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Antes de la reunión con Joe Biden, la Casa Blanca destacó el respaldo de la Argentina a Ucrania

Alberto Fernández, hoy, con António Guterres, secretario general de la ONU
Alberto Fernández, hoy, con António Guterres, secretario general de la ONU

WASHINGTON.- Habrá, primero, un diálogo a solas en el Salón Oval de la Casa Blanca, que incluirá declaraciones a la prensa, y después una reunión de trabajo ampliada, con los funcionarios de cada gobierno, anticipan fuentes oficiales. La lista de temas incluirá “desafíos globales”, indicó la Casa Blanca, como el cambio climático o el impacto de la guerra en Ucrania, y una agenda de trabajo para marcar el rumbo de la relación bilateral y las áreas de “interés nacional mutuo”. El gas, el litio, el 5G, la fragilidad de la economía y el vínculo de la Argentina con Fondo Monetario Internacional (FMI) también estarán sobre la mesa, pero quedarán afuera seguramente temas incómodos, como la condena por corrupción de Cristina Kirchner. Un interrogante: cuánto espacio tendrá China en las discusiones.

El presidente Alberto Fernández llegará esta tarde a Washington, donde mañana será recibido por el presidente norteamericano, Joe Biden, para una reunión bilateral en la Casa Blanca, el encuentro más importante y el más buscado de toda su presidencia, y una cita que en el oficialismo creen que ayudará a sostener la estabilidad del país en un ya convulsionado año electoral.

“Los dos líderes sin duda destacarán la importancia de defender y proteger los valores democráticos en la región y en todo el mundo”, dijo el coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una conferencia telefónica en la cual destacó los 200 años de la relación bilateral entre Estados Unidos y la Argentina y los 40 años de democracia argentina desde la última dictadura militar.

Kirby dijo que ambos líderes comparten la prioridad de combatir el cambio climático y discutirán cómo acelerar la transición a las energías limpias, y cómo pueden profundizar el vínculo a favor de la prosperidad económica de la región y los dos pueblos, incluida “una mayor cooperación en telecomunicaciones, 5G y espacio”, afirmó.

El desarrollo de la red 5G es un tema sensible por la competencia entre Estados Unidos y China. Kirby dijo además que se hablará sobre los acuerdos firmados en la última Cumbre de las Américas en Los Ángeles, incluidos caminos para “ampliar las vías legales para la migración en el hemisferio”, un tema de especial interés para Washington. Al final del día, habrá un comunicado conjunto.

“Y por último, e igual de importante, nos complace contar con la Argentina como uno de nuestros socios que apoya a Ucrania frente a la guerra rusa, incluso en la mitigación de los impactos que tuvo en la seguridad alimentaria. Los dos presidentes discutirán qué pueden seguir haciendo para apoyar a Ucrania ”, afirmó el vocero. Paradójicamente, la reunión ocurre cuando la Argentina sufre la peor sequía en décadas.

Momento crítico

La reunión bilateral llega en un momento crítico para la economía argentina, días antes de que el board del Fondo se reúna nuevamente para decidir si brinda su aval –otro más– a la flexibilización del programa económico del Gobierno, un nuevo cambio forzado por la brutal sequía que cerró la canilla de dólares. El respaldo de la Casa Blanca, que nunca flaqueó aun a pesar de los contrapuntos que hubo en política exterior, ha sido decisivo a la hora de obtener concesiones del Fondo Monetario.

Antes del viaje a Washington, el Presidente Alberto Fernández y su comitiva cerraron su paso por Nueva York con un encuentro con el secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. Durante el encuentro, Fernández reiteró la solicitud del gobierno argentino para “reanudar las negociaciones con el fin de encontrar, lo más pronto posible, una solución pacífica a la disputa de soberanía sobre la cuestión de las Islas Malvinas”. Desde la sede central de la ONU, el convoy presidencial, que ya se mueve monitoreado por el Servicio Secreto, se trasladó al aeropuerto JFK para abordar el avión de Aerolíneas Argentinas con rumbo al aeropuerto internacional Dulles, en Virginia, a una hora de Washington.

La guerra en Ucrania fue uno de los puntos de sintonía que mostraron ambos gobiernos antes de la reunión bilateral. El canciller Santiago Cafiero participó de un encuentro virtual convocado por el secretario de Estado, Antony Blinken, sobre el conflicto en el que estuvo también el presidente Volodimir Zelensky. Cafiero fue el único canciller latinoamericano invitado.

“Estamos comprometidos en contribuir para aliviar el sufrimiento del pueblo ucraniano”, dijo Cafiero , un quiebre notable desde las primeras posturas que marcó el Gobierno en el conflicto, que incluyeron la ahora infame visita de Alberto Fernández al Kremlin para ver a Vladimir Putin días antes de la invasión.

El fugaz paso de la comitiva presidencial por Nueva York tuvo su plato fuerte anoche, al cierre de un día liviano. El Presidente Alberto Fernández tuvo un encuentro en el Council of the Americas con unos 40 empresarios, ejecutivos, inversores y analistas de Wall Street para dialogar sobre el panorama económico del país, donde muchas compañías viven un presente de oportunidades y avatares. Fernández llegó acompañado por la Primera Dama, Fabiola Yañez, y su comitiva. Lo recibió Susan Segal, CEO del Council, quien lo presentó ante los comensales.

La cena, que comenzó a armarse a contrarreloj el jueves de la semana anterior, cuando se confirmó la bilateral con Biden en la Casa Blanca, cumplió su cometido y tuvo una convocatoria acorde con lo que se espera para un presidente, indicaron fuentes familiarizadas con la cita a LA NACION. Hubo ejecutivos de compañías energéticas, alimenticias, farmacéuticas, de bancos y fondos de inversión con bonos argentinos, tecnológicas, mineras –el litio es una de las áreas de mayor interés en el país–, de estudios de abogados y agencias de rating, y también, de infraestructura.

El cónclave con los hombres de negocios incluyó un repaso de la economía y de las oportunidades económicas del país, pero también algunos de los contrapuntos que suelen repetirse cada vez que un funcionario argentino se ve cara a cara con hombres de negocios en el extranjero: los reclamos por mayor estabilidad y previsibilidad, y por levantar los múltiples “cepos” que mantienen maniatados a los dólares paralelos, pero también amordazan las inversiones.