Rusia arresta a periodista de WSJ por acusación de espionaje

El reportero de The Wall Street Journal, Evan Gershkovich, es trasladado por agentes, desde un tribunal a un autobús en Moscú, Rusia, el jueves 30 de marzo de 2023. (AP Foto/Alexander Zemlianichenko)

El servicio de seguridad de Rusia arrestó a un periodista estadounidense de The Wall Street Journal por cargos de espionaje, la primera vez que un corresponsal de Estados Unidos es detenido por acusaciones de espionaje desde la Guerra Fría. El diario refutó las acusaciones y exigió su liberación.

Evan Gershkovich, de 31 años, fue detenido en Yekaterimburgo, la cuarta ciudad más grande de Rusia, a unos 1.670 kilómetros (1.035 millas) al este de Moscú. El Servicio Federal de Seguridad lo acusó de tratar de obtener información confidencial.

Conocido por su acrónimo en ruso FSB, el servicio es la máxima agencia de seguridad interior y la principal sucesora de la KGB de la era soviética. El FSB alegó que Gershkovich “estaba actuando bajo las órdenes de Estados Unidos para recopilar información sobre las actividades de una de las empresas del complejo militar-industrial ruso que constituye un secreto de Estado”.

The Wall Street Journal "niega categóricamente las acusaciones del FSB y reclama la liberación inmediata de nuestro confiable y dedicado reportero, Evan Gershkovich”, manifestó el diario. “Expresamos nuestra solidaridad con Evan y su familia”, agregó.

La detención ocurrió en un contexto de tensión entre Moscú y Washington por la guerra en Ucrania y en momentos en que el Kremlin ha intensificado la persecución de activistas opositores, periodistas independientes y grupos de la sociedad civil.

No se había visto una campaña de represión del gobierno tan amplia desde la era soviética. Los activistas afirman que la campaña a menudo implica criminalizar la profesión del periodismo y las actividades de los rusos opuestos a la guerra.

En la semana, un tribunal ruso declaró culpable a un hombre por difundir en redes sociales mensajes críticos a la guerra y lo sentenció a dos años de prisión. Su hija de 13 años fue enviada a un orfanato.

Gershkovich es el primer periodista estadounidense arrestado por cargos de espionaje en Rusia desde 1986, cuando Nicholas Daniloff, corresponsal en Moscú de U.S. News and World Report, fue detenido por la KGB. Daniloff fue liberado sin cargos 20 días después en un intercambio por un empleado de la delegación soviética ante Naciones Unidas, que había sido arrestado por el FBI, también por acusaciones de espionaje.

En una audiencia el jueves, un tribunal de Moscú dictaminó rápidamente mantener a Gershkovich tras las rejas a la espera de la investigación.

Aunque otros estadounidenses detenidos antes han sido puestos en libertad mediante intercambios de prisioneros, un alto funcionario ruso dijo que era demasiado pronto para hablar de algún acuerdo de ese tipo.

En Washington, el gobierno del presidente Joe Biden dijo que ya hablaron con el periódico y la familia de Gershkovich. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, condenó el arresto “en los términos más enérgicos” e instó a los estadounidenses a prestar atención a las advertencias del gobierno de no viajar a Rusia.

El Departamento de Estado está en contacto directo con el gobierno ruso y busca acceso a Gershkovich, dijo Jean-Pierre. El gobierno no tiene “indicios concretos” de que los periodistas en Rusia sean perseguidos específicamente, agregó.

Gershkovich, quien cubre Rusia, Ucrania y otras antiguas naciones soviéticas como corresponsal de la oficina en Moscú de The Wall Street Journal, podría ser condenado a hasta 20 años de cárcel si es declarado culpable de espionaje. Abogados prominentes destacaron que anteriores pesquisas sobre casos de espionaje duraron de un año a 18 meses, periodo en el que él podría tener poco contacto con el mundo exterior.

El FSB indicó que Gershkovich tenía una acreditación del Ministerio de Exteriores de Rusia para trabajar como periodista, aunque la vocera de la cancillería, María Zajárova, dijo que estaba utilizando sus credenciales de periodista como tapadera para “actividades que no tienen nada que ver con el periodismo”.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas el miércoles que “no se trata de una sospecha, se trata del hecho de que lo atraparon in fraganti”.

El reportero habla ruso con fluidez y había trabajado antes para la agencia France-Presse y The New York Times. Se graduó en 2014 del Bowdoin College de Maine en Filosofía y colaboraba con periódicos locales y defendía la libertad de prensa, según Clayton Rose, rector de esa universidad.

Su último reporte desde Moscú, publicado esta semana, se centraba en la desaceleración de la economía rusa por las sanciones occidentales impuestas después de que las tropas rusas invadieron Ucrania el año pasado.

Iván Pavlov, un prominente abogado defensor ruso que ha trabajado en muchos casos de espionaje y traición, dijo que el de Gershkovich constituye el primer cargo penal de espionaje contra un periodista extranjero en la Rusia postsoviética.

“Esa norma no escrita de no tocar a los periodistas extranjeros acreditados ha dejado de funcionar”, manifestó Pavlov, miembro del grupo de asistencia jurídica First Department.

Pavlov dijo que Rusia hilvanó el caso contra Gershkovich para tener “cartas” bajo la manga para un futuro intercambio de prisioneros y posiblemente se resuelva “no por la vía judicial, sino por medios políticos y diplomáticos”.

El vicecanciller ruso Sergei Ryabkov descartó cualquier intercambio pronto.

“Yo ni siquiera consideraría ahora este asunto porque las personas canjeadas antes ya habían cumplido sus sentencias”, señaló Ryabkov, según agencias noticiosas rusas.

En diciembre, la jugadora de la WNBA, Brittney Griner, fue liberada después de permanecer 10 meses tras las rejas en un intercambio por el traficante ruso de armas Viktor Bout.

Otro estadounidense, Paul Whelan, un directivo de seguridad corporativa de Michigan, está encarcelado en Rusia desde diciembre de 2018 por cargos de espionaje que su familia y el gobierno de Estados Unidos tachan de infundados.

“Nuestra familia lamenta escuchar que otra familia estadounidense tendrá que experimentar el mismo trauma que nosotros hemos soportado los últimos 1.553 días”, dijo el hermano de Whelan, David, en un comunicado difundido por correo electrónico. “Parece que el montaje contra el señor Gershkovich fue el mismo que en el caso de Paul”.

Jeanne Cavelier, de Reporteros Sin Fronteras, dijo que el arresto de Gershkovich “parece una medida de represalia de Rusia contra Estados Unidos".

"Estamos muy alarmados porque probablemente sea una forma de intimidar a todos los periodistas occidentales que intenten investigar aspectos de la guerra sobre el terreno en Rusia”, dijo Cavelier, directora del grupo —con sede en París— para Europa Oriental y Asia Central.

Otro abogado prominente del grupo First Department, Yevgeny Smirnov, dijo que los arrestados por cargos de espionaje y traición son recluidos por lo general en la prisión Lefortovo del FSB, donde son puestos casi siempre en aislamiento total, sin llamadas telefónicas, visitas ni acceso a los periódicos. A lo más pueden recibir cartas cuya entrega se les demora durante semanas. Smirnov describió estas condiciones como “herramientas de represión”.

Tanto Smirnov como Pavlov dijeron que cualquier juicio sería realizado a puertas cerradas. Según Pavlov, no se han logrado exoneraciones en casos de traición y espionaje en Rusia desde 1999.