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El Senado conoce a Brown Jackson, lo que puede mejorar sus probabilidades en Corte Suprema

FILE - Ketanji Brown Jackson. AP

Una de las mayores ventajas de la jueza Ketanji Brown Jackson cuando el presidente Joe Biden sopese posibles candidatos a la Corte Suprema es que la jueza federal de apelaciones ya ha pasado por el proceso de confirmación del Senado en múltiples ocasiones.

Los senadores la conocen. A muchos les cae bien. Y esa familiaridad podría servir a Brown Jackson si Biden elige a la ex alumna de la secundaria Miami Palmetto para la vacante en la Corte Suprema. Encontrar una candidata con un amplio atractivo que no tropiece durante el proceso de confirmación será esencial para Biden.

“Está muy bien calificada en términos de carácter e intelecto. Ha tenido una conducta extraordinaria”, dijo el senador Richard Blumenthal, demócrata por Connecticut, miembro de la Comisión Judicial del Senado, quien interrogó a Brown Jackson el año pasado para su cargo puesto en el Tribunal Federal de Apelaciones en el Circuito de Washington DC. “Enfrentará el escrutinio habitual, pero fue muy bien recibida por muchos republicanos, incluso por algunos que votaron contra ella”.

Cuando compareció ante la Comisión Judicial del Senado el año pasado como candidata al Circuito de DC, señaló en la audiencia que ya se había presentado ante la Comisión dos veces para audiencias de confirmación.

Antes de ser nombrada jueza, el ex presidente Barack Obama nombró a Brown Jackson en 2010 para que ocupara el cargo de vicepresidenta de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos, un panel que supervisa las directrices federales sobre sentencias, función para la que recibió el apoyo unánime del Senado. En el momento de su nombramiento, trabajaba en el bufete Morrison & Foerster LLP.

Más tarde, Obama seleccionó a Brown Jackson para ser jueza del Tribunal Federal de Distrito del Distrito de Columbia. Fue confirmada en 2013 por un voto de voz, una señal de apoyo bipartidista.

Ocho años más tarde, Biden la eligió para un puesto en el prestigioso Circuito de Columbia, ampliamente considerado el segundo tribunal más poderoso del país y un trampolín hacia la Corte Suprema. Fue confirmada en junio por 53 votos a favor y 44 en contra, tras obtener el apoyo de tres republicanos.

Tres de los actuales jueces de la corte —el presidente John Roberts, el juez Clarence Thomas y el juez Brett Kavanaugh— prestaron servicio en el circuito de Washington antes de llegar a la Corte Suprema. El icono liberal Ruth Bader Ginsburg, quien murió en 2020, fue otra jueza del Circuito de DC que ascendió al tribunal superior.

El apoyo de los republicanos en el pasado ha ayudado a elevar el nombre de Brown Jackson entre el campo de contendientes que se mencionan desde que Biden hizo su promesa de nombrar a la primera mujer afroamericana para reemplazar al juez Stephen Breyer, quien se retira.

El proceso de confirmación para el tribunal superior ha sido acalorado desde hace tiempo, especialmente para las vacantes recientes. Los republicanos se negaron a celebrar audiencias sobre el candidato de Obama Merrick Garland durante el último año de su presidencia. Las audiencias para los nominados a la Corte Suprema del ex presidente Donald Trump fueron famosas por ser polémicas. Y es probable que el candidato de Biden enfrente un fuerte escrutinio en un Senado dividido al 50%.

Un Senado dividido en partes iguales requiere un apoyo uniforme entre los demócratas. Y el apoyo del Partido Republicano sería necesario si el reciente derrame cerebral que sufrió el senador Ben Luján incapacita al demócrata de Nuevo México más tiempo del esperado.

“La mayor ventaja es que ella tiene más probabilidades de ser confirmada que cualquier otro candidato”, dijo Ken Feinberg, abogado de Washington que empleó a Brown Jackson al principio de su carrera, después que fue asistente de Breyer en la Corte Suprema de 1999 a 2000.

“No será superada”, dijo Feinberg. “Y sin duda será capaz de ocupar su lugar en cualquier debate jurídico”.

Feinberg fue jefe de personal del senador Ted Kennedy cuando el demócrata de Massachusetts presidió la Comisión Judicial del Senado. Dijo que las anteriores comparecencias de Brown Jackson ante la Comisión son una gran ventaja.

“Creo que ha aprendido a los pies del juez Breyer, y creo que ella, de entre todos los candidatos, es la que más se parece a su mentor, el juez Breyer”, dijo Feinberg, que trabajó junto a Breyer cuando ambos eran asesores del Senado a principios de la década de 1970.

¿Cómo se compara Brown Jackson con otros aspirantes?

Otras aspirantes importantes son la jueza J. Michelle Childs, jueza federal de Carolina del Sur a quien Biden nominó en diciembre para un cargo en el Circuito de Washington, junto a Brown Jackson, y la jueza de la Corte Suprema del estado de California Leondra Kruger.

El juez jubilado Thomas Griffith, que escribió una carta a favor Brown Jackson durante su más reciente proceso de confirmación, coincidió en que su experiencia en el proceso de investigación del Senado le será útil si Biden la nomina.

“Ella ua ha pasado por eso”, dijo Thomas Griffith, designado por George W. Bush que se retiró del Circuito de Washington en 2020. “Creo que eso la va a ayudar mucho. El alguien conocido”.

Griffith advirtió que la diferencia entre las audiencias de confirmación para los tribunales inferiores y la Corte Suprema es como la diferencia entre un partido de baloncesto de la escuela secundaria y un partido de la NBA.

Pero dijo que Brown Jackson entraría en el proceso con un currículo impresionante.

“Su historial académico es notable. Tiene una amplia experiencia, que es realmente única. Ha trabajado en importantes bufetes de abogados, ha sido defensora pública ... ha sido jueza de un tribunal penal”, dijo Griffith.

Después de graduarse en el la secundaria Miami Palmetto en 1988, Brown Jackson estudió en Harvard para obtener su licenciatura y su título de abogada. Trabajó en el sector privado antes de ser defensora pública federal de 2005 a 2007.

“Creo que tener experiencia como defensora puede ayudar no solo al juez a considerar los hechos y las circunstancias del caso, sino también al sistema en general en términos de sus interacciones con los acusados y la forma en que proceden en la sala”, dijo Brown Jackson durante la audiencia de confirmación del año pasado cuando la senadora Dianne Feinstein, demócrata de California, le preguntó sobre su experiencia como defensora.

“Pensaría que no hay diferencia entre la experiencia como defensora y la experiencia como fiscal desde el punto de vista de si alguien puede o no hacer lo que la ley requiere y muchos, muchos fiscales han sido nombrados como jueces”, dijo. “Cuando uno se convierte en juez presta el juramento de fijarse solo en la ley a la hora de decidir los casos. Se dejan de lado las opiniones personales”.

Pero incluso con su largo currículo y su familiaridad con el Senado, Brown Jackson no tiene garantizado el apoyo de los mismos republicanos que la respaldaron.

Sus títulos de Harvard, por ejemplo, son potencialmente una desventaja esta vez para el senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur, uno de los tres republicanos que apoyaron la confirmación de Brown Jackson para el Circuito de Carolina del Norte el año pasado.

Graham —junto con el jefe de la mayoría en la Cámara, Jim Clyburn, demócrata de Carolina del Sur— ha defendido la posible nominación de la jueza J. Michelle Childs, una jueza del tribunal de distrito federal de Carolina del Sur a la que Biden nominó para un puesto en el Circuito de Washington el mes pasado.

Childs se graduó en la Universidad del Sur de la Florida (USF) y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Carolina del Sur, lo que, según los legisladores de Carolina del Sur, daría al tribunal una diversidad educativa que contrarrestaría los títulos de Harvard y Yale de los demás jueces.

“Creo que aporta mucho a la mesa en términos de diversificación del tribunal. Aporta una visión del mundo con sentido común”, dijo Graham al Herald sobre Childs. Graham también asistió a la Facultad de Derecho de la Universidad de Carolina del Sur.

Al preguntarle por Graham y Clyburn, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el miércoles que el objetivo de Biden es “elegir entre una gran cantidad de candidatas altamente cualificadas que aporten los mejores historiales, credenciales y habilidades que cualquiera pueda tener para este papel. Como saben, ha nominado a jueces que no han ido a escuelas de la Ivy League”.

Psaki dio una respuesta similar cuando se le preguntó la importancia que tendrá para Biden que una candidata haya pasado previamente por el proceso de confirmación del Senado. Biden ha prometido anunciar su selección a finales de mes.

Graham no ha descartado apoyar a Brown Jackson si el presidente la elige en lugar de Childs, y dijo a los periodistas esta semana: “Ya decidiremos cuando llegue el momento”.

¿Podría Brown Jackson atraer el apoyo de los republicanos?

La senadora Susan Collins, republicana de Maine, otra republicana que apoyó la confirmación de Brown Jackson para el Circuito de Washington DC, ha expresado repetidamente su frustración con la promesa de Biden de nominar a una mujer afroamericana, alegando que la raza y el género no deberían ser los criterios determinantes.

A pesar de sus críticas a la promesa de Biden, Collins confirmó al Miami Herald que estaría abierta a apoyar a Brown Jackson si el presidente la elige como candidata.

“Ciertamente”, dijo Collins cuando se le preguntó sobre la jueza. “Pero independientemente de a quién elija el presidente, voy a pasar por el mismo tipo de proceso que siempre hago cuando hay un nominado a la Corte Suprema, incluyendo una entrevista personal y evaluaciones de casos, experiencia, su historial”.

Collins dijo que Brown Jackson estaba claramente cualificada para su papel en el Circuito de Washington, pero Collins también dijo que eso no garantiza que lo mismo sea cierto para el tribunal superior. “Este es un trabajo diferente”, dijo Collins. “Pero si ella es la nominada le daré toda la consideración”.

Durante su audiencia de confirmación el año pasado para su puesto en el Circuito de Washington, el senador John Cornyn, republicano de Texas, preguntó a Brown Jackson sobre el hecho de que su nominación había sido apoyada por Demand Justice, un grupo de tendencia liberal que aboga por añadir escaños a la Corte Suprema como una forma de disminuir el poder de los conservadores en el tribunal.

“Demand Justice cree que la Corte Suprema está dañada. ¿Cree usted que la Corte Suprema ha venido a menos?”, preguntó Cornyn.

“Senador, nunca he dicho nada de que la Corte Suprema esté dañada y no puedo comentar el tamaño, la estructura, el funcionamiento de la Corte Suprema”, respondió Brown Jackson.

El apoyo de Demand Justice a Brown Jackson podría volver a surgir en un proceso de confirmación para la Corte Suprema después que el grupo lanzara una campaña de presión para instar a Breyer a retirarse para que Biden pudiera nombrar a un sustituto mientras los demócratas controlan el Senado.

El senador Marco Rubio, republicano de la Florida, fue uno de los tres republicanos que no participó en la votación de confirmación de Brown Jackson el año pasado. Cuando se le preguntó sobre sus vínculos con la Florida y si estaría abierto a su nominación, Rubio dijo que tendría que profundizar en el historial de la jueza.

“Ella es impresionante, sus antecedentes y el trabajo que ha hecho según todas las versiones, pero para mí los criterios van más allá de eso. ¿Va a ser alguien que tiene un historial, un historial probado de entender el papel adecuado de la Corte Suprema, que es aplicar la Constitución y no redactar leyes?”, dijo Rubio.

“Esa sería la misma respuesta para cualquiera que fuera nominada. Mire, no sabía mucho sobre Kavanaugh antes que fuera nominado. No sabía mucho sobre [el juez Neil] Gorsuch”, añadió Rubio, refiriéndose a los jueces confirmados bajo el mandato de Trump.