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El Senado confirma a Mark Lapointe como fiscal federal de Miami. Es el primer haitianoamericano en el cargo

Markenzy Lapointe fue confirmado por el Senado de Estados Unidos ayer martes por la noche como fiscal federal del sur de la Florida, lo que le convierte en el primer abogado haitianoamericano que ocupa el cargo policial federal más poderoso de la región.

Lapointe, ex marine estadounidense y ex fiscal federal criado en Haití y Miami, fue propuesto en septiembre por el presidente Joe Biden para ocupar el cargo, que es responsable de dirigir a unos 250 fiscales en un distrito que se extiende desde Cayo Hueso hasta Fort Pierce. Está considerado como uno de los distritos más activos del país debido al flujo constante de fraudes financieros, tráfico de drogas y delitos por internet que se producen en la región.

Últimamente, la Fiscalía Federal de Miami ha colaborado con el Departamento de Justicia y el FBI en una investigación sobre el ex presidente Donald Trump y su presunta mala gestión de documentos clasificados en su finca de Palm Beach, Mar-a-Lago.

El Senado confirmó a Lapointe en una votación a viva voz, según su sitio web. El Comité Judicial del Senado, en una votación de 18-2, había trasladado su nominación al pleno del Senado el pasado jueves.

El cargo en el Distrito Sur de la Florida ha sido ocupado por el fiscal federal de carrera Tony González desde la renuncia de la fiscal federal designada por Trump, Ariana Fajardo Orshan, en abril de 2021. Cubrirlo llevó un tiempo desmesurado debido a la política de nombramientos presidenciales para los principales fiscales federales, así como para jueces de distrito y de apelaciones en un Senado fuertemente dividido entre demócratas y republicanos.

Tras dos años de mandato, Biden ha nombrado a 67 abogados para los 93 puestos de fiscales federales del país, con unos 60 confirmados y el resto pendientes de confirmación.

Lapointe, de 54 años, fue considerado durante mucho tiempo el favorito para el puesto en el sur de la Florida, con el apoyo inicial del senador Marco Rubio, el republicano de Miami que ejerce una enorme influencia en los nombramientos de fiscales y jueces en el estado.

El año pasado, Lapointe obtuvo el respaldo bipartidista de dos comités de nominación del Senado y la Cámara de Representantes del sur de la Florida que recomendaron a cuatro finalistas para el puesto de fiscal federal, gracias en gran medida a su amplia formación jurídica y a su historia de inmigrante del Sueño Americano.

Lapointe, quien partió de orígenes humildes para trabajar como joven abogado en la Procuraduría General de Estados Unidos antes de ejercer en dos importantes bufetes de Miami, se alineó con la promesa de la campaña de Biden para 2020 de nombrar a más personas de color y mujeres para puestos federales de liderazgo y judiciales. La ex jueza federal de apelaciones Ketanji Brown Jackson, quien también creció en Miami, fue confirmada en abril como la primera mujer negra en la Corte Suprema de Estados Unidos y juró su cargo como jueza asociada en junio.

Su colega y amigo de muchos años, el abogado de Miami Luis E. Suárez, que ha sido socio de Lapointe en el bufete Boies, Schiller, dijo que el nombramiento coronaba una carrera de compromiso con la profesión jurídica y la comunidad del sur de la Florida.

“Es como ver un gol ganador durante la Copa del Mundo”, dijo Suárez el miércoles. “Experimentas asombro y alegría al mismo tiempo”.

Lapointe creció en Puerto Príncipe, Haití, donde su madre trabajaba como vendedora ambulante y su padre como sastre. Llegó a Miami con 16 años para vivir con su madre y otros hermanos en Liberty City, durante los turbulentos años 80 desde el punto de vista racial. Su madre trabajaba en la limpieza del restaurante Stefano’s, en el lujoso Key Biscayne, pero su padre estaba ausente del hogar.

Lapointe trabajó como taxista y en un bar del mismo restaurante de Key Biscayne. Se graduó en la Preparatoria Miami Edison en 1987 y se alistó en los Marines de Estados Unidos como reservista mientras asistía al Miami-Dade College durante un par de años.

En 1990 se trasladó a la Universidad Estatal de la Florida (FSU). Pero Lapointe tuvo que dejar los estudios en suspenso cuando fue llamado como reservista por los Marines después de que Irak invadiera Kuwait y estallara la Guerra del Golfo Pérsico.

“Estuve allí seis meses”, dijo Lapointe al Miami Herald en una entrevista a principios de este año.

“Ir a la guerra representando a Estados Unidos fue particularmente significativo para mí”, dijo Lapointe, que dejó los Marines como cabo después de servir seis años como reservista. “Me importaba como inmigrante que llegó aquí y podía contribuir a este país de una manera especial”.

Lapointe se licenció en Finanzas por la FSU en 1993, trabajó en un banco de Miami durante un par de años y terminó la carrera de Derecho en la FSU en 1999. Tras graduarse, Lapointe trabajó como asistente jurídico del juez Harry Anstead, de la Corte Suprema de la Florida.

Tras ese periodo de dos años, se incorporó a la Fiscalía Federal en 2002 y empezó a aprender las técnicas de un abogado litigante. Dejó la fiscalía federal cuatro años más tarde para incorporarse a Boies, Schiller & Flexner, que tiene oficinas en Miami, Fort Lauderdale y otras ciudades importantes. Allí, se especializó en casos comerciales, penales federales y de responsabilidad por productos de alto riesgo.

En 2017, se unió al bufete de abogados de Miami Pillsbury Winthrop Shaw Pittman, a medida que su perfil profesional y político aumentaba en el sur de la Florida. El año pasado, recibió un importante premio legal por su profesionalidad y trabajo pro bono en la comunidad. Como figura visible en los círculos políticos demócratas y haitianoamericanos, también ha sido un frecuente recaudador de fondos para jueces electos.

Además de Lapointe, el Senado también confirmó el martes por la noche a Roger B. Handberg para el cargo de fiscal del Distrito Medio de la Florida, que incluye Tampa, Orlando y Jacksonville.

Esta es una noticia de última hora que se irá actualizando.