Selección argentina en Qatar 2022: Lionel Scaloni realizó cirugía mayor y sorprende con la ausencia de uno de sus emblemas

DOHA (Enviado especial).– La selección argentina despliega sus fichas sobre el tablero para tratar de encontrar la estrategia más apropiada para el partido decisivo ante México. La incertidumbre suele rodear al conjunto nacional y es una herramienta que emplea muy bien el entrenador Lionel Scaloni. Pero el juego se acabó: una par de horas antes de que la selección llegara al estadio Lusail se supo que el DT dejó afuera para este duelo a uno de sus estandartes: Leandro Paredes.

En el último ensayo antes de este gran juego una charla se quedó con todas las luces. En el centro del campo, Messi, Leandro Paredes, Alejandro Papu Gómez, Rodrigo De Paul y Lionel Scaloni charlaron animadamente. Risas, gestos de De Paul para sacarle una carcajada al capitán y un ensayo en el que se buscó despejar cualquier síntoma de pesadez que pudo haber quedado tras el golpazo que se dio el equipo ante Arabia Saudita. “Lo importante es cómo te levantás”, dijo Scaloni en la conferencia de prensa minutos antes de esta última práctica antes del duelo con México y en las formas radica la cuestión, porque parece que el técnico tomó una determinación fuerte de cara al futuro de su equipo.

En ese último entrenamiento se pudo ver que todos están en condiciones, que se movieron sin complicaciones. No sólo se pudo advertir que Messi está recuperado de sus cargas en los gemelos, sino que también Cuti Romero participó de la actividad sin problemas. Pero todas esas imágenes, con el correr de las horas, demostraron que no anunciaban nada.

Poco, muy poco se deja ver sobre la práctica de la selección argentina, pero sobre el final de la ventana que abre FIFA, el cuerpo técnico repartió pecheras amarillas y allí se potenció el misterio al que suele jugar, porque los que las recibieron fueron once futbolistas y dentro de ellos no estaba Paredes. Una primera señal, pero no definitiva. En esa primera selección se le entregaron las pecheras a Gonzalo Montiel, Nicolás Otamendi, Lisandro Martínez, Cristian Romero, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Ángel Di María, Lautaro Martínez y Messi.

En ese contexto se trazaron una infinidad de especulaciones en los minutos posteriores, porque entregó 12 pecheras, ya que también le dio a Emiliano Martínez. Si bien el entrenador aseguró que no modificará la forma en la que juega su equipo, lo concreto es que modificaría a varios interpretes. Y el impacto más importante es que no sólo Paredes, el emblema del estilo Scaloni en la selección, no recibió una de las pecheras en cuestión, sino que el elegido para esa posición es Guido Rodríguez. Que tampoco apareció en ese primer reparto.

En el ensayo previo había modificado piezas en los laterales, con Montiel y con Acuña. En la mitad de la cancha buscó más variantes: Alexis Mac Allister jugará por el sector que ocupó Papu Gómez ante Arabia Saudita. Al final, serán cinco los cambios respecto al primer paso en esta Copa del Mundo, por lo tanto sí hace una cirugía mayor en una instancia muy importante.

En principio los más significativos aparecen en la defensa, en cuanto a la cantidad: tres modificaciones: Montiel por Molina, Lisandro Martínez por Romero y Acuña por Tagliafico. En el medio, otros dos: Rodríguez por Paredes y Mac Allister por Gómez. Los titulares elegidos por el DT son: Dibu Martínez; Montiel, Otamendi, Lisandro Martínez y Acuña; De Paul, Guido Rodríguez y Mac Allister; Di María, Lautaro Martínez y Messi.

Para grandes empresas, grandes determinaciones. Por lo tanto, el paso que da Lionel Scaloni con todas estas variantes es toda una señal, aunque en ningún caso, como dijo, afectaría la forma de expresarse de su equipo en el campo. Ahora bien, en este contexto también se abren algunos interrogantes ¿estaban todos los futbolistas realmente en condiciones físicas óptimas de estar en la Copa del Mundo? ¿Es un riesgo hacer tanto cambios en este momento? No es nada fácil de responder a esas dudas, aunque sí está claro que a Scaloni no le tiembla el pulso cuando tiene que decidir.