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Seis personas se infectaron de COVID en China tras un desborde de aguas negras

Se piensa que media docena de personas en China han contraído el coronavirus a través de las aguas negras, en el que, según los científicos, es el primer ejemplo de la propagación del virus por este medio.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Clinical Infectious Diseases, el tubo de drenaje que corría de la casa de una pareja infectada con coronavirus tenía un hoyo. Cuando llovió en el área, el hoyo hizo que las aguas negras se desbordaran hacia las calles, lo que permitió que el virus infectara a los residentes cercanos.

Los autores afirman que estos hallazgos destacan la importancia de manejar correctamente las aguas negras, particularmente en las áreas densamente pobladas donde las medidas de higiene y desinfección son deficientes.

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El equipo, compuesto por científicos de varios departamentos de salud pública de China, realizó exudados faríngeos a 2,888 residentes de una comunidad en la ciudad de Guangzhou durante un brote de COVID-19. El equipo también recolectó muestras de superficies dentro y alrededor de las casas de dichos residentes. Los participantes recibieron la orden, o la invitación por parte de funcionarios, de permanecer en cuarentena dentro de su casa, según la distancia a la que vivían de la pareja infectada, cuyos miembros fueron los dos primeros casos. A estos se les menciona en el estudio como casos 1 y 2.

El 27 de marzo y el 3 de abril, los casos 1 y 2 acudieron a trabajar al mercado, donde había un brote de COVID-19 en curso. A la pareja se le diagnosticó la infección de coronavirus tras ser localizada por rastreadores de contactos.

Entre el 5 y el 21 de abril, seis personas que vivían en una construcción separada pero adyacente a la vivienda de los casos 1 y 2 dieron positivo en la prueba de coronavirus. Los autores entrevistaron a los residentes y descubrieron que no habían visitado el mercado y que no habían tenido ningún contacto con los primeros casos.

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Posteriormente, se descubrió que un todo de drenaje conectado al retrete de los casos uno y dos, el cual corría a lo largo del muro exterior de su casa, tenía un agujero de 100 cm². Los investigadores vertieron agua en el retrete de la pareja y descubrieron que ésta se desbordaba del agujero hacia un callejón, corría hacia cinco alcantarillas cercanas al edificio y hacia las entradas de las viviendas donde vivían los casos secundarios.

Los autores examinaron la configuración genética de las muestras de coronavirus. Encontraron que los virus hallados en un retrete y en la tierra de la suela de los zapatos de los casos 1 y 2 coincidía con los virus que habían infectado a los casos 3 y 8. También se encontró en las aguas negras de los casos secundarios.

El equipo piensa que los otros casos introdujeron el virus en sus casas a través de sus zapatos y de los neumáticos de sus bicicletas.

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Las pruebas indican que las personas con coronavirus probablemente propagan el virus con mayor intensidad cuando comienzan sus síntomas. El equipo observó que llovió cuando los casos uno y dos comenzaron a mostrar síntomas.

Tras reconocer las limitaciones del estudio, los autores indicaron que no podían aportar pruebas definitivas de que las aguas negras provocaron el brote, aunque esta parece ser la explicación más probable.

El coronavirus se ha encontrado previamente en las heces de pacientes con COVID-19, y los científicos han aprovechado esta información para investigar si las aguas negras pueden utilizarse para pronosticar futuros brotes. Mientras el virus sigue expandiéndose en todo el mundo, con más de 406,000 casos reportados tan solo este jueves, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, los científicos trabajan para encontrar formas de localizar focos de infección y evitar una mayor propagación. Desde que se informó por primera vez sobre la existencia de coronavirus en China, a finales del año pasado, más de 38.9 millones de personas se han infectado, y más de un millón han muerto.

Ian Jones, catedrático de biología de la Universidad de Reading en el Reino Unido, y que no participó en el estudio, declaró a Newsweek: “El impresionante trabajo de detección realizado en este estudio muestra claramente que se trata de un caso de probable transmisión a escala local a través de aguas negras contaminadas. Sin embargo, es importante observar el estudio en perspectiva”. Jones afirmó que la propagación se relacionó con una tubería de aguas negras rota y con el hecho de que las personas no se cambiaban los zapatos, “y ambos son factores que se pueden corregir”.

Señaló que: “Esto nos recuerda la importancia de las barreras de infraestructura como el manejo de desechos, las cuales se deben mantener en buen estado para minimizar el riesgo para los trabajadores locales y para la sociedad a la que sirven”.

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek