Republicanos de Florida ignoran que Trump incitó el asalto al Capitolio —y más | Opinión

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En Florida, hogar de líderes conspiradores del 6 de enero, la labor reveladora del Comité Selecto para Investigar el Ataque al Capitolio de Estados Unidos recibe como respuesta una evasión política, y ni genera una pizca de reflexión.

Desde el gobernador Ron DeSantis hasta los miembros del Congreso que votaron en contra de la investigación, y todos los políticos republicanos de distintos matices, no ha habido ninguna condena por los actos que pusieron en peligro a la democracia estadounidense.

Tampoco hay disculpas para los votantes a quienes el ex presidente Donald Trump y los líderes republicanos manipularon y mintieron sobre el resultado de las elecciones 2020.

Los floridanos merecen al menos un momento en el que el Partido Republicano reconozca la verdad.

En Washington, la congresista republicana de Wyoming, Liz Cheney, un pilar de dignidad, destaca, en un lenguaje minimalista pero fuerte, el comportamiento criminal de Trump.

Usando evidencia en video y testimonios de testigos, traza el papel de Trump al incitar el ataque mortal, negándose a convocar a la Guardia Nacional para apoyar a la policía del Capitolio y diciéndoles a la gente que había golpeado y herido a los agentes de la ley que los ama. Y Cheney muestra pruebas de los repetidos intentos de Trump de cometer fraude electoral presionando a funcionarios electorales y fiscales generales con mano dura en varios estados para que cambiaran los resultados electorales a favor de Joe Biden.

¿Esto no debería ser algo a lo que Florida, o al menos el sur de la Florida, estuviera prestando atención?

Para nada.

“Ojos que no ven, corazón que no siente”, dice el dicho popular. Si te haces el de la vista gorda, no sufrirás.

¡Abran los ojos, floridanos!

El principal representante de la ley de Trump, el secretario de Justicia William Barr, describe sin rodeos las acusaciones de fraude electoral de Trump: “¡Pura m----da”. Y ofrece evidencia de que Trump lo sabía, pero mintió de todos modos. Otros funcionarios que trabajaron para el ex presidente dicen lo mismo.

Lo más agradable que dice Barr sobre el ex presidente es que está “desconectado de la realidad”, una descripción que también corresponde a los funcionarios republicanos electos en Florida.

Su versión de las cosas se reduce a: Todo es culpa del Presidente Joe Biden.

¡Joe Biden está viejo! ¡Joe Biden está enfermo! ¡Joe Biden se equivoca con una palabra! ¡Joe Biden se fue del país sin dejar fórmula para bebés! ¡Joe Biden, y no la invasión de Vladimir Putin o la gasolinera que te está robando, es responsable por la subida de los precios de la gasolina!

Son un grupo despreciable y silencioso. Especialmente cuando consideras sus payasadas:

DeSantis ya no habla de Trump

Mientras su antiguo ídolo arde en el fuego de las revelaciones hechas por su propia gente, DeSantis, quien minimizó la insurrección del Capitolio en su primer aniversario, se preocupaba por un espectáculo de “drag queens” en Texas al que asistieron niños y fue grabado en video.

Si los floridanos se atreven a llevar a sus hijos a un espectáculo como esos, dice el gobernador, los perseguirá a través del Departamento de Niños y Familias. ¡Y espere hasta que DeSantis descubra que Target ha sacado una línea de ropa y accesorios para niños que celebran el orgullo gay!

La brillante idea de Rubio

Por su parte, Marco Rubio, quien tenía razón cuando calificó a Trump como “estafador” en 2016, ofusca la desgracia republicana manteniendo a los venezolanos ocupados con Maduro. Pide al secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, que solicite una alerta roja de Interpol para la detención de Maduro durante el viaje del déspota latinoamericano a Teherán.

Rubio quiere que Maduro sea juzgado por imputaciones de narcotráfico en Estados Unidos.

¡Qué titular!

Porque si quieres atrapar un tipo malo, la mejor estrategia es enviar un comunicado de prensa a los medios y tuitear las intenciones al mundo, ¿cierto?

Pero ni una palabra del senador sobre el vergonzoso intento traicionero a la Constitución de Trump de apropiarse del poder otros cuatro años.

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Salazar en la cumbre

Luego está la congresista de Miami, María Elvira Salazar, gritando histéricamente en videos publicados por sus redes sociales que al presidente Biden no le importa América Latina, como si a Trump y a DeSantis sí le importara “más allá” del voto latino.

Biden arruinó la Cumbre de las Américas, afirma Salazar, a pesar de que no invitó a Cuba, ni a Venezuela ni a Nicaragua, según lo que querían los republicanos. Pero, ¿no sería maravilloso si estuviéramos disgustados con Trump solo por entorpecer una reunión diplomática en lugar de violar la Constitución de Estados Unidos?

No, que Trump traicionara su juramento al cargo presidencial no significa gran cosa para los farisaicos republicanos de Florida, que afirman, tuitean y gritan que Biden debilita a Estados Unidos.

No hay nada que los republicanos de Florida no hagan para desviar la atención de los votantes de la asombrosa evidencia que se presenta, y la de otros republicanos que, a diferencia de los nuestros, son patriotas que dicen la verdad.

Nada debilita más a Estados Unidos ante el mundo que su ex presidente revelado como lo que fue, lo que es y lo que siempre será: una grosera versión estadounidense de Maduro, un político de república bananera empeñado en usurpar el poder.