Polifacético, simpático y con gran sentido del humor, el actor colombiano Sebastián Martínez se ha convertido en el galán del momento como protagonista de dos exitosas superproducciones internacionales: Pálpito (The Marked Heart) en Netflix y Hasta que la plata nos separe en Telemundo. Durante su más reciente visita a Miami tuvimos oportunidad de conversar con este actor, que nos habló de su vida y los personajes que lo han catapultado a la fama mundial.

“Estoy muy feliz con el giro que ha tomado mi carrera”, dice el artista nacido en Medellín, que está recogiendo los frutos de 22 años de trabajo en más de 25 telenovelas y series.

“Comencé profesionalmente a los nueve años cuando fui seleccionado para estelarizar el melodrama Padres e hijos, pero hice mis primeros pinitos en la telenovela Ángel de la guarda mi dulce compañía”, recuerda el actor, quien ha participado exitosas novelas como: Juegos prohibidos, Mujeres, La Pola, La viuda de la mafia, Rosario Tijeras, La ley del corazón, Los caballeros las prefieren brutas, La querida del Centauro y Primate entre muchas otras.

Al preguntarle qué prefiere si el drama o la comedia, sin pensarlo responde: “La comedia, porque la carga emocional que lleva el drama es muy intensa”, asegura Martínez que en este momento brilla a nivel mundial como Zacarías Cienfuegos, un villano dramático en la serie Pálpito… y nos hace reír a carcajadas con Rafael Méndez, un galán sufrido pero chistoso en Hasta que la plata nos separe.

“Rafael es un humilde comerciante, que tiene un accidente con Alejandra Maldonado (Carmen Villalobos), provocando un choque que terminará revolcando sus vidas”, dice Sebastián que al principio dudó de interpretarlo.

“El presidente de RCN me insistió. Leí el guión y tuve una conexión increíble. Sentí que era un gran regalo que la vida me estaba dando de poder encarnar un tipo como Méndez. Hoy llevamos varios meses rodando… y doy gracias de trabajar en una historia original del gran Fernando Gaitán, autor de Yo soy Betty, la fea, Café con aroma de mujer y Hasta que la plata nos separe, que se emitió hace 16 años con gran éxito y tuvo adaptaciones en México y en China”, comenta Sebastián quien está disfrutando el interpretar al vendedor que le rompió la pierna y las costillas a la Maldonado.

“No vi las otras versiones. Partí de la bondad que representa Rafael. Este personajes se agradece porque reivindica los valores del ser humano. Un hombre que aunque podía huir de accidente, rescató a la mujer ensangrentada y la llevó al hospital. Aunque lo encarcelaron, no se arrepiente de su buena obra… Por eso es capaz de enfrentarse a la fiera herida en la que se convirtió Alejandra… para recibir trancazos y muletazos”, compartió el actor que se luce con su papel del vendedor que va por las calles gritando: “¡Si no le alcanzan las uñas… les tengo rascaespaldas, coladores, escobas y cremas para las arrugas!”… Pero cuando le piden su Curriculum, presenta un Ridiculum que provoca las burlas.

“Méndez sólo estudió la primaria, pero es un gran vendedor y con buen humor y eficiencia logra domar a las fieras”, adelanta el actor, que cambia la onda dicharachera de Rafa, al preguntarle sobre Zacarías Cienfuegos, el hombre siniestro que está arrasando en Netflix.

“Son personajes muy diferentes. Lo único que tienen en común es el amor”, dice Martínez quien asegura que Rafael quiere a su ‘Pajarita’ y por eso le silva trinos cursis al oído… pero luego se enamora profundamente de Alejandra. Mientras que el tremebundo Zacarías se convierte en asesino por amor.

“Cienfuegos es un hombre obsesionado que hará lo que sea necesario para salvar a Camila Duarte (Ana Lucía Domínguez), cueste lo que cueste”, dice el histrión sobre su versatilidad al momento de adaptarse.

“Me siento cómodo porque todos los seres humanos tenemos partes oscuras. Ningún personaje es malo, ni bueno… simplemente actúan en circunstancias específicas. Cienfuegos controla el poder, el dinero, la autoridad, pero su lado flaco es el amor”, aclara Martínez quien filmando Pálpito, también sintió acelerada su frecuencia cardiaca.

“La emoción de saber que teníamos en nuestras manos una gran historia con una gran apuesta era alucinante”, dice el artista antioqueño que brilla con su actuación en la trama escrita por Leonardo Padrón, la cual comienza cuando Camila sufre un paro cardíaco el día de su boda y necesita un trasplante. Su novio un hombre con un trabajo oscuro vinculado a las altas esferas del poder hace todo lo posible para conseguir el órgano que necesita. Así que manda secuestrar y matar a una mujer, cuyo corazón termina en el cuerpo de Camila”, cuenta el actor, quien comparte cómo fue meterse en la piel de Zacarías.

“Me basé en el ego, ese motor tan fuerte que te hace creer que no existe nada superior a ti, ni siquiera Dios… y ese es el punto de partida a la locura. Es un personaje que me gustó porque aunque padece ese poder que enferma la mente, al mismo tiempo tiene esa parte humana que es su gran amor“, explica Sebastián, quien entiende muy bien ese hermoso sentimiento, porque después de 15 años de matrimonio sigue muy enamorado de su esposa la actriz Kathy Sáenz, Virreina de Colombia-1992. Hace poco publicó en Instagram a sus 3,200,000 seguidores, un video que recopiló fotos y clips de la pareja desde que se conocieron durante la grabación de la exitosa telenovela colombiana Juegos Prohibidos donde la química traspasó la pantalla. Actualmente viven con sus hijos Shenoa, Alana y Amador, este último es el único hijo de la pareja, que con sus muestras de cariño, amor y apoyo incondicional, han superado todos los obstáculos, demostrado que son una de las parejas más bellas y felices de mundo artístico.

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