RESUMEN-Separatistas ucranianos rechazan acuerdo diplomático para desarme

Por Thomas Grove y Aleksandar Vasovic SLOVIANSK/DONETSK, Ucrania (Reuters) - Separatistas prorrusos armados dijeron el viernes que no se consideran obligados por un acuerdo internacional que les ordena desarmarse y que no dejaran los edificios gubernamentales que tomaron hasta que renuncie el Gobierno en Kiev. El acuerdo, alcanzado el jueves en Ginebra por Estados Unidos, Rusia, Ucrania y la Unión Europea, ofrece la mejor esperanza hasta ahora para desactivar un enfrentamiento en Ucrania que ha deteriorado las relaciones entre Occidente y Rusia a su peor nivel desde la Guerra Fría. El presidente en funciones de Ucrania y el primer ministro ofrecieron uno de sus más importantes compromisos hasta ahora para fortalecer los derechos constitucionales de la lengua rusa, para tratar de aplacar la protesta, pese a que Kiev dijo que continuarán los esfuerzos para erradicar a los separatistas. El acuerdo establece el desarme a todos los grupos ilegales, la desocupación de edificios públicos, calles y plazas y da un papel de supervisión a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Sin embargo, los separatistas mantienen su posición el este y los nacionalistas ucranianos en Kiev no dan señales de dejar sus campamentos, no militarizados, en la plaza Maidan. Cumplir el acuerdo será difícil sobre el terreno debido a la gran desconfianza entre los grupos prorrusos y el Gobierno de Kiev respaldado por Occidente, en una semana en la que la violencia ha dejado varios muertos. El hecho de que se alcanzara un acuerdo fue una sorpresa, y no está claro qué había ocurrido para persuadir al Kremlin, que hasta hace poco había mostrado pocas señales de compromiso, para unirse al llamamiento de desarme de las milicias. Rusia rechaza las acusaciones occidentales de que está orquestando las manifestaciones en el este de Ucrania. El presidente ruso Vladimir Putin sacrificó décadas de diplomacia tras la Guerra Fría el mes pasado al declarar que Rusia tenía el derecho a intervenir en países vecinos y anexionarse Crimea. La ocupación por parte de Moscú de la región del Mar Negro se produjo tras el derrocamiento del presidente ucraniano prorruso Viktor Yanukovich, después de meses de protestas por su rechazo a un acuerdo comercial con la Unión Europea. En Kiev, la gente del Maidan, el nombre local dado a la plaza de la Independencia que sirvió como centro de esas protestas, dijo que las barricadas no se quitarían hasta las elecciones del 25 de mayo. En Sloviansk, una ciudad que se ha convertido en el centro de la crisis después de que unos hombres con kalashnikovs tomaron el control el pasado fin de semana, los líderes prorrusos se reunían el viernes dentro de los edificios tomados para ver cómo responder al acuerdo de Ginebra. "No dejaremos el edificio no importa lo que digan las declaraciones, porque sabemos cuál es la situación real del país y no nos iremos hasta que nuestro comandante nos lo diga", dijo Anatoly, uno de los separatistas en el cuartel central de la policía. Pero un guardia prorruso, que se identificó como Alexei, reconoció que las negociaciones han cambiado la situación. "Resulta que Vova no nos quiere tanto como pensábamos", dijo Alexei, empleando un diminutivo para Vladimir Putin, el presidente ruso que muchos en la milicia separatista ven como su campeón y protector. SIN RENDICION El líder de los separatistas en Donetsk dijo que no consideraba que sus hombres estén obligados por los acuerdos. Denis Pushilin, jefe de la autoproclamada República Popular de Donetsk, dijo a periodistas que el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, "no firmó nada en nuestro nombre, firmó a nombre de la Federeción Rusa". El líder dijo que el primer ministro y el presidente en funciones deben renunciar al poder que tomaron "ilegalmente" en febrero. Los militantes prorrusos controlan edificios de 10 ciudades del este de Ucrania. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que la reunión entre Rusia y las potencias occidentales fue prometedora, pero que Washington y sus aliados estaban preparados para imponer más sanciones a Moscú si la situación no mejora. "Hay posibilidades, perspectivas, de que la diplomacia pueda reducir la escalada de la situación", dijo Obama a la prensa. El secretario de Estados de Estados Unidos, John Kerry, dijo en Ginebra que si para el fin de semana no hay señales de retroceso de grupos prorrusos habrá costos para Moscú, en referencia a más sanciones. Rusia dijo que las amenazas de nuevas sanciones eran "completamente inaceptables". El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó a los funcionarios estadounidenses de tratar de blanquear el uso de la fuerza por parte del Gobierno de Ucrania contra las protestas en las regiones donde el ruso es la lengua. (Reporte adicional de Stephanie Nebehay, Tom Miles, Arshad Mohammed y Catherine Koppel en Ginebra, y Alexei Anishchuk en Moscú; Editado en español por Javier López de Lérida)