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Tras revés político, EEUU pausa diálogo con Venezuela para reemplazar petróleo de Rusia

El gobierno de Biden puso pausa a las negociaciones sobre petróleo con el gobernante venezolano Nicolás Maduro, luego de recibir críticas de los legisladores de ambos partidos y la oposición democrática de Venezuela.

Pero la perspectiva de un acuerdo todavía está sobre la mesa, dijeron fuentes estadounidenses, ya que los precios del pe la gasolina se han disparado y la administración busca fuentes alternativas de crudo en medio de la invasión rusa de Ucrania.

Dos fuentes de la oposición venezolana le dijeron al Miami Herald y el Nuevo Herald el viernes que la administración ya estaba avanzando el fin de semana pasado hacia un acuerdo con Maduro sobre las importaciones de petróleo, y durante una controvertida visita a Caracas el cinco de marzo., estaba planeando otorgar a Chevron, la gigante compañía petrolera estadounidense, una licencia especial para reanudar sus actividades en Venezuela.

Una tercera fuente en la oposición venezolana dijo que la licencia de Chevron estaba lista para ser emitida y que la administración simplemente esperaba el momento oportuno para anunciarla.

Pero luego de las fuertes críticas a la reunión, la Casa Blanca ha estado cambiando su mensaje, lo que sugiriere que hay debates internos sobre cómo avanzar con las controvertidas negociaciones.

A inicios de semana, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, y otros miembros de la administración de Biden dijeron que tenían una “gama de temas” para discutir con Maduro en el futuro, incluida la “seguridad energética”.

El miércoles, un alto funcionario de la administración dijo a los periodistas que “no hay conversaciones entre nosotros y el régimen” sobre el reinicio de las ventas de petróleo a Estados Unidos.

“Viajamos allí para asegurar la liberación de los estadounidenses detenidos y para instar a que regresen a la mesa de negociaciones, que es algo que, nuevamente, la comunidad internacional e incluso representantes de la oposición nos habían instado a hacer”, dijo el funcionario de alto rango a los periodistas en una llamada antes de la reunión del presidente Joe Biden con su homólogo colombiano Iván Duque el jueves.

“Esta no es actualmente, en este momento, una conversación activa sobre la importación de su petróleo”, dijo el jueves a los periodistas la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

La directora sénior de Seguridad Transfronteriza del Consejo de Seguridad Nacional, Katie Tobin, también negó que la administración estuviera considerando levantar las sanciones al régimen de Maduro a cambio de recursos energéticos. El viernes, Tobin dijo a los periodistas que “no había conexión” entre la suspensión de las importaciones de petróleo ruso y las negociaciones con Maduro.

A pesar de las negativas, dos fuentes estadounidenses con conocimiento de los planes dijeron que el acuerdo petrolero con Venezuela aún estaba sobre la mesa. Las fuentes pidieron el anonimato para discutir asuntos delicados.

Un alto funcionario de la Casa Blanca rechazó las afirmaciones sobre el ofrecimiento de una licencia específica completamente preparada y lista para funcionar, y señaló que la discusión del 5 de marzo fue solo su primera reunión sobre el asunto.

“Discutiríamos esta caracterización como errónea”, dijo el funcionario.

Fuentes de alto rango dentro de la oposición venezolana le dijeron al Herald que los funcionarios estadounidenses no solo le ofrecieron a Maduro la posibilidad de otorgar una licencia especial a Chevron; también informaron a Juan Guaidó, líder de la oposición a quien Washington todavía considera públicamente como el presidente legítimo del país sudamericano, inmediatamente después de la reunión.

Guaidó y Gerardo Blyde, jefe del equipo negociador de la oposición en México, fueron informados de que Washington estaba a punto de prohibir la importación de petróleo ruso, medida que tomó la administración Biden días después.

Dada la probabilidad de que continúe la guerra en Ucrania, el equipo estadounidense le comunicó a Guaidó y Blyde que era una cuestión de seguridad nacional que la administración encontrara fuentes adicionales de crudo, según dijeron dos altos funcionarios de la oposición, que hablaron bajo condición de anonimato dado la sensibilidad del asunto.

Una fuente de la oposición que no estuvo en el intercambio con Guaidó dijo que el liderazgo tuvo la impresión de que un acuerdo petrolero de Estados Unidos e basaría en una serie de condiciones, entre ellas que Maduro regresara a las negociaciones con Guaidó en Ciudad de México, liberara a ciudadanos estadounidenses bajo custodia venezolana , y enviara petróleo directamente a Estados Unidos.

Una| funcionaria estadounidense negó categóricamente cualquier vínculo entre las discusiones sobre el petróleo y la liberación de presos estadounidenses detenidos en Venezuela.

“Esto es absolutamente falso”, dijo Emily Horne, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. “Hemos sido muy claros: la liberación de los estadounidenses detenidos fue producto de meses de trabajo preliminar del Departamento de Estado, especialmente del enviado especial Carstens, y no estuvo condicionada de ninguna manera a otros pasos que el gobierno de Estados Unidos podría tomar en otras áreas”.

Las conversaciones sobre la liberación de prisioneros estadounidenses en Venezuela comenzaron desde el otoño. El enviado especial de Estados Unidos para asuntos de rehenes, Roger Carstens, hizo un viaje preliminar a Caracas en diciembre para allanar el camino para la reunión del 5 de marzo. Maduro liberó a dos estadounidenses el martes por la noche: Gustavo Cárdenas, un ejecutivo petrolero de Citgo, y Jorge Fernández, un turista cubanoamericano. Ocho estadounidenses permanecen bajo custodia allí.

Fuentes de la industria dijeron que otorgar una nueva licencia a Chevron para tener las manos libres en el país sudamericano le permitiría enviar entre 100,000 y 200,000 barriles de petróleo por día. La cantidad compensaría levemente el déficit en el mercado petrolero estadounidense causado por la decisión de Washington de dejar de importar alrededor de 675,000 barriles por día de petróleo ruso en respuesta a la invasión de Ucrania, dijeron las fuentes.

Ese volumen podría ser mayor si la licencia otorgada permitiera a Chevron actuar como una especie de comercializador general del petróleo venezolano, vendiendo la producción de otros productores. Eso podría, en teoría, aumentar las importaciones venezolanas a cerca de 500,000 barriles por dia, más o menos la cantidad que la nación sudamericana está enviando actualmente a China por debajo de la mesa en violación de las sanciones de Estados Unidos.

Otras petroleras internacionales que todavía tienen activos en Venezuela y que podrían beneficiarse de una licencia son la española Repsol, la francesa Total, la india Reliance y la italiana Eni.

Guaidó y Blyde dijeron a los funcionarios estadounidenses que fue un error contar con Maduro para cubrir el déficit, dado que el país no tiene una capacidad real para aumentar la producción. Ellos le dijeron a los estadounidenses que les costaba entender cómo podían dejar de comprarle al presidente ruso, Vladimir Putin, para poner la seguridad nacional del país en manos de otro dictador y socio de Putin.

El equipo de Guaidó no fue informado de la reunión con Maduro antes de que se llevara a cabo.

El cambio repentino se produce después de una serie de críticas provenientes de ambos partidos sobre el acercamiento a Maduro, quien ha sido acusado de narcotráfico en Estados Unidos y enfrenta acusaciones de haber cometido crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional. Algunos creen que la medida ha perjudicado los esfuerzos de Biden para contrarrestar el retroceso democrático en la región.

“Me parece que obtener un aumento gradual de petróleo de Venezuela no vale el costo de haber socavado ahora la agenda democrática en las Américas”, dijo Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas en Washington. “Para mí, ese fue el resultado. Es bastante significativo”.

La liberación de los dos estadounidenses no ha convencido a los miembros del Congreso sobre la apertura hacia el régimen de Maduro. Los republicanos tanto en la Cámara como en el Senado introdujeron legislación para prohibir la importación de “todos” los productos derivados del petróleo originarios de Venezuela.

Los republicanos de la Florida, incluidos los senadores Marco Rubio y Rick Scott y los representantes de Miami Carlos Giménez, Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, enviaron una carta a Biden y al secretario de Estado Antony Blinken criticando la decisión de la administración de iniciar negociaciones con Maduro.

Algunos demócratas también han condenado enérgicamente el viaje.

La representante federal de la Florida Debbie Wasserman Schultz, copresidenta del Caucus de la Democracia de Venezuela, elogió el esfuerzo de la administración Biden para “aislar globalmente a Putin” para salvar vidas. “Sin embargo, recompensar al régimen de Maduro en Venezuela intercambiando las importaciones de petróleo de un cleptócrata asesino por otro en nuestro propio hemisferio sería incorrecto y miope”, agregó.

Muchos observadores de los asuntos latinoamericanos han compartido dudas de que las negociaciones con la delegación estadounidense, encabezada por el director del Consejo de Seguridad Nacional para Asuntos del Hemisferio Occidental, Juan González, alejarían a Maduro del gobierno ruso, uno de sus principales aliados.

Rusia es el principal proveedor militar de Venezuela y ha ayudado a Maduro a eludir las sanciones de Estados Unidos a lo largo de los años. Gran parte de la riqueza acumulada por los funcionarios del régimen venezolano se ha depositado en bancos rusos, que también han desempeñado un papel en el manejo de las transacciones monetarias internacionales de Petróleos de Venezuela.

Apenas cinco días después de que los funcionarios estadounidenses se reunieran con Maduro, la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez y el canciller ruso Sergei Lavrov discutieron las “relaciones estratégicas” de las dos naciones y la situación internacional “compleja” durante una reunión en Turquía, dijo Rodríguez en Twitter.

Putin dijo que las conversaciones de la administración Biden con Maduro, supuestamente considerando levantar las sanciones, le dan “confianza” de que Estados Unidos vendría a la mesa de negociaciones con Rusia.

“Están tratando de llegar a un acuerdo con los países contra los que ellos mismos habían impuesto restricciones ilegítimas anteriormente. Están listos para reconciliarse con Irán, para firmar todos los documentos de inmediato. Fueron a Venezuela a negociar con ellos. Pero no había necesidad de imponer estas sanciones ilegítimas”, dijo en una reunión el jueves con miembros del gobierno, según informó la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti.

“Lo mismo sucederá en las relaciones con nuestro país”, dijo Putin. “No tengo duda al respecto.”

El viernes, la administración Biden tomó medidas para poner fin a las relaciones comerciales normales con Rusia y prohibió las importaciones de vodka y otros productos rusos.