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Miguel Cabrera alcanza los 3,000 hits, pero todo comenzó con los Marlins y su carrera se reverencia en Miami

La saga de los 3,000 hits de Miguel Cabrera comenzó con los Marlins. Ahora que superó esa mítica cifra que suele encumbrar a quienes la logran, la presencia del venezolano casi pudo sentirse durante toda esta semana en el clubhouse de los peces que siguieron en lo posible, el paso de un jugador que alguna vez vistió el uniforme de la organización.

Conocido como el Tigre de Aragua, Cabrera, de 39 años de edad, alcanzó el hito este sábado luego de conectar un sencillo al jardín derecho ante el derecho de los Rockies de Colorado, Antonio Senzatela, en la primera entrada de una doble cartelera el sábado.

Después de un breve momento con su familia detrás del plato, Cabrera anotó con un jonrón de tres carreras del novato de 22 años Spencer Torkelson, quien asumió como primera base habitual de los Tigres con Cabrera en el papel de bateador designado.

Cabrera nunca ha olvidado los momentos vividos con la franquicia que le dio el chance de debutar en el ya lejano 20 de Junio del 2003, cuando disparó un cuadrangular para dejar al campo a los Rays de Tampa Bay y dejar en claro que una estrella estaba por nacer.

“Desde que uno quería ser pelotero sabía de Miguel Cabrera’’, comentó Jesús Aguilar, primera base de Miami. “Se ha ganado un puesto en el tope de todos los peloteros venezolanos. Lo que ha logrado llena de orgullo a mi país, a los latinos, al béisbol. Lograr 3,000 hits será algo muy grande. Histórico’’.

Una figura de peso en la Serie Mundial ganada ese mismo año contra los Yankees, con su inolvidable jonrón contra el mítico Roger Clemens, Cabrera pegó 842 imparables cuando los Marlins eran de la Florida, el 28.7 por ciento de su total de hits, además de batear para .313 antes de irse en el 2008 para jugar con los Tigres de Detroit.

Quizá habría que buscar demasiado para encontrar a un bateador tan inteligente y completo como Cabrera, comparable solo con el dominicano Albert Pujols, quien estuvo estos días en La Pequeña Habana como uno de los pilares de los Cardenales de San Luis.

Prueba de ello es que de esos 842 incapturables con los Marlins, 183 fueron dobles, 10 triples, y 138 jonrones para un total de 331 extra bases que representan el 39 por ciento de sus hits, repartidos para todos los ángulos y lados del terreno, porque para batear en conteo y en todas las direcciones, Cabrera era y es un pelotero especial.

“Nunca he tenido el placer de conocerlo, pero se ve por encima la clase de persona que es y me han hablado muy bien de él’’, apuntó el lanzador Elieser Hernández. “A Miguel lo tenemos en un lugar muy alto. Miguel es Miguel y nadie se le acerca entre los venezolanos. Estamos muy orgullosos de él’’.

Foto de archivo. Miguel Cabrera le pegó un jonrón a Roger Clemens en cuenta de 2-2 en el primer inning del cuarto juego de la Serie Mundial, el 22 de octubre de 2003.
Foto de archivo. Miguel Cabrera le pegó un jonrón a Roger Clemens en cuenta de 2-2 en el primer inning del cuarto juego de la Serie Mundial, el 22 de octubre de 2003.

Cuando Cabrera se marchó, como tantas otras estrellas que la organización no pudo o no quiso mantener a lo largo de su historia, dejó un vacío muy profundo que no comenzó a llenarse, en parte, hasta la generación de los José Fernández, los Giancarlo Stanton y los Christian Yelich.

Pero su ejemplo se mantiene para todos en Miami donde todavía vive el venezolano y donde se prepara cada invierno antes de irse a la primavera, para no hablar ya de su hijo Christopher, de quien todos hablan como de alguien que pudiera seguir los pasos de su padre.

“Miami es mi casa, donde vivo, donde están estudiando y criándose mis hijos’’, comentó recientemente Cabrera a el Nuevo Herald. “Tenemos una buena comunidad aquí de beisbol, donde mi hijo participa. Esperemos que sigamos creciendo’’.

Los Marlins tienen seis jugadores con raíces venezolanas en su lista activa: tres jugadores de posición en Miguel Rojas, el primera base Aguilar y el jardinero Avisail García, así como tres lanzadores en Pablo López, Hernández y Jesús Luzardo.

Ganador de la Serie Mundial de 2003, dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Americana, 11 veces estelar, ganador de la Triple Corona de la Liga Americana en el 2012, siete veces Silver Slugger, cuatro veces campeón de bateo de la Liga Americana, Cabrera ha hecho de todo en las Grandes Ligas y esos 3,000 serían el pase definitivo al Salón de la Fama.

Quizá su impacto mayor se encuentra en esos peloteros que buscan su sombra protectora y benévola.

“Conocí a Miguel cuando estaba en las Menores, me había ganado un premio y el estaba por ahí’’, recordó García. “El vino hacia mí y desde ese momento fue como si me adoptara. Hemos tenido una relación especial. Siempre me ha apoyado en los buenos y en los malos tiempos. Tengo mucho que agradecerle a él’’.

Miguel Cabrera batea un hit con los Marlins en el partido ante los Filis de Filadelfia, celebrado el 31 de agosto de 2007 en Miami.
Miguel Cabrera batea un hit con los Marlins en el partido ante los Filis de Filadelfia, celebrado el 31 de agosto de 2007 en Miami.