Reseña: Liam Neeson no cautiva en espantosa “Honest Thief”

Se ha dicho que Liam Neeson tiene ciertas habilidades particulares. Una de ellas parece ser la de elegir películas muy malas.

“Honest Thief” ("Venganza Implacable"), coescrita y dirigida por Mark Williams, es una cinta predecible y floja que se apoya en música escalofriante, escenarios oscuros y humo para crear tensión. No hay ninguna habilidad particular aquí.

Neeson interpreta a esa rara criatura que sólo Hollywood ha descubierto: el ladrón decente, altamente competente, pacífico y con un corazón de oro. Ha robado 12 bancos en siete estados a lo largo de ocho años — amasando 9 millones de dólares en efectivo — en lo que diplomáticamente llama “mis indiscreciones pasadas”. Pero no ha gastado un solo centavo. Es tan bueno que hasta deja propina para las empleadas de hotel aun cuando no le asean su habitación.

Y se enamora de otra criatura virtuosa: una recepcionista divorciada en una empresa de bodegas a la que le faltaron sólo unos créditos para obtener su título de psicología. Kate Walsh la interpreta con chispa y agallas en partes iguales. Ella merece algo mejor.

Williams, el cocreador de la serie nominada al Emmy “Ozark”, desperdicia todo lo bueno que sacó de esa producción. Coescrito con Steve Allrich, este es un desastre que transcurre en Boston y se arrastra a una conclusión decepcionante.

El ladrón de bancos de Neeson quiere empezar de cero con su amante, sin culpa ni secretos. Un acuerdo con las autoridades federales podría ayudarle: ¿Un tiempo mínimo en prisión a cambio de todo el dinero robado? “Ella significa más para mí que todos los dólares del mundo”, dice caballerosamente.

Pero algunos tienen otras ideas. En un mundo en el que los ladrones son honestos y las autoridades corruptas, un par de agentes junior del FBI (Jai Courtney y Anthony Ramos, quien también canta una de las canciones del soundtrack) deciden robarse el dinero en vez de entregarlo.

“El universo acaba de dejar una bolsa de dinero en tu puerta, dinero que no le pertenece a nadie”, dice uno de ellos, tratando de convencer al otro de quedárselo. Eventualmente deciden destinar los millones a sus “fondos personales de jubilación”.

Cuando tratan de tenderle una trampa a nuestro ladrón honesto, éste se convierte en el arma destructora por la que tanto nos gustó Neeson en las películas de “Taken” ("Búsqueda implacable") Pero esta no es una película de “Taken”, aun cuando esté feliz de imitarlas (“Voy por ti”, le gruñe por teléfono Neeson a uno de los agentes granujas).

La trama se agota al paso de una hora y para el final son sólo escenas de peleas y persecuciones. Los dos agentes malos del FBI aumentan sus niveles de violencia, pero están sorprendentemente desinformados sobre cómo no dejar huellas de ADN, o evidencias de video, o simplemente no ser estúpidos. Jeffrey Donovan, quien interpreta a un agente del FBI con un irregular acento de Boston, de alguna manera logra salir ileso de la película, con una actuación matizada en un filme que carece de eso.

Neeson interpreta a un exinfante de marina, así que eso podría explicar sus habilidades para el combate mano a mano y su capacidad para arrancar un auto sin llaves, porque es un experto en demolición. Pero tiene diálogos que ni él puede salvar: “Mentí sobre lo que hice, pero no sobre lo que siento por ti”, le dice a su amada. También dice: “Saber cómo hacer explotar cosas es bastante cool”.

Esta es una película que se destruye ante todos.

“Honest Thief”, un estreno de Open Road Films, tiene una clasificación PG-13 (que advierte a los padres que podría ser inapropiada para menores de 13 años) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por su lenguaje soez, escenas de violencia armada y tema de adultos. Duración: 98 minutos. Cero estrellas de cuatro.

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Mark Kennedy está en Twitter como http://twitter.com/KennedyTwits.