Esto es lo que sabemos de la denuncia penal en contra de Rudy Giuliani en Georgia

La defensa legal de Rudolph Giuliani, otrora gobernador de Nueva York y exabogado de Donald Trump, fue informada que su representado es objeto de una investigación penal por los intentos del exmandatario y sus aliados para anular los resultados de las pasadas elecciones.

De acuerdo con el diario The New York Times, Giuliani tenía previsto comparecer ante un jurado especial el recién pasado lunes debido a que un juez le ordenó cumplir con una citación, pero al final, no se llevó a cabo.

El abogado del exgobernador de Nueva York, Robert Costello, declaró al Times que los fiscales pueden estar “delirando”, si creen que Giuliani revelará el contenido de sus conversaciones con Trump. Se espera que el exmandatario apele al “secreto profesional” que le concede el privilegio abogado-cliente y se niegue a responder las preguntas de un juez.

En diciembre de 2020, Giuliani emitió “falsas teorías conspirativas” ante legisladores estatales, de acuerdo con la agencia Reuters, instando a la población a tener cuidado con el robo de votos y alimentando la hipótesis de un fraude electoral. En aquel momento, el exgobernador de Nueva York pidió no certificar la victoria del entonces virtual ganador, el hoy presidente demócrata Joe Biden.

La investigación penal que versa en torno al condado de Fulton, en Georgia, es una de las varias que existen en contra de Donald Trump, en su fallido intento de invalidar los comicios electorales de 2020. Estas denuncias han salpicado a más de un miembro del grupo de asesores del expresidente estadounidense.

Cabe mencionar que, en noviembre de 2020, Trump afirmó sin bases legítimas que ganó la mayoría de votos del estado de Georgia. Esta aseveración resultó falsa. En una llamada telefónica, grabada en enero de 2021, Trump instó a un alto funcionario electoral del estado a “encontrar” los suficientes sufragios para “alterar” el resultado final de la contienda.

Trump y su carrera presidencial en 2024

El pasado 8 de agosto, elementos del FBI (Buró Federal de Investigaciones de EE.UU, por su siglas en inglés) arribaron a una de las viviendas de Trump, conocida como Mar-a-Lago, con el objetivo de hallar material clasificado y sensible de la Casa Blanca que, presuntamente, el expresidente pudo extraer tras culminar su periodo en el puesto de mayor trascendencia del país.

“Estos son tiempos oscuros para nuestra Nación, cuando mi bella casa, Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, está actualmente sitiada, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI. Nada como esto ha ocurrido nunca antes a un presidente de EE.UU”, dijo Trump en un comunicado.

Según el mandatario, el sistema judicial estadounidense –con la supuesta ayuda del presidente Joe Biden– quieren utilizar todo el poder del Estado para evitar que contienda por la presidencia de EE.UU. en el año 2024.

Un inventario publicado por el diario The Wall Street Journal detalló que el FBI incautó 20 cajas en Mar-a-Lago, además de carpetas de fotos y una nota manuscrita; información referente al presidente de Francia, Emmanuel Macron; y 11 juegos de documentos confidenciales, uno de ellos catalogado como “alto secreto-sensible”, cuatro más como “alto secreto”, y tres como “documentos secretos y otros”.

Hasta ahora, no se ha revelado el contenido de los documentos, pues se presume que podría tratarse de documentos secretos sobre armamento nuclear de EE.UU. e, inclusive, de otros países. Las autoridades norteamericanas han externado su preocupación acerca de que esos archivos “caigan en manos equivocadas”.

En tanto, Trump reveló a través de su red social que todo podría tratarse de un montaje: “¿Por qué el FBI no permitió la inspección de áreas en Mar-a-Lago con nuestros abogados? Los hizo esperar afuera en el calor, no les permitió acercarse. Les dijeron: ‘ABSOLUTAMENTE NO’. ¿Alguien quiere plantar información?”.

Por si fuera poco, el pasado 12 de agosto, el expresidente estadounidense recibió un nuevo revés judicial. Las autoridades pidieron continuar con el proceso penal por fraude y evasión fiscal contra Allen Weisselberg, exdirector financiero de la Organización Trump.