El Seguro Social pagó de más miles de millones. Ahora exige la devolución del dinero

Justina Worrell, de 47 años, trabaja a tiempo parcial como ayudante de cocina en una residencia de ancianos de Ohio. Tiene parálisis cerebral, una discapacidad intelectual y una afección cardíaca que le obligó a ponerse una válvula artificial a los 20 años.

Hace un año, ganaba $862 al mes y percibía unos $1,065 mensuales de beneficios por incapacidad del Seguro Social cuando recibió una carta del gobierno federal. Le habían estado pagando de más, decía la carta, y quería que le devolviera el dinero.

En un plazo de 30 días debía enviar al gobierno un cheque o giro postal.

Por $60,175.90.

“El Seguro Social debería ayudar a la gente, no destruirla”, dijo Addie Arnold, tía y cuidadora de Worrell.

La Administración del Seguro Social está tratando de reclamar miles de millones de dólares a muchos de los más pobres y vulnerables de la nación, pagos que les envió pero que ahora dice que nunca deberían haber recibido.

Durante el año fiscal 2022, la agencia recuperó $4,700 millones de pagos excesivos, mientras que otros $21,600 millones quedaron pendientes, según un informe del inspector general de la SSA.

Una de las consecuencias es un costoso esfuerzo de cobranza para el gobierno y un calvario potencialmente devastador para el beneficiario.

“Tenemos entre manos una crisis de pagos excesivos”, dijo Rebecca Vallas, miembro del grupo de análisis Century Foundation.

“Los pagos excesivos hunden aún más en la pobreza y la penuria a unos beneficiarios que ya tienen dificultades, lo cual es directamente contraproducente para los objetivos” de los programas de protección social.

La Administración declinó una solicitud de entrevista de KFF Health News y Cox Media Group y solo se mostró dispuesta a responder a preguntas enviadas por correo electrónico.

La dependencia se negó a decir a cuántas personas se les pidió devolver los pagos en exceso.

“No informamos sobre el número de deudores”, dijo la portavoz Nicole Tiggemann en un comunicado.

La dependencia rechazó en mayo de 2022 una solicitud de la Ley de Libertad de Información para obtener documentación de cada notificación de pago en exceso enviada durante varios años, y está pendiente una apelación de marzo de 2023.

Millones podrían haber recibido cartas de sobrepago del Seguro Social

Jack Smalligan, del Urban Institute, que ha realizado investigaciones sobre el Seguro Social, calcula que millones de personas han recibido notificaciones de que les han pagado de más.

La mayoría son discapacitados, y muchos no pueden permitirse devolver el dinero al gobierno, dijo Smalligan.

Los pagos excesivos pueden deberse a un error del Seguro Social o a que los beneficiarios no cumplen los requisitos, intencionalmente o no. Pero gran parte de la culpa la tiene el propio sistema, por ejemplo:

▪ Las reglas son complejas y difíciles de cumplir.

▪ Los límites de lo que los beneficiarios pueden ahorrar o poseer no se han ajustado a la inflación en décadas.

▪ La Administración del Seguro Social no tiene personal suficiente para seguir el ritmo de su carga de trabajo, gran parte del cual se hace a mano.

▪ El sistema tiene retrasos en la verificación de información como los ingresos de los beneficiarios y depende en gran medida de los datos presentados por los propios beneficiarios.

Esa es la imagen que se desprende de los empleados de la dependencia, activistas de los discapacitados, la investigación de la política, las publicaciones de la SSA, los informes del inspector general, los registros de casos individuales y las entrevistas con más de una docena de personas en cinco estados que recibieron avisos de reembolso.

La Administración tiene la obligación de administrar bien el dinero que se le confía. Eso significa mantener al mínimo los pagos excesivos y recuperarlos cuando ocurran, escribió el inspector general.

Cuando la dependencia determina que ha pagado de más, la SSA puede, en última instancia, reclamar el dinero a los beneficiarios, por ejemplo, reduciendo o suspendiendo sus pagos mensuales de beneficios, embargando salarios e interceptando devoluciones de impuestos federales.

La dependencia realiza un seguimiento de sus pagos excesivos a través de “tarjetas de puntuación de integridad de pagos” trimestrales. En la tarjeta de puntuación más reciente de un programa del Seguro Social la agencia dijo que $265 millones de sobrepagos en el año fiscal 2022 estaban “dentro del control de la dependencia”. En otras palabras, la dependencia se culpó a sí misma.

“Estábamos al tanto de la información pero no tomamos medidas, o tomamos medidas incorrectas cuando el destinatario o tercero proporcionó la información solicitada”, decía la tarjeta de puntuación.

Una fuente mucho mayor de sobrepagos en ese programa, según la dependencia, era que los beneficiarios no comunicaban información, como cambios en sus salarios o activos.

Para cuando la dependencia detecta un error, pueden pasar años. Mientras tanto, es probable que el beneficiario haya gastado el dinero, y la cantidad en cuestión puede crecer hasta proporciones abrumadoras.

“Entendemos que recibir la notificación de un pago excesivo puede ser inquietante o poco claro y trabajamos con la gente para navegar por el proceso de pago excesivo”, dijo Tiggemann, el portavoz de la dependencia, por correo electrónico.

La precisión de los pagos de la dependencia es alta, dijo Tiggemann, pero dado el volumen de pagos que emite –casi $1.2 billones en el año fiscal 2021– “incluso pequeñas tasas de error se suman en cantidades sustanciales de pagos indebidos”.

Tiggemann señaló que la SSA está desarrollando un programa para aprovechar los datos sobre nóminas de fuentes externas. La agencia tiene previsto usar esa información “cuando proceda” para ajustar automáticamente las cantidades que paga a los beneficiarios, dijo.

El Congreso autorizó este proyecto hace casi ocho años.

Redes de seguridad enmarañadas

Cuando la gente oye “Seguridad Social”, suele pensar en los beneficios de jubilación, es decir, en los pagos mensuales que el gobierno abona a millones de trabajadores jubilados y familiares sobrevivientes en el marco del Seguro de Vejez.

Pero la Administración hace mucho más que emitir esos cheques, y sus devoluciones por exceso de pago suelen implicar pagos en virtud de otros programas con complicados requisitos de elegibilidad.

En el caso de determinados beneficios, la cantidad de dinero que se adeuda cada mes a los beneficiarios, si es que se les adeuda alguna, puede cambiar a medida que cambian sus circunstancias.

La mayoría de los pagos excesivos afectan al programa de Seguridad de Ingreso Suplementario, que proporciona dinero a personas con pocos o ningún ingreso u otros recursos que son discapacitadas, ciegas o tienen al menos 65 años.

En el ejercicio fiscal 2021, más del 7% de los desembolsos de ese programa fueron pagos excesivos, según el informe financiero anual más reciente de la dependencia.

Algunos pagos excesivos afectan al programa del Seguro de Invalidez, que ayuda a los trabajadores discapacitados y sus dependientes.

Lori Cochran, una beneficiaria discapacitada con esclerosis múltiple, dijo que se le complicó la vida con una póliza de seguro de vida que heredó de su madre.

Después de revisar sus finanzas con un representante de la Seguridad Social, contó, recibió una carta diciendo que debía $27,000.

“Empecé a tener palpitaciones”, recuerda.

Cochran dijo que no sabía que la póliza de seguro tenía un valor en efectivo de $4,000.

Después de revisar sus finanzas con un representante de la Administración de la Seguridad Social, cuenta la beneficiaria Lori Cochran, recibió una carta en la que le decían que debía $27,000. Cochran, ex trabajadora del Servicio Postal de Estados Unidos, padece esclerosis múltiple.
Después de revisar sus finanzas con un representante de la Administración de la Seguridad Social, cuenta la beneficiaria Lori Cochran, recibió una carta en la que le decían que debía $27,000. Cochran, ex trabajadora del Servicio Postal de Estados Unidos, padece esclerosis múltiple.

La dependencia le dijo que, por cada mes que mantuviera la póliza, no tenía derecho a ninguno de sus beneficios mensuales de $914, dijo. El organismo le dijo que recuperaría los $27,000 deduciendo $91.40 de cada uno de sus futuros cheques. A ese ritmo, tendría que devolverlo “hasta bien entrada mi vejez”, dijo.

Cochran ha pedido a la SSA que lo reconsidere. Mientras tanto, cobró la póliza de seguro de vida, solo para enterarse de que, en su lugar, podía haber firmado un documento diciendo que no tenía intención de cobrarla.

“Así que ahora me he quedado sin seguro de vida”, dijo. “Cuando muera, mi hija no tendrá dinero para enterrarme”.

Un ‘campo minado kafkiano’

Si un beneficiario cree que el pago en exceso no fue culpa suya, que la reclamación es injusta o que devolver el dinero le causaría dificultades, puede pedir a la SSA que renuncie al reembolso.

También pueden negociar la devolución gradual de lo que adeudan.

Cheryl Bates-Harris, de la National Disability Rights Network, recomienda a las personas que reciben notificaciones de pago en exceso que recurran, ya que la información que contienen puede ser inexacta.

Pero tratar de resolver un pago excesivo implica sumergirse en un “campo minado kafkiano”, dijo Darcy Milburn, director de Seguridad Social y política de atención de la salud en Arc, que aboga por las personas con discapacidad.

Otra beneficiaria llamada Lori describió su recorrido a través del campo de minas con la condición de que no se revelara su apellido. Ella proporcionó una copia del fallo de un juez de derecho administrativo en su caso.

En 2017, la SSA le informó que desde el año 2000 se le habían pagado $126,612 de más, según la sentencia del juez.

“Casi vomité cuando abrí esa carta”, dijo. “Mi esposo y yo estábamos frenéticos”.

Según la sentencia del juez, el gobierno basó su cálculo en el hecho de que ella percibía beneficios de compensación laboral, así como beneficios por incapacidad. Lori alegó que había informado a la SSA sobre la indemnización por accidente laboral. Lori trabajó para el Servicio Postal de Estados Unidos hasta que se lesionó la espalda.

A medida que avanzaba su lucha, el gobierno redujo sus cheques mensuales de beneficios y luego los suspendió. Ella y su esposo vendieron su auto y su casa y se mudaron de la Florida a Georgia, donde el costo de la vida era más bajo.

Dijo que se endeudó con las tarjetas de crédito y llamó a un abogado tras otro, pero le dijeron que ningún abogado la ayudaría porque no se podía ganar dinero con un caso de Seguridad Social. Entonces encontró uno a través de la asistencia jurídica.

Después de seis años de lucha contra la SSA, incluyendo múltiples apelaciones, Lori prevaleció. Un juez administrativo falló a su favor y eliminó la deuda.

Lori había gastado el dinero de sus beneficios creyendo que tenía derecho a él, escribió el juez, y “exigir el reembolso iría contra la equidad y la buena conciencia”.

Una familia de Covington, Georgia, vivió una experiencia similar.

En 2018, Matt Cooper recibió un disparo en la cara mientras trabajaba como agente de policía allí. Desde entonces, él y su esposa, Kristen, han dependido de los pagos de la Seguridad Social para ayudar a mantener a sus dos hijos pequeños.

“Cada decisión que tomamos para nuestra familia se basó en los beneficios que se suponía que debíamos recibir”, dijo Kristen Cooper.

Desde que Matt Cooper recibió un disparo en la cara mientras trabajaba como agente de policía en 2018, él y su esposa, Kristen, han dependido de los pagos de la Seguridad Social para ayudar a mantener a sus dos hijos pequeños. La Administración de la Seguridad Social exigió recientemente a la familia que devolviera $30,000 y redujo los beneficios de los niños.

Pero la Administración exigió recientemente a la familia la devolución de $30,000 y redujo los beneficios de los niños. Cooper dijo que la dependencia no incluyó correctamente en sus cálculos la indemnización laboral de su esposo.

“Situaciones como esta se presentan y me devuelven la rabia y la necesidad de proteger a mi familia”, dijo. “Definitivamente, el sistema nos ha defraudado”.

Demasiado tarde

Alex Hubbard, de 30 años, tiene autismo y dice que trabaja en una oficina de correos para mantenerse ocupado.

“Me gusta estar ocupado porque no quiero aburrirme en casa”, dijo.

En 2019, Hubbard recibió un aviso de que le pagó de más $11,111.43.

“Se supone que debo reportar mis salarios, pero simplemente no sé cómo, cómo funciona”, dijo el habitante de Seattle.

Alex Hubbard tiene autismo y dice que trabaja en una oficina de correos para mantenerse ocupado. En 2019, Hubbard recibió un aviso de sobrepago de la Administración de la Seguridad Social que decía que debía $11,111.43.
Alex Hubbard tiene autismo y dice que trabaja en una oficina de correos para mantenerse ocupado. En 2019, Hubbard recibió un aviso de sobrepago de la Administración de la Seguridad Social que decía que debía $11,111.43.

La agencia le ha suspendido los beneficios, dijo Hubbard, pero habría sido mejor que se los hubieran suspendido antes de que debiera todo ese dinero.

“Deberían haberme avisado hace años que debía esa cantidad”, dijo Hubbard.

Ahora la dependencia está intentando cobrarle el dinero a su madre, que es incapaz de gestionar sus beneficios desde que sufrió un derrame cerebral, dijo Hubbard.

Tratar con la Administración del Seguro Social puede ser exasperante, dicen los beneficiarios.

Las cartas de la dependencia no proporcionan explicaciones claras, y si las personas que reciben avisos de pago excesivo pueden comunicarse con un ser humano, los empleados de la agencia dan respuestas poco uniformes, dijeron los beneficiarios.

Los empleados de la SSA entrevistados para este artículo, en calidad de dirigentes sindicales, afirman sentirse identificados.

Los beneficiarios “tienen dificultades para ponerse en contacto con una dependencia que prácticamente ha dejado de responder al público debido a la falta de personal”, dijo Jessica LaPointe, especialista en reclamaciones de la oficina local de la SSA en Madison, Wisconsin, y presidenta de un consejo sindical que representa a los empleados de la Seguridad Social.

Tiggemann, la portavoz de la dependencia, citó el reto de “las pérdidas de personal y las limitaciones de recursos” en su declaración por escrito.

En un mensaje presupuestario de marzo de 2023, el comisionado interino de la SSA, Kilolo Kijakazi, dijo que la SSA estaba “reconstruyendo” su fuerza laboral después de terminar el año fiscal 2022 “en nuestro nivel de personal más bajo en más de 25 años”.

Los nuevos empleados necesitan mucho tiempo para ponerse al día, dijeron empleados. Las reglas complejas causan problemas tanto a los empleados como a los beneficiarios.

Los ciudadanos “a menudo tienen dificultades para entender realmente lo que deben declarar”, dijo LaPointe.

Reglas para los beneficiarios

Los beneficios por discapacidad están pensados para personas que no pueden hacer mucho trabajo.

Para las personas discapacitadas que no son ciegas, el gobierno suele fijar un límite en los ingresos de $1,470 o más al mes.

No son solo los saldos bancarios o los importes de las nóminas y similares los que pueden afectar a los beneficios de una persona. En el programa SSI, si un familiar le da de comer o un lugar donde quedarse, eso puede contar como “ayuda en especie”.

Parte del problema del SSI, según los críticos, es que los límites de los activos que los beneficiarios pueden tener sin perder los beneficios no se han ajustado desde 1989. Los límites se sitúan en $2,000 para los individuos y $3,000 para las parejas.

Si los límites de activos se hubieran indexado a la inflación desde 1972, cuando se creó el programa, serían casi cinco veces superiores a los actuales, según un informe de julio de 2023 elaborado por investigadores del Center on Budget and Policy Priorities.

Mantener la elegibilidad para los beneficios de la Seguridad Social deja a la gente con poco dinero al cual recurrir, por no hablar de pagar una gran deuda al gobierno.

Un grupo bipartidista de legisladores presentó el 12 de septiembre un proyecto de ley para elevar los límites.

Los programas SSDI y SSI incluyen reglas destinadas a animar a la gente a trabajar. Sin embargo, “si los beneficiarios intentan trabajar, es probable que tengan que hacer frente a un pago excesivo, y es probable que sea grande”, dijeron Smalligan y Chantel Boyens, del Urban Institute, en un informe de marzo de 2023 encargado por el Consejo Asesor de la Seguridad Social.

‘En muy mal lugar’

La tía y cuidadora de Justina Worrell, Addie Arnold, de 69 años, que la acogió cuando se quedó huérfana de niña, dijo que ninguna de las dos tiene $60,175.90 para devolverlos al gobierno.

La carta de agosto de 2022 exigiendo la devolución de esa cantidad no fue la primera ni la última palabra que han recibido de la Administración sobre posibles errores en los pagos. El asunto afecta a dos flujos de beneficios: uno procedente de la cuenta del padre fallecido de Worrell y otro relacionado con su discapacidad, explicó Arnold.

“He estado confundida desde que esto empezó”, dijo.

La tía y cuidadora de Justina Worrell, Addie Arnold, que la acogió cuando quedó huérfana de niña, dice que ninguna de las dos tiene las decenas de miles de dólares que el gobierno le pide que devuelva.
La tía y cuidadora de Justina Worrell, Addie Arnold, que la acogió cuando quedó huérfana de niña, dice que ninguna de las dos tiene las decenas de miles de dólares que el gobierno le pide que devuelva.

Una carta de la SSA de febrero de 2023 que pretende explicar cómo “le pagamos [a Worrell] $7,723.40 de más en beneficios” incluye datos difíciles de descifrar que se remontan a 1996.

La SSA ha renunciado a reclamar parte de los más de $60,000 que solicitó hace un año, pero la mayor parte sigue pendiente, según Arnold.

Arnold cree que parte del problema es que el empleador de Worrell le pidió que trabajara horas adicionales en el hogar de ancianos, donde ella maneja un lavavajillas y lleva bandejas.

“Tiene tanto miedo de perder su trabajo que hará todo lo que le pidan. Eso forma parte de su estado mental”, escribió Arnold en una carta en la que apelaba a la Administración de la Seguridad Social.

“De verdad espero y rezo para que se le permita seguir cobrando el SSI”, escribió Arnold, “porque tiene que seguir viviendo y sin ella estará en muy mal lugar”.

Reporteros que contribuyeron a esta investigación Josh Wade, de Cox Media Group; Justin Gray, de WSB-TV de Atlanta; John Bedell, de WHIO-TV de Dayton, Ohio; Shannon Butler, de WFTV-TV de Orlando, Florida; Amy Hudak, de WPXI-TV de Pittsburgh; Jesse Jones, de KIRO-TV de Seattle; Ted Daniel, de WFXT-TV de Boston; Madison Carter, de WSOC-TV de Charlotte, Carolina del Norte; Ben Becker, de WJAX-TV de Jacksonville, Florida.

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