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La Conferencia de Lisboa, una oportunidad para la economía azul

Lisboa, 25 jun (EFE).- Los fondos de inversión miran hacia la economía azul y la Conferencia de Lisboa es una oportunidad para nuevos proyectos, apunta el ministro luso de Asuntos Exteriores, João Gomes Cravinho, quien, en una entrevista con Efe, confía en avanzar en la convergencia mundial sobre el futuro de los mares.

Además de Gobiernos, organismos internacionales y sociedad civil, unas 500 empresas con fondos para financiar proyectos de economía azul asistirán a la II Conferencia de los Océanos de Naciones Unidas.

"Hay más dinero disponible para financiar proyectos que proyectos de economía azul sostenible", asegura el ministro.

"Los grandes fondos internacionales ya identificaron la economía azul como un área de gran interés para el futuro y creemos que en Lisboa surgirán algunos proyecto que pueden ser financiados", augura.

De "la mayor conferencia realizada nunca sobre los océanos y la más importante", el titular de Exteriores luso espera que el futuro de los mares se consolide como un tema de la agenda de gobernanza global.

El objetivo es impulsar "una convergencia mundial sobre los océanos", porque "la salud de los océanos es vital para la salud del planeta, y sin salud en el planeta, la especie humana no sobrevive. Es tan simple como eso" resume.

Y advierte que no hay tiempo que perder: "Demoramos 23 años, de la cumbre de Tierra de 1992 hasta el tratado de París en 2015. En relación a los océanos no tenemos este tiempo disponible".

DECLARACIÓN DE LISBOA

La de Lisboa no es una cita organizada para cuantificar compromisos, pero "están creadas las condiciones" para avanzar en la inclusión del tema en las agendas políticas globales.

El documento final, la Declaración de Lisboa, "fue negociada durante dos años", aunque no es vinculante ni marca objetivos en cifras.

"La Conferencia de Lisboa no va a tratar de comas, ni parafreseados, sino que permitirá debatir los grandes temas políticos, biodiversidad y protección de las áreas marinas, de la diversidad en alta mar, la nueva economía azul, las cuestiones de seguridad en los mares", puntualiza el ministro.

"Hay un amplio abanico de temas a discutir y creo que si en un par de décadas miramos para atrás y vemos que se hicieron algunas cosas en protección de los mares, vamos a considerar que Lisboa fue un marco en este proceso".

RUSIA

La participación de Rusia -Moscú enviará a Lisboa al representante especial del presidente Vladimir Putin para asuntos climáticos- ha generado revuelo, aunque el ministro luso asegura que no ha recibido quejas de los participantes en el foro de Lisboa.

"Ningún país nos contactó. Es normal porque son las reglas de Naciones Unidas, Rusia es miembro de Naciones Unidas".

"En lo referente a ser anfitriones respetamos las reglas de la ONU", sin embargo, "en lo que respecta a nosotros, son nuestras reglas las que rigen".

"Yo voy a ser anfitrión de una recepción para los jefes de delegación de todas las misiones, pero no convidamos Rusia. Es una cortesía nacional y no estamos obligados a seguir las reglas de la ONU", matiza.

¿Puede haber conflicto durante las sesiones por la presencia de Rusia y Ucrania? El ministro lo descarta. En una reciente reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Ginebra estuvieron delegaciones de ambos países, recuerda.

"No hubo conflicto, hay una manifestación de desagrado en forma diplomática y correcta que todos sabrán interpretar", dice.

Delegaciones de 140 países, más de una veintena de jefes de Estado y de Gobierno, organismos internacionales, empresas privadas y sociedad civil participarán en la Conferencia de los Océanos que comenzará el lunes en Lisboa y concluirá el 1 de julio.

En conjunto, más de 7.000 personas se ha registrado para acceder a las sesiones que se celebrarán en el Altice Arena del lisboeta Parque de la Naciones, a orillas del Tajo, rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad integrado por más de 1.600 efectivos.

Mar Marín

(c) Agencia EFE