Ricardo Barreda: el femicida que asesinó a su familia, volvió a encontrar el amor y murió en un geriátrico

Hace casi 28 años, un 15 de noviembre de 1992, el odontólogo Ricardo Barredamató a tiros a su mujer, a su suegra y a sus dos hijas en su casa de La Plata. El femicida tomó una escopeta marca Víctor Sarrasqueta y mató primero a su esposa, Gladys McDonald (57); luego a una de sus hijas, Adriana (24, abogada). La tercera víctima del femicida fue su suegra, Elena Arreche (86); por último cayó Cecilia (26, odontóloga), su otra hija. Le demandó un par de minutos y nueve cartuchos.

Así está hoy la casa del horror, el lugar donde Ricardo Barreda mató a toda su familia

Barreda no salió inmediatamente de la casa. Mientras los cuatro cadáveres se enfriaban, durmió la siesta; luego fue al cementerio a visitar las tumbas de sus padres, y después, a tomar unos mates con una parapsicóloga amiga. También intentó fingir un robo, desordenó incluso los muebles para aparentar que supuestos ladrones habían revuelto la vivienda en busca de objetos de valor. Pero al final, confesó haber sido el autor de la masacre. Y contó cómo había recogido cuidadosamente cada cartucho para luego llevarlos al baúl del auto y deshacerse de ellos.

La estrategia de Barreda fue que su familia lo torturaba, lo tildaba de "conchita", y no lo dejaba vivir. "Hice un acto de justicia", llegó a decirle a los jueces. Finalmente, tres años después, en 1995, fue condenado. Le dieron la pena de prisión perpetua por tres homicidios agravados y un homicidio simple, el de la suegra.

Tras largos años de vaivenes judiciales logró el beneficio de la prisión domiciliaria, en mayo de 2008, a los 71 años. No volvió a La Plata: se fue a vivir al barrio de Belgrano con Berta André,su novia, a la que conoció por medio de un intercambio epistolar mientras estaba en la cárcel. En 2011 se le concedió la libertad condicional.

El 22 de diciembre de 2014, a Barreda se le revocó el beneficio de la libertad y volvió a la cárcel por una denuncia de maltrato de su pareja. El juez Raúl Dalto determinó como de peligro inminente la relación de la pareja y fue a parar a la cárcel de Olmos. "La señora de Ricardo", como la llamaban en el barrio, falleció en 2015. A fines de ese año, el asesino volvió a salir, porque se consideró que su sentencia estaba cumplida.

Desde ese entonces Barreda comenzó a deambular por donde pudo, vivió en la casa de un amigo en la localidad de Tigre, y en 2016 quedó internado en el Hospital Magdalena Villegas de Martínez de Pacheco, donde el personal lo quería echar por femicida.

En 2019, a los 83 años Barreda presentaba un deterioro cognitivo, pérdida de memoria, se había caído en numerosas oportunidades en plena calle. Además, lo habían encontraron varias veces tirado en el piso del hotel España de San Martín donde residía, desnudo, confundido y delirando. Finalmente, hoy murió internado en un geriátrico de José C. Paz.