Santo Domingo: un proyecto forestal que disminuyó 450 mil toneladas de dióxido de carbono en Corrientes

Si tenemos en cuenta que un solo árbol aporta el oxígeno que necesitan para respirar tres personas a lo largo de un día, no es difícil imaginar lo que pueden representar 3.5 millones árboles: un verdadero pulmón para una comunidad. Eso es Santo Domingo, un campo de plantación forestal ubicado en la provincia de Corrientes, más precisamente en Ituzaingó. Se trata de un predio de 3405 hectáreas protegido desde hace 12 años por Novartis. El 24% del total de esta superficie son reservas de bosques nativos, pastizales y corredores riparios.

Santo Domingo es el eje principal de la política ambiental encarada por la compañía de salud e innovación de origen suizo Novartis, en asociación con el grupo de expertos en diseño forestal de GMF Latinoamericana , y es el primer y único proyecto forestal del país llevado a cabo bajo el Mecanismo para un Desarrollo Limpio, un procedimiento establecido en el Protocolo de Kioto, el primer acuerdo internacional que apuntó a reducir la emisión de los principales gases que crean el efecto invernadero. Cumple además con los objetivos de desarrollo sostenible a los que adhirió la compañía en el pacto Global de las Naciones Unidas.

Con una inversión inicial de más de 13 millones de dólares, Santo Domingo ha tenido un impacto triple: económico, social y ambiental. Sólo alcanza con ver los números para dimensionar lo positivo de su alcance. Hasta el momento logró disminuir 452.000 toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale a lo emitido por 140 mil autos en promedio en un año. Esto lo convirtió en el proyecto sostenible más exitoso de los cuatro que la empresa lleva adelante en Colombia, Mali y China. Santo Domingo además, genera beneficios a largo plazo para las comunidades locales: la creación de empleo.

Para el 2020 Novartis aspira a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y su producción de residuos reciclables en un 30% en comparación a 2010. La compañía también se comprometió a proteger la calidad del agua y reducir su consumo, así como a disminuir la huella de carbono en su cadena de abastecimiento.