EXCLUSIVA: Rusia asumirá parte de los riesgos legales de su vacuna contra la COVID-19

Por Polina Ivanova y Anthony Boadle

MOSCÚ/BRASILIA, 22 sep (Reuters) - Rusia confía tanto en su vacuna contra la COVID-19 que asumirá parte de la responsabilidad legal en caso de que algo salga mal, en lugar de exigir a los compradores que asuman todo el riesgo, dijo a Reuters el jefe del fondo estatal que financia el proyecto.

La decisión deja a los fabricantes de la vacuna, respaldados por el Estado, expuestos a demandas de compensación potencialmente costosas en caso de que haya algún efecto secundario inesperado.

Algo que muchos fabricantes han tratado de evitar, pidiendo una indemnización completa -protección total ante hipotéticas reclamaciones de responsabilidad- a las naciones a las que venden su tratamiento.

El criterio varía de un país a otro. En Estados Unidos, por ejemplo, la responsabilidad de las vacunas COVID-19 en caso de un contratiempo sanitario recae completamente sobre el Gobierno, lo que protege a los fabricantes.

Con la carrera mundial por una vacuna eficaz en pleno auge, y cuando docenas de candidatas ya han sido probadas en seres humanos, los impulsores de la "Sputnik-V" rusa ven la responsabilidad como un campo de batalla clave en su objetivo de captar cuota de mercado.

"Rusia tiene tanta confianza en su vacuna que no pide una indemnización completa y este es un factor diferenciador importante en comparación con cualquier vacuna occidental", apuntó Kirill Dmitriev, jefe del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), el fondo soberano del Estado que respalda la vacuna.

"Todos ellos están pidiendo una indemnización completa por riesgos legales".

Dmitriev no detalló si se le pediría a los compradores de la vacuna rusa que asuman una responsabilidad parcial, y no dio detalles sobre las cláusulas de indemnización.

En cualquier caso, el secretario de Salud del estado brasileño de Bahía, que planea comprar 50 millones de dosis de la vacuna rusa, dijo a Reuters que los riesgos legales serían asumidos por las entidades rusas.

Los fabricantes de vacunas de todo el mundo están reduciendo a meses los años que normalmente lleva crear tratamientos similares, lo que puede provocar -advierten- la posibilidad de consecuencias inesperadas. Esto hace de las demandas de compensación un factor clave en las negociaciones de los acuerdos de suministro.

Por ejemplo, el fabricante de medicamentos británico AstraZeneca, que está desarrollando una vacuna con la Universidad de Oxford, ha recibido plena protección contra cualquier futura reclamación de responsabilidad por parte de los países, dijo a Reuters en julio un alto ejecutivo de la firma.

Las declaraciones de Dmitriev llegan después de que algunos científicos expresaran su preocupación por la seguridad y la eficacia de la vacuna Sputnik-V, que el Gobierno ruso aprobó para su uso antes de completar ensayos a gran escala con humanos.

COMPRADORES BRASILEÑOS

La Sputnik-V fue desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú, un organismo estatal de investigación. La RDIF, que comercializa la vacuna en el extranjero, asumirá algunos de los riesgos legales en los contratos de suministro junto con las empresas farmacéuticas que están produciendo la vacuna. "Confiamos en las consecuencias a largo plazo", dijo Dmitriev. "No pediremos una indemnización completa en los acuerdos que alcancemos con otros países".

Hasta ahora, la RDIF ha anunciado acuerdos para suministrar algo más de 200 millones de dosis, la mitad a América Latina y la otra mitad a la India. El fondo dice que tiene pedidos de hasta 1.000 millones de dosis.

Fábio Vilas-Boas, secretario de Salud del estado brasileño de Bahía, que ha solicitado a Moscú 50 millones de dosis, dijo a Reuters que los riesgos legales serían asumidos por las empresas farmacéuticas rusas que producen y suministran la vacuna.

"En caso de cualquier evento adverso, nada impedirá a las personas que se sientan perjudicadas presentar una demanda colectiva contra cualquiera de las compañías farmacéuticas", abundó Vilas-Boas.

Ni Bahía ni Paraná, un estado brasileño que planea llevar a cabo pruebas de la Sputnik-V en 10.000 voluntarios, han firmado contratos para el suministro de la vacuna, según Vilas-Boas y el jefe de gabinete del gobernador del estado de Paraná, Guto Silva.

Hasta ahora, los acuerdos se han formalizado sólo en memorandos de entendimiento, ya que los contratos están a la espera de la aprobación de la vacuna por parte de los reguladores sanitarios de Brasil.

SEGURO PARA LOS VOLUNTARIOS

Rusia ha puesto en juego su reputación científica aprobando la vacuna para uso doméstico antes incluso de llevar a cabo test a gran escala, convirtiéndose así en el primer país en conceder la licencia de una vacuna contra la COVID-19.

Actualmente se están llevando a cabo en Rusia ensayos de Fase III, en los que participan al menos 40.000 voluntarios. Los resultados iniciales se esperan para octubre o noviembre.

Estos voluntarios no reciben remuneración, pero su seguro está cubierto, incluyendo un pago de 2 millones de rublos (26.430 dólares) en caso de muerte, dijo uno de ellos a Reuters.

RDIF también espera realizar ensayos de la vacuna en India y Brasil, aunque ambos están todavía pendientes de regulación.

($1 = 75,6640 rublos)

(Información de Polina Ivanova en Moscú y Anthony Boadle en Brasilia; editado por Pravin Char; traducción de Jorge Martínez)