Ser futbolista profesional, un viacrucis para los cristianos coptos de Egipto

El Cairo, 12 dic (EFE).- Mina Bendary, un egipcio de 26 años, vio cómo sus sueños de convertirse en futbolista profesional se esfumaron solo por ser cristiano en Egipto, país de mayoría musulmana donde los coptos son sistemáticamente discriminados en las instituciones, pero también en las canchas.

En 2014, el joven pasó las pruebas para jugar como profesional en el equipo Al Ittihad, el más importante de Alejandría y uno de los principales de la primera división egipcia, pero fue rechazado porque su nombre, Mina, es exclusivamente cristiano.

“Me dijeron que para continuar como jugador tenía que cambiarme el nombre, de Mina William Bendary a otro musulmán. Por eso, decidí no volver al club y dejar el fútbol por completo”, asegura en una entrevista con EFE.

La historia de Mina es la de “muchos más”, lamenta, que ven con frustración cómo son obligados a renunciar a su identidad para hacerse hueco en el mundo del fútbol, un deporte en el que en Egipto solo han llegado a lo más alto una decena de cristianos en los últimos 50 años.

UNA ACADEMIA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN

Con el objetivo de dar oportunidades a otros cristianos que sueñan con ser futbolistas, Mina fundó en 2015 ‘Je Suis’, una humilde academia para integrar a jóvenes cristianos, musulmanes, niños y niñas, que tienen una pasión en común.

Su cometido es “ayudar a los cristianos a jugar al fútbol, especialmente a las familias que dejaron de mandar a sus hijos a las pruebas de los clubes para no sentirse rechazadas”, algo que, en su opinión, “podría afectar al amor que sienten por su país”.

A día de hoy, ‘Je Suis’ cuenta con alrededor de 250 niños y niñas, comprometidos con “cambiar las ideas que tiene la sociedad” y con la esperanza de que, algún día, la academia pueda convertirse en un club de primera división y romper con el imaginario colectivo de que los coptos no tienen talento para el fútbol.

SIN REPRESENTACIÓN COPTA

Entre el 10 y el 15 % de la población de Egipto es cristiana, pero su representación está lejos de ese nivel.

“La cifra de coptos se mantiene en alrededor del 2 % en casi todos los sectores, ya sea en el sistema judicial, en educación, puestos en el Gobierno, diplomáticos… Mires donde mires, los coptos representan el 2 %, pero en el fútbol la cifra es incluso más baja que eso”, dice a EFE la directora de Desarrollo y Promoción de la ONG Coptic Solidarity, Lindsay Rodríguez.

En la actualidad, la selección de fútbol egipcia no tiene un solo cristiano.

En los 18 clubes de la primera división, los cristianos representan menos del 1%: tan solo hay cinco entre los más de 670 futbolistas registrados, según corroboró EFE en base al origen de los nombres de los jugadores.

La Asociación de Fútbol Egipcia (EFA) asegura que no tiene datos al respecto.

Fuentes conocedoras de la situación rebajaron la cifra de jugadores a dos, y aseguraron a EFE en condición de anonimato que “es casi imposible” que un copto sea fichado por un club del país, que rechazan de entrada a cualquier futbolista no extranjero que no sea musulmán.

Coptic Solidarity ha investigado esta discriminación y ha registrado multitud de casos de egipcios rechazados por sus nombres y sus creencias, una criba “sistemática” para impedir que los no musulmanes representen a Egipto, según Rodríguez.

MUTISMO DE EGIPTO Y LA FIFA

Consultado por EFE, el portavoz de la Asociación de Fútbol Egipcia, Walid el Attar, insiste en que la federación no tiene cifras sobre el número de coptos en la primera división y asegura que “no hay ningún tipo de restricciones ni de discriminación entre los musulmanes y los cristianos en el fútbol egipcio”.

“No tener suficientes jugadores cristianos en la primera división no da indicaciones de nada”, asegura el vocero, que añade que no han recibido ninguna queja de la FIFA sobre el asunto.

El artículo 4 de los Estatutos de la FIFA establece que “está prohibida la discriminación de cualquier país, individuo o grupo de personas por cuestiones de raza, color de piel, origen étnico, nacional o social, género, discapacidad, lengua, religión”, entre otros.

El no cumplimiento de este artículo “será sancionable con suspensión o expulsión”.

La FIFA, por su parte, alegó “no estar en condiciones de concertar una entrevista” con EFE, pero aseguró en un breve email que ha mantenido “una serie de intercambios sobre este asunto con las partes pertinentes”.

Apuntó, además, que “continuará trabajando” con la EFA para “promover la inclusión y fomentar la igualdad de acceso al fútbol para todos”.

"La FIFA es muy consciente de la discriminación y echa la culpa a la EFA, pero la verdad es que si quisieran detener la discriminación, solo ellos tienen el poder de cambiar eso y se niegan a hacer nada al respecto", asegura la responsable de Coptic Solidarity, que ha mantenido varias reuniones con responsables de la organización.

SECRETO A VOCES

Pocas personalidades egipcias se han atrevido a abordar el tema por temor a represalias, como apunta Rodríguez. Uno de los últimos que lo hizo fue Ahmed Hossam, más conocido como “Mido”, exfutbolista egipcio musulmán que militó en el Celta de Vigo español, entre otros.

“Sinceramente, en Egipto hay mucha discriminación y, en mi opinión, tenemos que hacerle frente. ¿Acaso es lógico que en toda la historia del fútbol egipcio solo cinco cristianos llegaran a estar en la élite?”, se preguntó Mido durante una entrevista en una televisión local en 2018.

El exfutbolista planteó también una cuota de representación de entre el 10 y el 15 % para los cristianos en la liga egipcia, una demanda que fue desestimada. Desde entonces, Mido no se ha vuelto a pronunciar sobre el tema y declinó una entrevista con EFE.

Y es que a día de hoy, solo ha habido un único futbolista copto que llegó a la selección nacional: Hany Ramzy, en la década de los 90, una solitaria figura con la que Egipto argumenta que no hay discriminación.

(c) Agencia EFE