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Rusiagate: tras casi tres años de investigación, Mueller entregó su informe final

WASHINGTON.- Luego de casi tres años de una de las investigaciones federales más delicadas y complejas en la historia de Estados Unidos , el fiscal especial Robert Mueller entregó su informe final y secreto sobre el Rusiagate al fiscal general, William Barr.

Se trata de un hito que marcó el punto final de su trabajo y desató un torbellino político en Washington, a la espera de que se conozcan sus conclusiones y las implicancias para el presidente, Donald Trump , su familia y la Casa Blanca.

La investigación sobre el Rusiagate fue iniciada por el FBI durante la campaña presidencial de 2016, y tuvo como objetivo principal determinar hasta qué punto el Kremlin, bajo el mando del presidente ruso, Vladimir Putin , influyó en la elección que coronó el ascenso de Trump a la Casa Blanca. Mueller se hizo cargo de la pesquisa en mayo de 2017, luego de que Trump despidió al entonces director del FBI, James Comey.

Un interrogante acompañó el trabajo del equipo de investigadores liderados por Mueller: si hubo o no colusión entre la campaña de Trump y el gobierno de Putin. Trump tildó a la investigación una "caza de brujas" y negó una y otra vez todas las sospechas.

Con el informe ya en su poder, Barr indicó en una carta al Congreso que estaba en condiciones de informar sobre las "conclusiones principales" del informe este fin de semana, y que se reuniría con Mueller y Rod Rosenstein, el fiscal general adjunto, para determinar qué partes del informe puede ser entregada al Congreso y al público.

"Sigo comprometido con la mayor transparencia posible", indicó Barr.

Apenas se conoció el final de la investigación, Washington quedó envuelta en un torbellino de especulaciones, y la oposición demócrata y organizaciones civiles se unieron detrás de un mismo reclamo: exigieron la difusión inmediata y completa del informe.

"La investigación se centró en preguntas relacionadas con la integridad de nuestra propia democracia, si las potencias extranjeras interfirieron de manera corrupta en nuestras elecciones, y si se utilizaron medios ilegales para obstaculizar esa investigación", dijo la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. "El pueblo estadounidense tiene derecho a la verdad. La consigna es la transparencia", indicó.

La oposición también reclamó que la Casa Blanca o los abogados de Trump no tengan acceso a una "vista previa" del informe.

Las primeras filtraciones a la prensa indicaban que Mueller desistió de presentar nuevas acusaciones formales, un desenlace que, de concretarse, será leído casi con certeza como una reivindicación para Trump.

Desde que llegó a la Casa Blanca el presidente quedó bajo sospecha de estar bajo la influencia de Putin y de haber querido torcer la investigación de Mueller. Trump nunca despidió a Mueller, aunque quiso hacerlo, según informó la prensa.

"Los siguientes pasos dependen del fiscal general Barr, y esperamos que el proceso siga su curso. La Casa Blanca no ha recibido ni ha sido informada sobre el informe del fiscal especial", dijo la vocera presidencial, Sarah Sanders.

Trump ha dicho que quiere que el informe sea público. El presidente, quien viajó ayer al resort Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, se mantuvo en silencio ayer sobre el final de la investigación.