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Los resultados dudosos del estudio que concluye que los ateos duermen mejor que los creyentes

Según un estudio reciente, los ateos y los creyentes no dormimos igual. De hecho, los ateos y agnósticos dormimos más horas, tenemos mejor calidad del sueño y nos levantamos más descansados, con todos los beneficios que eso tiene.

Resultados sorprendentes, porque la religión ofrece tranquilidad, lo que debería permitir dormir mejor. O igual... igual es que las conclusiones del estudio hay que cogerlas con un punto de escepticismo.

Vamos a empezar explicando el estudio: un equipo de investigación de la Baylor University, de Texas, Estados Unidos, ha intentado deducir si los sentimientos religiosos afectan a la calidad del sueño. Vamos, que si los creyentes y los ateos duermen igual o hay diferencias. Y llegan a una serie de conclusiones que tienen, como poco, algunos problemas.

Para empezar, porque los datos se han sacado de una encuesta voluntaria. Los participantes respondieron preguntas sobre sus sentimientos religiosos, sus comportamientos y sus expectativas sobre el futuro - por ejemplo, sobre el Cielo y el Infierno y dónde acabarían ellos.

Y aquí ya hay un problema. Porque, normalmente, las personas que se presentan voluntarias para responder a una encuesta sobre sentimientos religiosos suelen ser los más convencidos, en un sentido o en otro.

Aparte del hecho conocido del sesgo de las respuestas: todos tendemos a sobrevalorar nuestros comportamientos en las encuestas. Comemos mejor, nos ejercitamos más y cuidamos el medio ambiente, por poner ejemplos sencillos.

Otra cuestión sorprendente es que unos dormimos mejor que otros, pero a todos nos cuesta lo mismo - estadísticamente hablando - quedarnos dormidos. Lo que implica que nuestra religiosidad o falta de ella afecta mientras dormimos, pero no antes.

Todo esto, sin llegar al meollo: los ateos dormimos mejor que los creyentes... pero sólo si éstos son Baptistas - una denominación protestante - o católicos. Respecto al resto, no sabemos, o al menos el artículo no lo explica. Que entre los creyentes de ambas denominaciones cristianas también hay diferencia, ojo. Los baptistas duermen peor que los católicos.

El problema, en realidad, es que no se establece ningún vínculo causal. No se explica, ni se demuestra, que los ateos duerman mejor que los creyentes. Con los mismos resultados se podría decir que las personas que duermen mejor son ateos… y esa es una conclusión muy distinta de la inicial.

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