Ricardo Bofill Jr. disfruta de su vida tranquila tras sus años locos en televisión con Paulina Rubio y con Chabeli Iglesias

190203. Madrid. Palace hotel. Larios calendar of the Fashion. Paulina Rubio and Ricardo Bofill  (Photo by Fernando Camino/Cover/Getty Images)
Ricardo Bofill vive alejado de los medios a pesar de sus polémicas pasadas (Photo by Fernando Camino/Cover/Getty Images)

Ricardo Bofill Jr. o “Ricardito” como se le conoció mediáticamente en los años 90 y 2000 es hoy en día un discreto y reputado arquitecto que vive centrado en su profesión y es muy celoso de su vida privada.

Ricardo acaba de perder a su padre, el consagrado Ricardo Bofill, arquitecto de edificios tan destacados como Cartier, en París, el de Kenzo en Tokio y por supuesto el mítico Hotel Vela ‘W’ de Barcelona.

A él le unía no solo la sangre sino la pasión que supo inculcarle por el arte de diseñar y construir, la devoción por la arquitectura que, aunque Ricardito siempre ha tenido, podría haber dejado a un lado juzgando su vida pasada, de la que hoy se encuentra totalmente alejado.

Hubo unos años en los que Ricardo Bofill hijo era carnaza de la televisión más amarilla de nuestro país. Programas como ‘Crónicas Marcianas’ o ‘Tómbola’ se lo rifaban y su peculiar forma de hablar, sin apenas vocalizar y con un acento de lo más pijo, daba mucho juego a los imitadores de aquel entonces.

Sonadas han sido sus risas estrambóticas, sus enfrentamientos con Josep Sandoval o Karmele Marchante y todo aquello, obviamente, no sentaba nada bien a su discreta y prestigiosa familia. La imagen de su padre quedaba manchada por un hijo dado al mundo de la noche, los excesos y al show mediático más burdo.

A Ricardo, hijo del citado arquitecto y de la actriz Serena Vergano, nunca le faltó de nada a nivel económico sin embargo los asuntos del corazón fueron los detonantes para su salto al estrellato televisivo y de prensa rosa.

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Primero su relación con Chabeli Iglesias que dio mucho de qué hablar y en la cual ambos comercializaron con su romance y se casaron en el Taller de Arquitectura de Bofill padre. La boda la pagó Julio Iglesias aunque en su día él ya le advirtió a Chabeli que aquella unión iba a fracasar.

Así fue, tres años después, en 1995, se separaron y al poco él empezaba una relación sentimental con la explosiva Paulina Rubio con la que se casaba por rito africano (sin validez legal) haciendo el paripé en 1999.

Con Pau estuvo hasta 2004 y todos esos años sus fiestas, eventos y polémicas televisivas fueron un no parar. Supongo que alguien le tocaría la cresta a Ricardito desde el entorno familiar o quizá él mismo se dio cuenta de que su vida se estaba descarrilando en demasía así que desapareció del mapa.

En sus palabras a ‘ABC’_ “Decidí que no quería ser famoso, a mí me interesaba la arquitectura así que adopté un perfil bajo. La fama es peligrosa, te construye una personalidad que no es la adecuada para el trabajo, te transforma en un individuo orgulloso y despectivo”.

A día de hoy, casi dos décadas después, Ricardo sigue con su perfil bajo, centrado en su trabajo y concediendo escasas entrevistas al respecto en las que no se niega en absoluto a recordar aquel pasado menos asentado.

Ahora disfruta de su taller en el cual es director de diseño con proyectos internacionales en países como China o India, también de su vida sana y de su hogar al lado de la playa en Barcelona. Le encanta esa zona porque dice que nadie le conoce y eso le permite practicar surf y quedar con sus ‘diez amigos de toda la vida’.

Respecto a sus ex más mediáticas, hace un par de años comentó en la revista ‘Hola’ que sabe de buena tinta que a Chabeli todo le va genial y que a Paulina también le sigue la pista y se alegra de lo bien que le van las cosas, además también explicó que Pau vive en ‘Ananda’, una casa que él mismo le construyó en Miami Beach y que lleva por nombre ‘Felicidad’ en sánscrito.