Encontrar una serpiente de cascabel en la alfombra de bienvenida de la casa es sin duda, una situación irónica.

Eso fue lo que le ocurrió esta semana a un residente del Condado Martin, en el norte de la Florida. En el video se puede ver que la serpiente estaba perfectamente lista para recibir al primero que se acercara a la puerta del frente de la casa. La vivienda está en la comunidad Summerfield, a unas 105 millas al norte de Miami.

Tres agentes del Departamento de Servicios de Animales del Condado Martin acudieron al lugar, y se pudo ver que manejaron la situación realmente intimidados. El reptil fue identificado como una serpiente de cascabel diamantina, una especie venenosa que, según los expertos, es “muy peligrosa para las personas y las mascotas”.

La serpiente no quería irse del porche y batalló mucho, puede verse en el video. La serpiente reculó y sacó los colmillos, se retorció para liberarse, y tumbó la cubeta donde buscaban meterla.

Dos de los agentes lucharon en el césped y pelearon con la serpiente hasta que lograron dominarla, después que trató de morderlos varias veces. Los tres agentes, identificados como Kim Guile, Tabitha Queen, y Amanda Heffron, se mantuvieron a salvo de la serpiente.

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“Nuestros agentes llevan varillas con pinzas. Fue algo difícil, pero nuestro Equipo de Servicios Animales manejaron muy bien la situación”, escribió la policía del Condado en Facebook. “Posteriormente, la criatura se soltó en un área menos poblada”.

Los detalles de cómo Patty Kothe, la dueña de la casa, descubrió la serpiente no se dieron a conocer, pero la estación WPBF reportó que una vecina la llamó y le dijo que había una serpiente en la puerta de su casa. “Y pensé, pues entonces no saldré nunca por la puerta”, le dijo Kothe a la estación.

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La serpiente de cascabel es una especie fuerte y puede crecer hasta los seis pies de largo, de acuerdo con el Museo de la Florida. Cualquier persona que resulte mordida por la serpiente “debe buscar de inmediato atención médica de un médico o en un hospital”, señala el museo.

Traducción de Jorge Posada