Rubén Magnano, un 'hall of fame' que vive "ansioso" sus desafíos en Uruguay

Montevideo, 23 jun (EFE).- Líder de la legendaria Generación Dorada que logró para Argentina un oro olímpico y una plata mundial, el técnico Rubén Magnano no quiere acomodarse en "los recuerdos o las cosas logradas" y asume "ansioso" los desafíos que afronta como seleccionador de Uruguay.

Magnano, quien recientemente entró en el Salón de la Fama de la FIBA, está a punto de viajar a Canadá para disputar el Preolímpico, en el que la Celeste debe medirse a Turquía y República Checa en primera ronda.

El entrenador cordobés aborda los inmediatos objetivos de Uruguay, repasa algunos de aquellos momentos históricos vividos al frente de Argentina y habla sobre jóvenes figuras del baloncesto uruguayo, como Santiago Vescovi o Agustín Ubal, durante una entrevista con Efe.

A LA CARRERA

Molesto por una pandemia que, a nivel deportivo, obligó a alterar los trabajos a largo plazo, Magnano resalta que los nuevos tiempos exigen "una capacidad de 'aggiornarse' (actualizarse), de acomodarse y de tener agilidad en los mensajes".

Y eso lo aplica en la gestión de un grupo al que se van incorporando con cuentagotas jugadores hasta los últimos nombres: Jayson Granger, llegado desde Alemania este martes, o Esteban Batista, que hasta el lunes disputó la final de la Liga uruguaya con el Nacional.

"Creo que esto es un común denominador en muchas partes del mundo. Por ejemplo, aquellas selecciones que tienen jugadores involucrados en las finales de la NBA están padeciendo eso también", comenta sin alteración, aunque convencido de que esa manera de trabajar es "un desafío".

Turquía y República Checa son los primeros rivales de Uruguay en el Preolímpico, en el que, si pasa de ronda, podría toparse con China, Canadá o Grecia. En este sentido, el técnico destaca que, más allá del potencial que esos equipos pueden tener, cuentan con la ventaja de "la competencia con los mejores al alcance de la mano".

"A nosotros nos pega, incluso nos castiga, el hecho geográfico. Estamos muy lejos de todo y cuando un equipo uruguayo tiene suerte de jugar 2-3 partidos internacionales de mucho nivel, ellos son capaces de tener 30 y eso indudablemente crea un techo", resaltó Magnano.

LEYENDA ARGENTINA

A sus 66 años, Magnano puede presumir de títulos de clubes en su país natal y, sobre todo, de haber dirigido a la Generación Dorada, esa selección de jugadores argentinos -entre los que sobresalen los campeones de la NBA Emanuel Ginóbili y Fabricio Oberto- que fue plata en el Mundial de Indianápolis 2002 y oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 bajo su batuta.

Cuando se le pregunta sobre aquel grupo, apunta que sus integrantes "son personajes con mucha humildad inteligente", lo que conllevó no solo al éxito sino a dejar "una suerte de legado" que continuó hasta el subcampeonato mundial en China 2019.

Magnano, que, como técnico, infligió en 2002 la primera derrota a un combinado de Estados Unidos formado íntegramente por hombres NBA, recuerda que solo una década antes, siendo asistente de Argentina en el Preolímpico de 1992 -cuando nació el 'Dream Team'-, vio cómo "la mayoría de los equipos iban a sacarse fotos".

"Hoy ya se va a competir. Y se ha demostrado, ellos también han tomado conciencia, que tienen que prepararse para ir a competir y bien. Si no, pueden caer derrotados nuevamente", asevera Magnano.

ETERNO APRENDIZ

Pese a su entrada, el 18 de junio, en el Salón de la Fama FIBA, algo que dice le llenó de "mucho orgullo y agradecimiento", no se ancla a "recuerdos o cosas logradas", sino que prefiere crecer día a día.

"Me gusta seguir retroalimentándome con nuevos desafíos. Siento una necesidad de seguir aprendiendo para estar a la altura y tener las respuestas. Me siento obligado a dar respuestas -no todas, porque uno no tiene todas- a la gente que uno conduce", explica.

Para Magnano no hay problema en dirigir a jugadores que nacieron cuando él ya cosechaba títulos internacionales, sino que considera debe "entender sus formas de actuar, sus formas de pensar" y que, en el fondo, el baloncesto "es uno, no cambia".

Entre esos jóvenes sobresalen Santiago Vescovi, desde hace varios años en la órbita de la NBA y actualmente jugador de la NCAA, o Agustín Ubal, que juega en el Barcelona español y que esta vez no juega con Uruguay.

"Creo que son dos jóvenes referentes en el futuro próximo, un futuro cercano del basket uruguayo, pero necesitaríamos unos cuantos más dispersos para seguir creciendo. Hoy por hoy hay 4-5 jugadores con una jerarquía internacional importante, pero cuando hablamos de una selección en este tipo de torneos necesitas un volumen de jugadores con esas capacidades para afrontar una competición tan dura y física", indica.

Pese a que Uruguay no disputa unos Juegos Olímpicos desde 1984 y un Mundial desde 1990, Magnano apunta a la clasificación para el Mundial de 2023 como "objetivo importante" y, sin duda, otro de esos "desafíos" que a este 'hall of fame' le gusta encarar.

Concepción M. Moreno

(c) Agencia EFE