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Rousseff intenta contener revuelta de legisladores por medidas de austeridad

Por Brian Winter y Anthony Boadle SAO PAULO/BRASILIA (Reuters) - La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, intentaba desactivar el miércoles una rebelión en el Congreso de legisladores molestos con sus planes de austeridad presupuestaria y con su manejo del escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras. Rousseff se reunió con líderes legislativos de su coalición, luego de que inesperadamente rechazaron un decreto presidencial que habría aumentado los impuestos sobre las nóminas de las empresas para reducir el creciente déficit presupuestario de Brasil. La maniobra en el Congreso fue una de las señales más evidentes hasta ahora de cómo los daños colaterales del escándalo en Petrobras amenazan a la agenda económica de Rousseff y podrían además empeorar la recesión que se prevé para este año en Brasil. El real brasileño bajó más de un 2 por ciento el miércoles y se negocio brevemente a 3 unidades por dólar por primera vez desde el 2004, porque a algunos inversores les preocupaba que los problemas fiscales lleven a Brasil a perder la calificación de grado de inversión. El índice Bovespa de la bolsa de Brasil cayó un 1,5 por ciento. La decisión del Congreso "muestra la creciente dificultad para (aplicar) iniciativas que podrían ayudar con los recortes presupuestarios", dijo Alessandra Ribeiro, economista de la consultora Tendencias, con sede en Sao Paulo. El último revés para Rousseff se originó en dos sucesos casi simultáneos durante la noche del martes. Primero, el presidente del Senado, Renan Calheiros, miembro formal de la coalición gobernante, rechazó el decreto de austeridad de Rousseff. Calheiros adujo razones de procedimiento. Horas después, el principal fiscal de Brasil pidió al Supremo Tribunal Federal que abriera investigaciones sobre 54 personas -la mayoría de los cuales serían políticos-, que presuntamente se beneficiaron de las prácticas de corrupción en Petrobras. Según la ley brasileña, solo el máximo tribunal puede juzgar casos contra los líderes políticos. Los nombres de la lista no se publicaron. No obstante, muchos medios locales afirmaron que Calheiros sería uno de los investigados. Folha de S.Paulo dijo, citando a aliados de Calheiros no identificados, que su rechazo al decreto tributario de Rousseff fue una táctica de presión para manifestar al Gobierno su molestia por su inclusión en la lista. Un portavoz de Calheiros aseguró desconocer si el político está en la lista y no quiso hacer más comentarios. Políticos y analistas financieros discutían el miércoles sobre el efecto práctico inmediato de la maniobra de Calheiros. La oficina de Rousseff dijo que su objetivo de ahorro fiscal no se verá afectado y que enviará un nuevo proyecto al Congreso para subir los impuestos sobre las nóminas para las empresas. Sin embargo, ante la incertidumbre de cuándo el Congreso aprobará la medida, a algunos asesores y analistas les preocupa que el alza del impuesto tome más tiempo del usual. (Reporte adicional de Alonso Soto y Caroline Stauffer; Editado en español por Carlos Serrano)