Rusia, Turquía e Irán deliberan sobre un alto el fuego en Siria

Por Suleiman Al-Khalidi y John Irish ASTANÁ (Reuters) - Rusia, Turquia e Irán estaban trabajando el martes en un comunicado para reafirmar un frágil alto el fuego entre los bandos de la guerra siria que pueda acordar el establecimiento de un mecanismo para observar su cumplimiento y allanar el camino para un acuerdo de paz liderado por la ONU. Las delegaciones del Gobierno y la oposición de Siria mantuvieron conversaciones indirectas por segundo día en la capital kazaja en un momento en el que Turquía, que respalda a los rebeldes, y Rusia, que apoya al presidente sirio, Bashar el Asad, quieren distanciarse de los combates. Esto les ha llevado a una alianza que algunos creen que representa la mejor oportunidad para el progreso hacia un acuerdo de paz, especialmente con Estados Unidos distraído en asuntos internos. Pero tras dos días de deliberaciones, el borrador inicial para el comunicado sugiere que las potencias han acordado poco más allá de reafirmar la necesidad para una solución política y el alto el fuego del 30 de diciembre de cuya violación se acusan mutuamente ambos bandos. Los delegados de las tres partes discutían los términos del comunicado definitivo. "Si los avalistas quieren que la reunión tenga éxito, tienen que hacer algo más obre el terreno", dijo el negociador de la oposición Osama Abu Zaid a periodistas. "Hay promesas de la parte rusa para reforzar el alto el fuego en zonas donde hay continuas violaciones, pero estamos esperando algo más que comunicados". Une fuente rebelde dijo que ahora se debatía un comunicado con respaldo turco. Una fuente del Gobierno sirio dijo que las consultas trataban de superar los obstáculos de Turquía, que dijo que estaba tratando de introducir elementos más allá del marco de la reunión de Astaná. El comunicado del lunes incluye un párrafo que sugiere que las potencias estudiarían o establecerían "un mecanismo trilateral para observar y asegurar el cumplimiento del alto el fuego, evitar cualquier provocación y determinar todas las modalidades". Sin embargo, los diplomáticos dijeron que seguían existiendo diferencias entre las potencias, especialmente sobre el texto, entre ellas cómo reanudar las conversaciones de paz bajo el paraguas de la resolución de la ONU que pide una transición de poder. Tampoco estaba claro si Rusia sería capaz de presionar a Irán para forzar a sus milicias en el frente a que se rijan por los términos del mecanismo de alto el fuego en zonas a las afueras de Damasco, donde hay combates en curso. "Nos gustaría pensar que los rusos presionan a los iraníes, que no son muy cercanos a la idea de un alto el fuego o a una transición política", dijo un diplomático occidental. En una señal de cierta presión sobre el Gobierno sirio, un alto cargo ruso citado por la agencia Ria-Novosti el lunes dijo que estaba preocupado por las recientes violaciones del alto el fuego. En una rara reprimenda, la fuente dijo que a algunos mandos del Gobierno sirio se les tuvo que recordar seriamente la necesidad de cumplir el alto el fuego. El líder de la delegación rusa, Alexander Lavrentyev, dijo a periodistas el lunes por la noche que las conversaciones se habían calentado por la desconfianza entre las partes, pero permaneció optimista sobre que el martes podría dar frutos. Algunos observadores dijeron que la reunión, patrocinada por Moscú y Ankara con el apoyo de Teherán, podría dar un impulso a las negociaciones en la ONU que fueron suspendidas en abril. El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, que asiste a la reunión, dijo que era crucial tener un mecanismo para supervisar e implementar un alto el fuego en todo el país. "Eso sería un gran logro en sí mismo", dijo, añadiendo que esperaba que la reunión allane el camino a las conversaciones que ha propuesto para el próximo mes en Ginebra.