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Rusia afirma que varios países han iniciado una ‘guerra’ contra su vacuna y que ha recibido millones de pedidos

Algunos países han puesto en marcha una “guerra informativa” contra la vacuna rusa para el coronavirus, afirmó el director del fondo de riqueza soberana de ese país.

En declaraciones realizadas en una conferencia en línea, Kirill Dmitriev, director del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés), organismo que respalda la vacuna, añadió que el país ya ha recibido pedidos por alrededor de 1,000 millones de dosis de varios países del mundo.

“El tema de la vacuna es extremadamente importante para todos los países”, dijo Dmitriev durante la conferencia, cuyo objetivo fue explicar los fundamentos científicos del preventivo. “Este tipo de sesiones informativas son muy importantes para nosotros porque vemos que varios países han iniciado una guerra informativa contra Rusia”.

“Sin embargo, vemos que la mayoría de los países tienen curiosidad por conocer datos adicionales acerca de esta vacuna y que les gustaría saber cómo funciona realmente. Cuantas más vacunas tengamos, tanto mejor será para toda la humanidad”, dijo.

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Autoridades y científicos rusos afirman que la vacuna, cuyo uso ha sido aprobado por organismos regulatorios internos, es segura e induce una importante respuesta inmune contra el COVID-19, con base en resultados obtenidos en ensayos a pequeña escala realizados en seres humanos durante los últimos meses.

El presidente ruso Vladimir Putin, junto con otros funcionarios, declaró que el país fue el primero en aprobar una vacuna para el COVID-19. Sin embargo, varios expertos occidentales han expresado su escepticismo, dado que los resultados de esos ensayos no han sido publicados. Advierten que la vacuna no debería usarse antes de que pase por todas las fases de ensayos clínicos reconocidas internacionalmente.

De acuerdo con Dmitriev, los datos de la vacuna, conocida como “Sputnik V” en honor al satélite soviético, que fue el primero en el mundo en ser enviado al espacio, serán publicados en una revista académica a finales de este mes.

Además, Dmitriev dijo que las pruebas masivas de la vacuna, descritas como “un ensayo clínico posterior a su registro”, comenzarán la próxima semana. En ellas, participarán más de 40,000 voluntarios “en pleno cumplimiento de las mejores prácticas internacionales”. El ensayo será aleatorizado y controlado con placebo, que es el estándar de oro para las pruebas de medicamentos en humanos, y será supervisado por una organización de investigación extranjera cuyo nombre no fue revelado, afirmó el director.

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“Ese será un ensayo muy importante que irá en paralelo con la vacunación [de grupos de alto riesgo, como los trabajadores de la salud]”, afirmó Dmitriev.

El director del RDIF señaló que Rusia es capaz de producir cerca de 500 millones de dosis al año a través de sociedades de fabricación. Los datos del ensayo posterior al registro le serán proporcionados a la Organización Mundial de la Salud, así como a otros países que consideran la posibilidad de participar, como los Emiratos Árabes Unidos, India, Brasil, Arabia Saudí y Filipinas.

Normalmente, cuando se prueban las vacunas, suelen realizarse ensayos a gran escala de “Fase III” antes de aprobar cualquier candidato. Sin embargo, los funcionarios rusos han decidido aprobar la vacuna con anticipación, dada la naturaleza de la pandemia.

Al menos otras cuatro vacunas candidatas contra el COVID-19 en todo el mundo han llegado a esta etapa, pero aún no han sido aprobadas por los organismos regulatorios de sus respectivos países.

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek