La agresión a un youtuber en contra del feminismo evidencia la fractura social en España

El presentador Risto Mejide discutió con Roma Gallardo.
El presentador Risto Mejide discutió con Roma Gallardo.

El asunto del feminismo es uno de los temas sociales más espinosos del momento y buena prueba de ello es lo que ha sucedido con el youtuber, Roma Gallardo. Su canal cuenta con 579 mil subscriptores y genera un contenido en el que reta, a través de entrevistas, a todas aquellas personas que abogan por una mayor justicia para las mujeres. Según él, el feminismo actual es una forma de discriminación al hombre y en sus vídeos pone énfasis a su postura mientras critica conceptos como el hetero-patriarcado o la brecha salarial, entre otros.

El 14 de febrero, Gallardo sufrió un percance durante una manifestación feminista, lugar que ha elegido en varias ocasiones para llevar a cabo sus entrevistas. Un hombre le propinó una patada a una de las patas de su trípode y éste quedó dañado. El youtuber lo denunció a través de sus cuentas sociales y varios programas televisivos españoles se hicieron eco del asunto. Entre ellos, ‘Espejo Público’, de Susana Griso y ‘Todo es mentira’, de Risto Mejide.

En el primer espacio, dos contertulios criticaron a Gallardo por su postura contra el feminismo, mientras que otros dos abogaron por su derecho a pensar y opinar lo que quisiera con libertad. A pesar de que las críticas ocuparon más espacio que las opiniones en defensa de su postura y de los contenidos que produce en su canal de YouTube, Gallardo tuvo la posibilidad de explicarse, algo que no sucedió en el programa de Mejide.

El enfrentamiento entre el famoso presentador televisivo y su invitado llegó al extremo en que el director del show de Cuatro acabó desconectando a Gallardo tras unas diferencias que se convirtieron en insalvables.

El presentador, Risto Mejide, criticado por su trato a Roma Gallardo. (Miquel Benitez/Getty Images)
El presentador, Risto Mejide, criticado por su trato a Roma Gallardo. (Miquel Benitez/Getty Images)

“Acabas de empezar la entrevista y ya no sabes por dónde salir, joder”, señaló el youtuber al conductor del programa. Esta afirmación provocó el enfado de Mejide, quien fue más allá:

“Es que mira, yo tenía dudas con tu intervención en este programa y te voy a decir por qué. Yo no quiero debatir con gente que solo puede ganar seguidores con el conflicto. Con un conflicto que no solo está superado intelectualmente, sino que también te has quedado varios siglos atrás. Quien quiera conocerte, que te visite en tu canal de YouTube. No voy a perder el tiempo contigo. Prefiero hablar con los tertulianos que tenemos aquí que tienen bastante más nivel que tú”, argumentó, y acto seguido la comunicación con Gallardo se cortó.

Ninguno de los dos programas mencionó durante la entrevista que el youtuber fue agredido mientras ejercía su derecho a producir un vídeo sobre una temática que, aunque es controversial, da cabida a distintas opiniones. Ni Griso, Mejide o los tertulianos de ambos shows criticaron frente a Gallardo la intransigencia de un sujeto que en lugar de debatir, prefirió proferir una patada al equipo de trabajo del productor. Por el contrario, se centraron en otro de los fondos de la cuestión: en la opinión, retrógrada o no, coherente o lo contrario, de su invitado.

Tras el incidente y después de ambas comparecencias televisivas quedó claro que la sociedad española está dividida y que esta división trasciende no solo al plano político, sino al social. Se puede estar a favor o en contra del feminismo actual, se puede considerar que las mujeres deben contar con más derechos, con mayor protección ante los casos de violencia machista o que las agresiones a los hombres están olvidadas, todas estas opiniones son válidas mientras sean expuestas con respeto. Lo que nunca debería ser admisible es atentar contra la libertad de expresión u obviar agresiones como la que sufrió Gallardo. Es entonces cuando cualquier argumento queda invalidado de manera automática.

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