Los seguidores de Trump adoptan su discurso violento y abuchean a las congresistas mujeres

WASHINGTON (AFP).- Los gritos se escucharon con claridad. Reclamaban al unísono: "Envíala de vuelta, envíala de vuelta". Ayer, en un nuevo acto de campaña, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continuó con sus ataques contra las congresistas demócratas que según él "detestan EE.UU." y consiguió que sus seguidores se sumaran a la ola agresiva y pidieran que expulse a una de ellas del país.

Ante una marea de boinas rojas con la leyenda "Make America Great Again", el presidente citó a las cuatro parlamentarias integrantes de minorías a las que había instado a "regresar" a sus países de origen, "lugares infestados por la criminalidad", en unas declaraciones que prendieron la polémica dentro y fuera de Estados Unidos.

Y en un momento determinado, cuando mencionó a Ilhan Omar, estadounidense nacida en Somalia y una de las primeras mujeres musulmanas en llegar al Congreso (quien generó una polémica con comentarios sobre Israel juzgados como antisemitas por varios legisladores), provocó el abucheo de la multitud y los gritos que reclamaban: "Envíala de vuelta, envíala de vuelta".

"Estos ideólogos de izquierda (...) quieren destruir nuestra Constitución, suprimir los valores sobre los cuales nuestro magnífico país fue construido", dijo Trump en Greenville, Carolina del Norte. "Esta noche, renovamos nuestra determinación de que Estados Unidos no se convierta en un país socialista", agregó.

Muy agresivo respecto a las cuatro mujeres, a las que los medios llamaron "el escuadrón" y quienes para el republicano son "las malvadas jóvenes legisladoras socialistas", Trump además se mostró irónico con Alexandria Ocasio-Cortez, diputada por Nueva York y de madre puertorriqueña. "No tengo tiempo de mencionar tres nombres, llamémosla Cortez", dijo el presidente.

La mediática "AOC", la más joven de la Cámara de Representantes, desató una polémica a mediados de junio al comparar los centros de retención de inmigrantes de la frontera con México con "campos de concentración".

El millonario republicano de 73 años, que en noviembre de 2020 buscará un segundo mandato de cuatro años, está buscando con este refuerzo de su discurso antiinmigración alimentar las tensiones raciales e ideológicas y al excavar las líneas que dividen a Estados Unidos.

Impeachment

Por otra parte, en el acto el mandatario se congratuló con el rechazo por parte del Congreso a una propuesta para destituirlo.

La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, que había aprobado el martes por la noche una condena a los comentarios de Trump por considerarlos "racistas", se negó sin embargo a respaldar los intentos de iniciar el proceso de destitución del mandatario, ilustrando las divisiones dentro del partido opositor.

Trump celebró en Twitter el fracaso de la iniciativa, a la que calificó como "ridícula". "No debería permitirse que esto le pase nunca a ningún presidente de Estados Unidos", sentenció.

Pese a la polémica, sus comentarios (tildados por la oposición de "racistas") no parecen afectar su popularidad entre los electores republicanos: su tasa de aprobación aumentó cinco puntos, a 72%, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada el lunes y martes. En comparación con la semana pasada, su índice de popularidad en la población general se mantuvo estable en 41%.