Santos exhibe y propina goleada de escándalo al Cruz Azul en Torreón

CIUDAD DE MÉXICO, agosto 6 (EL UNIVERSAL).- Pretextos se pueden poner cientos para aliviar las críticas sobre Cruz Azul, que si el plantel es corto, que no le llegan los refuerzos, que la dirección deportiva está abandonada.

La realidad es que es hora de comenzarle a exigir a Diego Aguirre. El uruguayo ya tiene más de dos meses en el equipo, ya debe saber qué le duele al conjunto y cómo remediar ese dolor.

Pero parece que no, no tiene ni idea de dónde está parado.

Santos Laguna exhibió a La Máquina, le dio una repasada al golearla 4-0, y sin ser arrollador, porque tiró máximo cinco o seis ocasiones y metió cuatro.

La defensa de Cruz Azul es de papel, para nada de cemento, y a eso hay que agregarle que no hay ayuda en media cancha y que adelante se genera poco, y cuando se logra, no meten el balón.

Sí, ya no está Santiago Giménez, pero un equipo como Cruz Azul debe tener más armas, más opciones que sólo un joven delantero que estaba en racha. Sí, le falta un líder en la defensa central, pero más allá de esperar a que Ramiro Funes Mori tome ese puesto, en lo que se debe basar la esperanza es en un sistema que impida que le lleguen tanto y que se anoten goles.

Cruz Azul fue un desastre, fue humillado por un equipo de Santos Laguna que fue práctico, dinámico y contundente. Eduardo Fentanes ha encontrado el equilibrio perfecto entre cantera y jugadores consolidados.

Goles de Marcelo Correa y Hugo Rodríguez, de cabeza; de Eduardo Aguirre y Carlos Orrantia con el pie. En resumen, Santos humilló a Cruz Azul, que fue un desastre.