Una religiosa chilena guardó durante un año los restos de su amiga fallecida y los dejó en la calle en una valija

La investigación de la policía chilena por el hallazgo de los restos óseos
La investigación de la policía chilena por el hallazgo de los restos óseos - Créditos: @GDA

SANTIAGO, Chile.- El hallazgo de restos óseos humanos en el interior de una valija abandonada en una calle de Santiago de Chile generó conmoción el lunes en un país cada vez más preocupado por la delincuencia. La posterior publicación del video de una religiosa vestida con hábitos monacales en los alrededores del lugar aumentó la intriga.

Este miércoles se supo que en este caso no hubo asesinato ni delincuentes, sino supuestamente un “pacto” entre dos religiosas para acompañarse más allá de la muerte, según explicó a la policía la religiosa de 80 años, cuya identidad no fue revelada.

“Aquí hubo un pacto. La persona fallece hace un año atrás y la otra la mantiene desde ese tiempo en una valija por el cariño que le tenía”, relató a la prensa el jefe de la Brigada de Homicidios de la Región Metropolitana, el subprefecto Juan Fonseca.

Medios de prensa locales señalaron que las mujeres no pertenecían a una congregación religiosa formal, sino que eran “laicas consagradas” que aspiraban a vivir una vida de claustro.

La policía llegó a ella tras difundirse un video en el que aparece en las inmediaciones del lugar en el que fue encontrada la valija con los huesos en el céntrico municipio de Ñuñoa, en Santiago.

De acuerdo con la policía, la religiosa de 59 años falleció aproximadamente en abril del año pasado, presumiblemente producto de una enfermedad.

Su compañera no dio aviso del fallecimiento a las autoridades y decidió guardar el cadáver en una bodega. El lunes, cerca de las siete de la mañana, lo dejó en la calle dentro de una valija. Un reciclador urbano tomó la valija, pero al sentir un olor extraño la volvió a dejar en la calle.

Las condiciones en las que se encontraba el cuerpo encendieron las alertas sobre un eventual accionar de las bandas criminales organizadas. Pero los acontecimientos dieron un giro sorprendente: gracias a otras cámaras, encontraron las imágenes de una mujer mayor dejando la valija en una esquina a las siete de la mañana del lunes, a unos 200 metros del punto de reciclaje. Luego de conversar con vecinos del lugar, identificaron una casa de la zona, donde originalmente vivían tres mujeres: una de 80 años y otras dos personas.

Fonseca dijo que dos mujeres interrogadas por la PDI son una madre y una hija, ambas laicas consagradas que visten con hábito. La madre, que fue identificada como Lorenza Ramírez, de 80 años, habría sido la persona que llevó el cuerpo hacia la vía pública en una valija, según lo reportado por radio Bío-Bío. La mujer fallecida, según el sitio EMOL, sería Erica Fernández. El mismo medio informó que, más que amigas, habrían sido pareja y que querían forman su propia congregación.

El fiscal Francisco Lanas, de la Fiscalía Metropolitana Oriente, detalló que la mujer falleció en otro domicilio, en calle Suárez Mujica, de la misma Ñuñoa. Su amiga, sin embargo, la trasladó a la vivienda de Los Jardines y el cadáver estuvo retenido en una bodega por todo un año. “En el cuerpo no hay señales de violencia, ni fractura. No estaba descuartizado ni desmembrado. No hay participación de terceros. Sería preliminarmente una muerte natural”, dijo.

“Preliminarmente el cuerpo no tenía lesiones atribuidas a terceros”, informó Lanas.

La religiosa decidió sacarlo a la calle después de la llegada a casa de su hija. “Frente a la probabilidad de que descubriera esta maleta con el cuerpo de su amiga es que decide dejarla en la calle. Esa es la única explicación lógica que tenemos hasta el momento”, explicó Lanas.

Las amigas se habrían conocido en una parroquia. De acuerdo al diario El Mercurio, allí decidieron convertirse en laicas consagradas y vestir hábitos azules. Y nunca más vistieron ropa de calle. Si bien la mujer de 80 años había estado casada y tenía tres hijos, todos adultos, Fernández permaneció soltera durante toda su vida.

La anciana no quedó detenida, pero podría ser sancionada por el código sanitario.

Agencia AFP, y diarios El País y El Mercurio/GDA