Anuncios

Saltarse el desayuno es malo para los diabéticos

Las personas con diabetes tipo 2 que se saltan el desayuno y no comen hasta el almuerzo tendrían picos de azúcar en sangre durante el día, según sugiere un pequeño estudio publicado recientemente. En la imagen, una bandeja con leche y cereales en una cafetería de Londres el 10 de diciembre de 2014. REUTERS/Luke MacGregor

Por Lisa Rapaport (Reuters) - Las personas con diabetes tipo 2 que se saltan el desayuno y no comen hasta el almuerzo tendrían picos de azúcar en sangre durante el día, según sugiere un pequeño estudio publicado recientemente. En la investigación cuando 22 pacientes con diabetes tipo 2 no desayunaron, los autores detectaron un aumento de las hiperglucemias después del almuerzo o la cena además de una pérdida de eficiencia orgánica para procesar la glucosa o de la capacidad de convertir el azúcar en sangre en energía. Los autores esperaban que saltarse el desayuno no fuera saludable, pero les sorprendió la magnitud del efecto en el metabolismo de la glucosa, según comentó la autora principal, Daniela Jakubowicz, de la Universidad de Tel Aviv. "Esto significa que reducir la cantidad de almidón y azúcares en el almuerzo y la cena no influirían en los niveles de glucosa en sangre elevados si los pacientes también se saltan el desayuno", dijo vía e-mail. La Organización Mundial de la Salud informa de que uno de cada 10 adultos es diabético. Como en el estudio, la mayoría padece diabetes tipo 2, que está asociada con la obesidad y el envejecimiento; aparece cuando el organismo no puede producir o procesar suficiente cantidad de insulina. En Diabetes Care, el equipo publica que estudios previos habían asociado no desayunar con un aumento del riesgo de engordar y desarrollar diabetes. En el nuevo estudio, el equipo de Jakubowicz monitoreó a 12 hombres y 10 mujeres de unos 57 años y con sobrepeso. Todos concurrieron a la clínica en ayunas para hacerse análisis de sangre y se les indicó consumir dos o tres comidas diarias de acuerdo con la etapa del experimento en el que participaban. Consumieron la misma comida balanceada con la misma cantidad de calorías en el almuerzo y la cena. A las dos o cuatro semanas, repitieron el proceso, pero esta vez desayunaron o no de acuerdo con lo que habían hecho en la primera fase. Los niveles de azúcar en sangre los días que los participantes se saltaron el desayuno fueron un 40 por ciento más altos después del almuerzo y un 25 por ciento más altos después de la cena que los días que consumieron las tres comidas del día. La autora explicó que, al no desayunar, el páncreas no habría podido producir la cantidad adecuada de insulina para controlar los niveles de glucosa en sangre. Normalmente, las células beta pancreáticas liberan insulina cuando aumenta el azúcar plasmático. Dado que el estudio fue sólo sobre pacientes diabéticos, se desconoce si lo mismo podría ocurrirles a las personas sin diabetes. Además, se desconoce cuánto podría dudar esas hiperglucemias. Es posible, también, que la última cena influya en la glucosa plasmática al día siguiente, sin importar si la persona desayuna o no, según explicó Tanya Zilberter, investigadora especializada en enfermedades metabólicas del Instituto de Neurociencias de Sistemas, Marsella, Francia. Cenar tarde puede provocar un pico de glucosa en sangre al día siguiente, según agregó Zilberter, que no participó del estudio.