Sanders se consolida como puntero en la primaria presidencial demócrata tras su triunfo en New Hampshire

El senador Bernie Sanders fue el ganador de la elección primaria demócrata en New Hampshire y con ello consolidó su posición como puntero en la contienda por definir quién retará en noviembre en las urnas a Donald Trump. Una condición que implica un vuelco sustantivo en el panorama político-electoral de Estados Unidos.

En paralelo, la lejana quinta posición en la primaria de New Hampshire del exvicepresidente Joe Biden, quien fue el favorito y líder en las encuestas prácticamente durante todo el año pasado, ponen en entredicho sus posibilidades de ser el candidato presidencial demócrata.

El senador por Vermont, Bernie Sanders, (AP)
El senador por Vermont, Bernie Sanders, (AP)

Ciertamente, los resultados de New Hampshire, y los previos de Iowa, solo representan un fragmento muy pequeño de los delegados necesarios (65 de 1990) para ganar la nominación demócrata y ambos estados no resultan representativos del electorado a escala nacional, por lo que no son por ello indicadores de tendencias irreversibles o definitivas.

Pero que el nuevo puntero, en las encuestas a escala amplia y en los lugares donde ya se ha votado, sea un candidato de amplio cuño progresista, que se reconoce como demócrata socialista y plantea una revolución profunda del modelo político y económico nacional es indudablemente un giro de peso en la actitud de los estadounidenses.

Con todo, de cara a las primarias próximas en Nevada y Carolina del Sur durante febrero y sobre todo a las del llamado Supermartes del 3 de marzo, cuando hay 1,357 delegados en disputa, es claro que Sanders ha logrado enorme impulso mientras que la campaña de Biden está en grave riesgo de fracasar. Incluso si, como se ha planteado, los resultados en Nevada y Carolina del Sur, estados más diversos que Iowa y New Hampshire, puedan mitigar su caída y darle opciones de regresar a los primeros planos.

En paralelo al indudable auge de Sanders, otros candidatos han mostrado resultados destacados que, aunque aún lejos de ser considerados favoritos, les conceden hoy posibilidades sustancialmente mayores que las que tenían hasta antes de los procesos primarios de Iowa y New Hampshire.

El primero es Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend (Indiana) quien se ha convertido en un contendiente de enorme dinamismo y arrastre. Su juventud y posición de centro le ha ofrecido dividendos importantes y la logrado hacerse de votantes que previamente habrían optado por Biden. Ello es también un caso singular, pues Buttigieg, que es homosexual declarado, era hasta antes de postularse un desconocido a escala nacional con experiencia política muy reducida.

Su auge presente tras su éxito en Iowa y su segundo lugar, a pocos puntos porcentuales de Sanders en New Hampshire, es por ello un dato notable y también signo de una transformación en las actitudes de los votantes.

El exalcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg. (AP)
El exalcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg. (AP)

Otra centrista, la senadora Amy Klobuchar, logró en New Hampshire un impulso sustancial. Y aunque sus posibilidades de lograr la candidatura aún lucen reducidas, se ha convertido ya en una alternativa moderada a Sanders, en competencia con Buttigieg y ambos desplazando de ese espacio a Biden. Con todo, ni Buttigieg ni Klobuchar han registrado apoyos relevantes en las preferencias en las encuestas en Nevada y Carolina del Sur, por lo que el entusiasmo hacia ellos podría ponerse en suspenso si en esos estados, como los sondeos han indicado, son Biden y Sanders los que salen más favorecidos.

En todo caso, ambos llegarán al Supermartes con mucho más impulso del que muchos les habrían concedido hasta hace unas semanas.

En contrapartida, la campaña de la senadora Elizabeth Warren, quien en algún momento creció como una opción progresista de peso, ha tenido dos malos resultados en Iowa y New Hampshire y tiene reducidas perspectivas en Nevada y Carolina del Sur, por lo que hay voces que sugieren que el voto del ala izquierda del Partido Demócrata podría estarse ya decantando del lado de Sanders.

Tal consolidación era previsible en uno y otro sentido, pero varios analistas consideraban que Warren podría haber sido la beneficiada o, al menos, que su merma no se daría sino hasta las votaciones de marzo.

Una figura que podría alterar todo ese escenario es Michael Bloomberg, exalcalde de Nueva York y una de las personas más ricas del mundo. Aunque no ha competido formalmente en Iowa y New Hampshire, su ingente gasto en publicidad (del orden de los 350 millones de dólares de su propio bolsillo) ha impulsado su candidatura y lo ha proyectado como una alternativa de centro con buenas opciones en las próximas citas primarias de aquí al Supermartes.

Ello resulta especialmente significativo porque mientras que, al menos en principio, el voto progresista parece ir confluyendo en Sanders, el centro que antes giraba en contra de Biden está ahora desplazándose también hacia Buttigieg, Klobuchar y Bloomberg. Todo ello es aún provisional y podría modificarse, pero ha abierto la puerta a la posibilidad de que la candidatura demócrata se defina en una convención abierta, lo que no ha sucedido en décadas.

La senadora por Minnesota Amy Klobuchar. (AP)
La senadora Amy Klobuchar. (AP)

Por el momento, Sanders es el puntero y muchos en el Partido Demócrata aún se encuentran perplejos ante ello y enfrascados en una polémica sobre si es él –que goza con un enorme aparato de recaudación de fondos de pequeños donantes y un entusiasta y muy numeroso apoyo entre los jóvenes– quien puede vencer en noviembre a Trump.

Algunos dudan que lo sea, por sus posiciones de izquierda, mientras que otros creen que su capacidad de movilización lo hace el más capaz de hacerlo, incluso de quitarle al presidente votantes en los estados clave de Pennsylvania, Michigan y Wisconsin que en 2016 Sanders ganó en las primarias y luego Trump le arrebató a Hillary Clinton en las elecciones generales.

El panorama se aclarará el 3 de marzo, el llamado Supermartes, cuando las tendencias y resultados alcanzarán una magnitud que podría, sumados a los resultados del 10 y 17 de ese mes, resultar prácticamente irreversible. No hay nada asegurado hasta el momento pero Sanders luce, hasta ahora, como el más probable ganador de la candidatura demócrata.

Ante ello, y a la espera de que se dé el proceso de votación primaria en las próximas semanas en los diversos estados del país, el Partido Demócrata tiene el reto de unirse en torno a quien gane su nominación presidencial y consolidar un frente común, al margen de sus diferencias ideológicas, para ser capaces de vencer a Trump.

Esa victoria, al final, es su mayor objetivo y requerirá un esfuerzo monumental.