ha apoderado de un recurso natural, si bien con una estética sumamente agradable. Los coatíes, criaturas parecidas a los mapaches que son adorables a un nivel casi insoportable, se pasean con libertad como perros callejeros por la propiedad, son los que quedaron tras el desahucio de su hábitat. Las montañas de la Sierra Madre del Norte rodean el destino, que casi colinda con el hogar de jaguares del norte en peligro de extinción. La fase tres será un hotel Rosewood y residencias de marca propia de esa empresa, que estarán a la venta a finales de este año. Escalada dijo que las fases futuras implicarán la compra y expansión de más terrenos.

Quienes compren las residencias pueden elegir aditamentos como una sala de entretenimiento o un gimnasio con equipo Peloton, y entre una variedad de paquetes de decoración ascética, en los que incluso los libros de la mesa de centro son preseleccionados. “Todo, hasta el último caballito de tequila”, comentó hace poco en una visita guiada Catherine Martin, la directora de ventas residenciales, mientras sostenía una vasija de barro hecha por artesanos locales en la palma de su mano. Las propiedades adquiridas se pueden integrar a la “cartera” de espacios disponibles del hotel y generar ingresos de alquiler cuando los dueños no las usen.

'Compra compulsiva' con caballos

Caminando entre enredaderas y troncos de árbol, Martin se abrió paso hacia un terreno prioritario con vista al océano que había vendido recientemente por 17,5 millones de dólares. El futuro castillo de ocho habitaciones es propiedad de David Malm, un inversionista de Dover, Massachusetts, conocido por haber realizado lo que un encabezado de The Wall Street Journal describió como “una compra compulsiva de casi 100 millones de dólares” de propiedades en Nantucket y Martha’s Vineyard.

Malm comentó que no adquirió la propiedad porque le interesara jugar al polo. Los caballos le atrajeron como un “gancho” para el comprador futuro, aunque primero él disfrutará de su nueva residencia vacacional.

“Es un atractivo, un estilo de vida, al que la gente aspira”, explicó Malm. “Aunque no monten a caballo, quieren ser parte de ese club”.

Agregó: “No es como que voy a tomar clases de equitación, pero ¿quién sabe?”.

La empresa deja claro que no pretende solo atraer a jugadores de polo a sus residencias, aunque hay casillas en renta por si traes a tus caballos de vacaciones o a vivir. También hay otras amenidades, como el omakase de tacos del chef Enrique Olvera, cuyo restaurante en Ciudad de México se suele clasificar entre los mejores del mundo, un santuario de mariposas y mantis a cargo del biólogo de la casa, y un exuberante spa tropical con una cisterna de lodo para que te untes en todo el cuerpo.

La vista del Club Ecuestre y de Polo Mandarina, con el océano Pacífico a la izquierda, en la Riviera Nayarit, México, el 6 de mayo de 2023. (Adrian Wilson/The New York Times).
La vista del Club Ecuestre y de Polo Mandarina, con el océano Pacífico a la izquierda, en la Riviera Nayarit, México, el 6 de mayo de 2023. (Adrian Wilson/The New York Times).

Todo esto viene acompañado de la exagerada hospitalidad que distingue a la marca One&Only. Los miembros del personal se ponen la mano sobre el corazón cada vez que pasa un residente o huésped, y siempre se hacen a un lado para cederles el paso. Si se cae un sombrero durante la cena, alguien acudirá deprisa con un perchero en mano.

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Los fines de semana, en las caballerizas, también diseñadas por Joy, se celebran partidos de exhibición de polo en exclusiva para los residentes y huéspedes. Pueden ver cada tiempo, llamado “chukker”, mientras beben un Syrah marca Mandarina al lado de la cancha en un restaurante estilo argentino también llamado Chukker. Hay una biblioteca donde se prestan botas y cascos para montar, y jugadores profesionales que imparten lecciones. También hay un programa de cría en desarrollo: el potrillo primogénito del programa, llamado Mandarino, acaba de cumplir 2 años.

Sin embargo, en este momento, los caballos de polo no generan las ganancias suficientes para cubrir sus necesidades básicas, según la empresa. No han llegado grandes cantidades de huéspedes a jugar polo. Se han reclutado algunos ponis de polo para realizar labores más humildes como recorridos por la playa, una curva de aprendizaje complicada para caballos que suelen ser muy nerviosos. Los équidos asumieron sus nuevas funciones con valentía, relató Mejía, sobre todo considerando que su ruta desde el establo hasta el Club de Playa Canalan de la propiedad pasa por una laguna llena de cocodrilos de Morelet.

“No esperábamos que el polo generara rendimientos desde el primer día y todavía no lo esperamos”, confirmó Kappner Clark, directora de mercadotecnia de RLH. “Pero a este nivel del mercado, que es el ultralujo, las personas buscan experiencias únicas. Y el polo encaja en esa visión”.

c.2023 The New York Times Company

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