Súper Rugby. Los recuerdos de Jaguares en Sudáfrica: el comienzo de un viaje peligroso

Leyds, Boffelli y Willemse, durante otro choque entre Jaguares y Stormers

La distancia es como el viento: puede avivar la llama, o la puede apagar. El adverso calendario que le tocó en suerte a Jaguares para el Súper Rugby 2020 tiene reservado desde este sábado mismo un examen de rigor. Ante Stormers jugará el primero de tres partidos consecutivos en Sudáfrica, una seguidilla inusual y de máxima exigencia. La única vez que le tocó enfrentar algo así, se volvió con tres derrotas.

La historia muestra cómo las giras son particularmente una bisagra para la franquicia argentina. Un balance favorable suele relanzar la campaña; un saldo negativo, al contrario, puede echar por tierra un buen pasaje.

Este año, el fixture tomó particular saña con la franquicia argentina. Haber arrancado con tres partidos en casa se paga con esta gira de tres partidos en Sudáfrica (algo que sólo ocurrió en 2017) en medio de una seguidilla de ocho partidos seguidos (que equivale a media temporada regular) sin descanso, ya que la primera de las dos fechas libres cae en la 9ª jornada. Luego viene la acostumbrada gira de cuatro partidos por oriente que en esta oportunidad, además de Nueva Zelanda y Australia, incluye Singapur (para enfrentar a Sunwolves), primera vez que hay que visitar tres países en una misma gira; y la última fecha es un viaje solitario a Johannesburgo para un único encuentro ante Lions. Cuanto menos, desequilibrado. Seguro agotador.

Un comienzo que superó las expectativas

El inicio de la temporada fue más que satisfactorio y dejaron buenos cimientos sobre los que construir. Dos victorias y una derrota era algo que más de uno habría firmado antes del inicio de la competencia, considerando que Jaguares llegó con muchos jóvenes para sustituir bajas de peso y un nuevo sistema de juego. El rendimiento en los dos primeros partidos superó las expectativas y del tercero cabe rescatar la reacción anímica en el segundo tiempo. Los jugadores nuevos respondieron a la altura. Pero un diagnóstico más profundo también revela que el equipo todavía está en formación, que para lograr el carácter que alcanzó el año pasado todavía le falta rodaje. Tres semanas juntos pensando sólo en rugby y sin distracciones aparece como un buen escenario para acercarse a ese punto.

Marcos Kremer, uno de los mejores de la temporada, irá al banco

Sudáfrica era un territorio particularmente hostil para Jaguares hasta que el año pasado ganó los dos partidos de su segunda gira allí. Entonces cortó una racha de 10 derrotas y dos años y dos meses sin ganar en la tierra de Nelson Mandela. De hecho, hasta el 22-20 ante Bulls en Pretroria (el de los dos tries sobre el final de Domingo Miotti en su debut) nunca había vencido como visitante a ninguno de los cuatro equipos sudafricanos que permanecen en el Súper Rugby (sí ante Kings y Cheetahs, que desde 2018 no participan); una semana más tarde goleaba 51-17 a Sharks en Durban.

Fue a partir de estas dos victorias en Sudáfrica que el año pasado relanzó su campaña y ganó 11 de los siguientes 12 partidos camino a la final. Como visitante, Jaguares acumula cinco triunfos en sus últimas siete presentaciones.

Otras veces, la moneda cayó del lado opuesto. En 2016, por ejemplo, la auspiciosa presentación de Jaguares en el certamen empezó a derrumbarse con tres caídas en Nueva Zelanda y el equipo tocó fondo una semana después al perder ante Sunwolves en Japón. Al año siguiente, luego de un gran comienzo (4-1), las tres derrotas en Sudáfrica provocaron un espiral del que el equipo no pudo salir hasta que ganó sus últimos dos partidos en Australia; demasiado tarde para enderezar la temporada.

Por compartir la conferencia, Sudáfrica es el país donde más jugó Jaguares como visitante, pero también donde más le cuesta. Invicto en Australia (ganó sus seis partidos), de más que aceptable récord en Nueva Zelanda (tres victorias en ocho encuentros), en Sudáfrica sólo ganó cuatro de 18 partidos (22,22% de efectividad); esto sin contar su derrota en el único partido en Japón.

Y a pesar de que Sudáfrica es el país más cercano, el viaje es agotador. Para llegar a Ciudad del Cabo, Jaguares debió hacer escala en San Pablo y Johannesburgo. Así se explica en buena parte la rotación que dispuso Gonzalo Quesada para el partido del sábado, con ocho cambios entre los titulares.

La formación de Jaguares ante Stormers

El inicio no podría ser más difícil. Stormers llega como puntero e invicto en la conferencia luego de ganar sus tres encuentros. Los dos primeros, sin recibir puntos en contra, algo que ningún equipo había logrado en partidos consecutivos en la historia del Súper Rugby. En la última fecha ante Lions en Johannesburgo pareció haberse relajado y sólo consiguió la victoria 33-30 en la última pelota. Peor para Jaguares: el rival llega en estado de alerta. Para mañana (10.05 hora argentina) recupera a dos campeones del mundo como el medio-scrum Herschel Jantjies y el pilar Frans Malherbe, además del tercera línea Jaco Coetzee, que se acoplan a un equipo plagado de otros Springboks como Steven Kitshoff, Pieter-Steph du Toit y Damian Willemse. El emblemático capitán del seleccionado Siya Kolisi se mantiene al margen por lesión.

Encuentro con el embajador en Sudáfrica

De los cuatro equipos sudafricanos, Stormers es el que menor sangría sufrió después del Mundial y, salvo por las partidas importantes de Eben Etzebeth y Damian de Allende, mantuvo la base y hasta se reforzó con el internacional centro galés Jamie Roberts.

Jaguares nunca ganó en Newlands Stadium, en tres presentaciones. La rotación es algo que Quesada ya demostró saber administrar, pero no quita que pone al equipo en situación de vulnerabilidad frente a la solidez del local.

Con un plantel corto de sólo 28 jugadores para tres partidos, sin Agustín Creevy que se quedó en Buenos Aires, sin el capitán Jerónimo de la Fuente para el sábado, la forma en que el entrenador rote las piezas será determinante para el éxito de la gira.

El equipo argentino puede asaltar la punta de la conferencia con una victoria el sábado. Está en condiciones de hacerlo, pero el foco no está puesto sólo en este partido sino en la gira en su totalidad. El equipo todavía está en construcción. Las cuentas se hacen al final.