Repartidores realizan huelga de 24 horas en todo Brasil para exigir mejoras

Sao Paulo, 1 jul (EFE).- Repartidores que trabajan con aplicaciones tecnológicas marcharon este miércoles con sus motos por las calles de Brasil durante una huelga nacional inédita de 24 horas convocada para exigir mejoras laborales, garantías mínimas de seguridad y una mayor remuneración.

Las protestas se extendieron en varias ciudades del país, entre ellas Brasilia, Fortaleza, Salvador, Recife, Belo Horizonte y Río de Janeiro, aunque la más masiva fue en Sao Paulo, la mayor urbe de Suramérica.

En la megalópolis, la manifestación se inició en varios puntos de la ciudad y recorrió varios kilómetros hasta llegar a la icónica Avenida Paulista, donde centenas de motocicletas se unieron para clamar al unísono mejoras laborales.

"Hoy es el fin de la precarización" por parte "de las empresas de aplicaciones, que cada día desvalorizan más nuestra categoría", dijo a Efe el presidente del sindicato Motoboys, Gerson Silva Cunha.

En Río, los repartidores de la capital fluminense hicieron resonar sus bocinas ante una subsede del Gobierno, con el objetivo de demandar una mejora en sus derechos y desafiar, según ellos, las "amenazas" de las empresas responsables de las plataformas de entrega.

"No llegamos al número esperado porque las aplicaciones amenazaron con bloquear a quien viniera a la manifestación", criticó en declaraciones a Efe el repartidor Alexandre Campos Elziário, líder del grupo en Río de Janeiro.

Bajo el lema "Freno a las aplicaciones", las principales demandas de los repartidores brasileños son el aumento del valor mínimo por kilómetro recorrido y el fin de los bloqueos "indebidos" por parte de las empresas de las aplicaciones.

Entre sus peticiones, además, también figura la exigencia de seguros de robo, accidente y vida, así como el suministro de material de protección durante la pandemia del coronavirus, que sigue avanzando en Brasil.

"Queremos cobrar una tasa mínima por entrega de entre 1,50 y 2 reales" (entre unos 30 y 40 centavos de dólar) porque "dentro de este padrón podremos recibir un salario justo", explicó en una entrevista con el Efe el repartidor conocido como "Mineiro", una de las voces líderes de la huelga en Sao Paulo, que quiso mantener su identidad en el anonimato.

Este joven, de 30 años, sale cada día a las 7.00 de la mañana de su casa, localizada en el barrio paulista del Parque Bristol, y empieza una jornada laboral que "a veces llega hasta medianoche".

"Tendría que volver a casa como mínimo con unos 400 o 450 reales" (unos 75 u 82 dólares) pero "infelizmente no estamos consiguiendo llegar a eso", teniendo en cuenta la tasa establecida por reparto y el gasto diario de la gasolina y neumáticos, lamentó.

AGRAVAMIENTO DURANTE LA PANDEMIA

Con la llegada de la pandemia del coronavirus, que en Brasil deja ya casi 60.000 muertes y 1,4 millones de contagios, y la paralización de las actividades económicas por las medidas de aislamiento, trabajar de repartidor ha sido una vía de escape para muchos brasileños que vieron reducir drásticamente sus ingresos.

Este fue el caso de Victor Damado, un artesano de 36 años, residente en Río de Janeiro, quien hace cuatro meses que decidió empezar a trabajar en el sector.

"Soy autónomo, trabajo como artesano e infelizmente el arte no es suficiente para comer y el pueblo tiene sus necesidades primarias", relató a Efe Damado, quien considera su actual trabajo como repartidor una "opción para luchar con la bicicleta".

Sin embargo, a pesar del aumento de la demanda del servicio de entrega por aplicaciones durante la cuarentena, "Mineiro" relató que las condiciones laborales de estos trabajadores informales se han visto "claramente" perjudicadas.

"No hemos tenido ningún apoyo (de las empresas)" y "si alguien se infecta con la COVID-19, como ha pasado con amigos míos, la respuesta para ayudarnos es bloquearnos de la aplicación", aseveró.

En este mismo sentido se expresó Campos Elzíario, quien detalló que las empresas proporcionaron "solamente una máscara" y "frascos muy pequeños de alcohol de gel" a algunos de los trabajadores.

La difusión de la huelga fue encabezada por varios perfiles anónimos en las redes sociales, que animaron al resto de ciudadanos a apoyar la protesta con un boicot de 24 horas a las aplicaciones de reparto.

Las empresas que integran la Asociación Brasileña de Movilidad y Tecnología (Amobitec), que actúan en el sector de entrega, informaron hoy en un comunicado que desde el inicio de la pandemia tomaron medidas de apoyo, distribuyeron material de higiene y crearon fondos para pagar un auxilio financiero a los repartidores diagnosticados con coronavirus.

"Los trabajadores registrados en las plataformas están cubiertos por un seguro contra accidentes personales durante las entregas", añadió la asociación, que aseveró estar abierta al diálogo.

(c) Agencia EFE