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Sin salir mucho del sótano, Joe Biden le saca ventaja a Trump en las encuestas

WASHINGTON.- Sin salir mucho del sótano de su casa, Joe Biden marca distancias en las encuestas. Cuando faltan cinco meses para la elección presidencia del 3 de noviembre -una eternidad en política, y más aún en 2020-, Biden ha logrado ampliar la ventaja sobre el presidente, Donald Trump , en los sondeos nacionales, y además aparece bien posicionado en un puñado de estados cruciales que decidirán la contienda.

El avance de Biden en los sondeos parece responder, más bien, a un derrape de Trump luego de tres meses en los que el país y su presidencia quedaron trastocados por el golpe de la pandemia del coronavirus, que además desgarró a la economía, y la ola de protestas que se desató en la última semana de costa a costa por el asesinato de George Floyd, un afroamericano que murió luego de ser asfixiado durante un arresto en el que intervinieron cuatro policías.

Una encuesta nacional de la Universidad Monmouth entre votantes registrados, que se realizó luego del asesinato de Floyd, le dio a Biden un respaldo del 52%, y fue el segundo sondeo que lo ubicó arriba de 50 puntos, con una ventaja de dos dígitos respecto de Trump. Con esas últimas mediciones, Biden trepó al 49,9 por ciento en el promedio de encuestas nacionales del sitio RealClearPolitics, uno de los termómetros de la política en Estados Unidos. Trump cayó al 42,1% luego de tocar un pico este año arriba de los 45 puntos en febrero, tras ser absuelto en el impeachment.

"La carrera sigue siendo en gran medida un referéndum sobre el presidente. La reacción inicial a los disturbios raciales en el país sugiere que la mayoría de los votantes siente que Trump no está manejando la situación tan bien", dijo Patrick Murray, director del Instituto independiente de encuestas de la Universidad Monmouth, al difundir los datos.

La Casa Blanca y el equipo de campaña de Trump miran con inquietud la realidad que pintan las encuestas, aunque confían en que la fidelidad de la coalición trumpista, que ha mostrado una devoción hasta ahora a prueba de todo, vuelva a inclinar otra vez la balanza a su favor. Biden, además, aún tiene por delante la tare de terminar de encender a los demócratas, una misión que bien puede terminar recayendo en la mujer que elija de compañera de fórmula.

Pero, más allá de lo que marquen los sondeos del termómetro nacional, en Estados Unidos la elección es indirecta, y lo que importa en definitiva es quién los 270 votos necesarios para capturar la presidencia en el colegio electoral. Esa carrera se define en un puñado de estados, los llamados swing states, que giran de una elección a otra porque los votantes se inclinan un año por el candidato demócrata y otro por el republicano o viceversa.

En 2016, la historia de la elección presidencial fue que Trump ganó la contienda gracias a apenas 77.714 votos repartidos en Michigan (10.704), Wisconsin (22.748) y Pensilvania (44.292), a pesar de que perdió el voto popular por casi tres millones de sufragios ante Hillary Clinton.

Aún traumados por ese resultado, los demócratas esperan que Biden logre reposicionar al partido en el Rust Belt, el "Cinturón del Óxido", los estados que antaño forjaron la gloria industrial de Estados Unidos, donde Trump tejió su histórico triunfo hace cuatro años. Biden también aparece bien posicionado en Pensilvania, Ohio, Michigan, Wisconsin y Minnesota, todos estados claves para el resultado final.

Pero algunos demócratas creen también que el camino a la Casa Blanca pasa también por los estados del sur del país, el Sun Belt, o "Cinturón del Sol", gracias a su clima más benévolo. Dos encuestas, una Fox News y otra de CNBC, mostraron a Biden al frente en Arizona, un bastión republicano que algunos demócratas sueñan con dar vuelta, y otros sondeos los mostraron en la delantera en Carolina del Norte, un estado que Barack Obama ganó en 2008. A eso se suma que todas las últimas encuestas en Florida ubican al demócrata delante del republicano.

A eso se suma que todas las últimas encuestas en Florida ubican al demócrata delante del republicano.

Otro de los datos más notables que han ofrecido los sondeos presidenciales es que Biden y Trump están, hoy, cabeza a cabeza en Texas. Una encuesta de la Universidad Quinnipiac colocó a Trump apenas un punto arriba de Biden, 44% a 43%.

"Demasiado apretado para predecir Texas", dijo Tim Malloy, una analista de encuestas de la Universidad de Quinnipiac. "A medida que el país confronta el caos y la pandemia de COVID-19, quizás uno de los estados más importantes de todos está abierto", agregó.

Quizá esa frase ofrezca la mayor alarma de todas para Trump. Texas es un bastión republicano, y ha votado consistentemente por los candidatos conservadores desde 1980. En 2016, Clinton llegó a decir que podía llegar a competir en Texas contra Trump gracias al avance de los latinos en la demografía del estado, un fenómeno similar al que se ve en Arizona.