Súper TC 2000. Los 200 km de Buenos Aires quedaron en poder de Leonel Pernía y Antonino García

Antonino García, con el casco puesto, y Leonel Pernía, celebran sobre el auto la victoria en los 200 Kilómetros del Súper TC2000
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Una fórmula de pilotos que arrasó durante el fin de semana, una estructura que se acostumbró a ganar los 200 Kilómetros. El binomio Leonel Pernía y Antonino García (Renault Fluence) se adueñó de la tradicional carrera del Súper TC2000, que se desarrolló en el circuito N°9 del autódromo Oscar y Juan Gálvez. Un triunfo sin sobresaltos, a partir de la contundencia que exhibió el conjunto desde el primer entrenamiento del viernes y que se consumó luego de completar 60 vueltas, en 1h22m43s062/1000. Una pareja que demostró superioridad en condiciones de pista normal, pero también adaptación al clima, cuando la lluvia asomó durante la clasificación. Un tándem que extendió el dominio de Renault Castrol Team, que sumó su cuarto éxito consecutivo en la carrera emblema. La victoria, además, le posibilitó a Pernía atrapar 38 puntos, el máximo que ofreció la 8va fecha, y convertirse en el nuevo puntero del campeonato..

El binomio hizo monótona una carrera que precisa de estrategia, de un entendimiento entre el piloto, su invitado, los ingenieros y el staff de mecánicos. Porque se corre en la pista, pero también en los boxes: la prueba tiene un reto con el cambio de turno de manejo y en el recambio de neumáticos, una maniobra que no era obligatoria pero que la exigencia de los 60 giros invitaba a tomar recaudos. Pernía tomó la responsabilidad de la largada -con partida detenida- y aventajó a Juan Ángel Rosso (Honda); un movimiento que marcó el pulso, porque se dedicó a armar una ventaja en el cronómetro que se estiró a casi 20 segundos. Una diferencia que el equipo sustentó con el récord en la detención en los pits: 34s167/1000. Toda una prueba, porque dos giros antes el equipo sufrió con la parada de Diego Ciantini, al que se le trabó el cinturón de seguridad y se demoró el reemplazo con Damián Fineschi.

Leonel Pernía (Renault Fluence) saca la primera diferencia en la largada; el Tanito volvió a ganar, como en 2019, la emblemática carrera del Súper TC2000
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Leonel Pernía (Renault Fluence) saca la primera diferencia en la largada; el Tanito volvió a ganar, como en 2019, la emblemática carrera del Súper TC2000 (Súper TC2000/)

“Cuando me di vuelta, Antonino ya estaba poniendo primera y saliendo. Fue una explosión de todos en el equipo, porque lo veníamos ensayando en los entrenamientos en Córdoba. Sumé fuerte para el campeonato”, manifestó Pernía, que tuvo un único momento de zozobra cuando Matías Rodríguez -invitado de Emiliano Spataro (Toyota)- le porfió el puesto, a pesar de tener vueltas perdida. “Era un rezagado, por eso le comuniqué al equipo que pidan que saquen bandera azul, porque era como si viniera peleando la posición. Un lugar crítico, en la S, entrando al 9. Entiendo que debía correrse, es un rival de alguien con el que peleó el campeonato [Matías Rossi]. Después lo sorteamos, como a los otros dos rezagados, y ahí hicimos el cambio de piloto para que Antonino maneje la carrera”.

Las primeras dos vueltas y media las usé para ver cómo estaba el auto con el cambio de gomas y me dediqué a cuidar el neumático por el supuesto caso de que tuviéramos un Auto de Seguridad, porque iba a tener que largar con Agustín [Canapino]. Siempre estuve confiado en la performance del auto”, manifestó García, que se presentó como el segundo invitado que gana la emblemática carrera con Pernía, que en 2019 celebró con Fineschi, ahora compañero de estructura.

Baño de champagne para Leonel Pernía y Antonino García, los ganadores de los 200 Kilómetros del Súper TC2000; los binomios Agustín Canapino-Ricardo Caito Risatti y Matías Milla-Jorge Barrio completaron el podio
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Baño de champagne para Leonel Pernía y Antonino García, los ganadores de los 200 Kilómetros del Súper TC2000; los binomios Agustín Canapino-Ricardo Caito Risatti y Matías Milla-Jorge Barrio completaron el podio (Súper TC2000/)

El triunfo de dos años atrás resultó un espaldarazo para ganar la corona de Pernía. Ahora, con la victoria, descubrió una diferencia de 14 puntos sobre Canapino (141 a 127), mientras que Matías Rossi (Toyota) y Facundo Ardusso (Honda) resultaron los “perdedores” de los 200 Kilómetros. Los neumáticos traicionaron las pretensiones de ambos: el delantero izquierdo, a falta de cinco vueltas, rompió la ilusión del campeón defensor, que por tercera vez tuvo como invitado a José María Pechito López, el reciente ganador de Le Mans. La fórmula no tuvo una buena clasificación y a pesar de avanzar desde el noveno al quinto puesto, terminó vacía. “Es la tercera vez que no podemos completar. No sé qué pasó, el auto se desequilibró, se cayó, pensé que se había roto. Las carreras me enseñaron que a veces salen y otras, no. Pero también me educaron que siempre hay que volver a intentar”, afirmó Pechito López. Para Ardusso todo se derrumbó cuando el parejense tomó el control -en la vuelta 28-, tras la performance de Gabriel Ponce de León. Se desprendió la goma trasera derecha y no tuvo oportunidad de llevar el auto hasta los boxes.

El abrazo de Vicente Pernía a su hijo Leonel; el Tano participó de la carrera de la Fiat Compatizione y más tarde acompañó desde el box de Renault Castrol Team la victoria
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El abrazo de Vicente Pernía a su hijo Leonel; el Tano participó de la carrera de la Fiat Compatizione y más tarde acompañó desde el box de Renault Castrol Team la victoria (Súper TC2000/)

“El rendimiento del Renault de Pernía era imposible seguirlo”, aseveró Canapino, que logró filtrar el Chevrolet Cruze entre los Renault Fluence de Pernía-García y Matías Milla-Jorge Barrio. “Estamos en una buena posición, el campeonato está muy peleado, muy abierto. Vamos a ver qué pasa con las tres próximas carreras con penalizaciones y definir”, esbozó el arrecifeño, que tuvo como compañero a Ricardo Caito Risatti.

“Será una definición dura, difícil. Estamos bien y fuertes, con un auto que sin dudas tuvo un ritmo fortísimo”, aventuró Pernía, que tuvo en el box como apoyo a su hermano Mariano, a su padre, Vicente, que participó de la carrera especial que desarrolló la Fiat Competizione, y a su hijo Thiago, que corrió en la Fórmula Renault. Un festejo personal y en familia, una celebración individual y en equipo para alimentar el sueño de recuperar la corona.