La reina pone paños fríos y anuncia un período de transición para Harry y Meghan

PARÍS.- Después de una semana de especulaciones y tensiones internas, la reina Isabel II de Inglaterra tomó ayer una decisión salomónica: concedió al príncipe Harry "un período de transición" para que su nieto preferido y su mujer, Meghan Markle, puedan pasar un tiempo entre Gran Bretaña y Canadá.

"Aunque habríamos preferido que ambos siguieran trabajando a tiempo completo como miembros de la familia real, respetamos y comprendemos su deseo de llevar una vida más independiente y seguir siendo, al mismo tiempo, una parte importante de mi familia", afirmó en un comunicado la jefa de la Casa de Windsor, de 93 años.

Isabel II hizo esa declaración después de dar por concluida una reunión de más de dos horas en la residencia real de Sandringham, con su hijo Carlos y sus nietos, Guillermo y Harry, en presencia de numerosos asesores. También se esperaba la participación por videoconferencia de Meghan, que desde el viernes se encuentra en Canadá con su hijo Archie y los dos perros de la pareja.

Esa "minicumbre real" tuvo por objetivo hallar un terreno de entendimiento después de que, la semana pasada, Harry y su mujer provocaran una auténtica revolución al anunciar por Instagram su intención de abandonar sus obligaciones como miembros principales de la casa real británica e independizarse financieramente. El inesperado texto cayó como un balde de agua fría sobre todos los miembros de la familia, provocando ira, enfado e indignación, según fuentes allegadas al Palacio de Buckingham.

Harry, duque de Sussex, no parece haber logrado la autorización real sin condiciones. La primera de ellas fue la obligación de "dejar muy en claro que la pareja no quiere depender del dinero público para financiar su nueva vida".

"Estas cuestiones son complejas de resolver y deben ser pensadas en detalle. Solicité, sin embargo, que una decisión sea alcanzada en los próximos días", afirmó Isabel II, quien en todo momento se refirió a su nieto y su esposa llamándolos por sus nombres de pila. El inusual gesto de obviar sus títulos nobiliarios permite pensar que tal vez no puedan conservarlos en el futuro.

La excepcional reunión estuvo precedida por una declaración conjunta de Guillermo y Harry que, rompiendo por primera vez el silencio desde que estalló la crisis, intentaron desmontar crecientes especulaciones sobre el deterioro de la relación entre ambos.

"A pesar de claros desmentidos, una historia falsa fue publicada por un periódico británico especulando sobre la relación entre el duque de Sussex y el duque de Cambridge", dijeron al unísono los servicios de ambos, refiriéndose probablemente a The Times. "Para hermanos que se preocupan tan seriamente por los problemas de salud mental, la utilización de un lenguaje tan violento es ofensivo y potencialmente peligroso", reza el comunicado.

Citando una fuente cercana a la pareja, The Times publicó que Harry y Meghan sienten que han sido marginados por una actitud calificada de bullying por parte de Guillermo. Según la misma fuente, el heredero al trono de Inglaterra nunca aceptó a Meghan y mantiene una relación de competencia con su hermano menor.

Ningún detalle se filtró de la reunión de ayer, pero todos esperan ahora la decisión final de la soberana, que tendrá enorme importancia para el futuro de los jóvenes miembros de la Casa Real, incluida la princesa Charlotte y el príncipe Luis, los hijos menores de los duques de Cambridge.

Todo acuerdo deberá, en todo caso, resolver cuánto tiempo pasará la pareja en Canadá, adónde irá el pequeño Archie cuando llegue el momento de ir a la escuela, qué tipo de obligaciones reales seguirán ejecutando, qué tipo de actividades comerciales podrán desempeñar a fin de financiarse por sí mismos, sin que esto perjudique la imagen de la Casa Real, y quién pagará por los servicios de seguridad y custodia.

Según el periódico The Evening Standard, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, habría asegurado a la soberana que su país asumiría el costo de un servicio permanente de seguridad mientras la pareja resida en aquel país, que es miembro del Commonwealth.

Los biógrafos reales coincidieron ayer en calificar el tono de Isabel II de "amistoso y cálido" y subrayaron su intención de dar a los duques de Sussex tiempo para decidir lo que quieren hacer. Hay quienes consideran, por el contrario, que la actitud real se basa en la convicción de que la pareja de Harry y Meghan no es tan sólida como ellos mismos pretenden y que es necesario evitar cerrar todas las puertas al nieto preferido de la soberana.

"Creo que esta decisión aliviará la presión que padecen en este momento. Pienso que son extremadamente vulnerables, que se sienten infelices, aislados y malqueridos y que necesitan que se los trate con atención", afirmó la especialista Penny Junior. Y concluyó: "Mi sensación es que la familia ha sido sensible a esa vulnerabilidad".

¿La duquesa, en disney?

Desde hace días circulan rumores de que Meghan Markle habría firmado un contrato con Disney, según publicó ayer The Independent. La esposa del príncipe Harry habría accedido a hacer un trabajo de voz en off a cambio de una donación a la organización Elephants Without Borders, que ayuda a proteger a los animales de los cazadores furtivos. Ayer, un video del encuentro de los duques de Sussex con Bob Iger, el CEO de Disney, en la première en Londres de la nueva versión animada de El rey león, dio algo de sustento a la teoría. En el video se escucha al príncipe Harry decirle a Igers que su esposa estaría "muy interesada" en hacer voces para películas animadas. Igers responde: "Por supuesto, nos encantaría probar".

Los protagonistas de la cumbre

Harry y Meghan Merkle (duques de Sussex)

El duque de Sussex, de 35 años, es, desde el nacimiento de su sobrino Luis, sexto en la sucesión al trono. Tras diez años en el Ejército británico, en los que sirvió durante dos períodos en Afganistán, Harry comenzó a concentrarse en las funciones reales. Conoció a Meghan, una actriz de televisión estadounidense, en una cita a ciegas, y su relación floreció rápidamente. Harry, que antes de sentar cabeza era conocido como el miembro más problemático de la familia real británica, siempre tuvo una difícil relación con la prensa y recientemente se querelló contra varios diarios asegurando que estaban acosando a su esposa como lo hicieron con su madre. Meghan, de 38 años, participó en la reunión por teléfono desde Canadá.

Isabel II (reina del Reino Unido)

La jefa de Estado, de 93 años, ha estado en el trono desde que su padre, el rey Jorge VI, murió, en 1952. Optó a lo largo de las décadas por un cambio lento y pragmático a través del consenso, en lugar de una acción drástica. Fue ella quien convocó la reunión de crisis, que se celebró en Sandringham.

Carlos (príncipe de Gales)

A sus 71 años, es el heredero al trono más longevo que jamás haya tenido el Reino Unido. Desempeña un papel más importante en la dirección de la familia real desde que su padre, el príncipe Felipe, se retiró en 2017. Financia a sus dos hijos, y a las familias de estos, con sus ingresos privados.

Guillermo (duque de Cambridge)

Segundo en la línea de sucesión, es considerado una persona cautelosa que se esfuerza por asegurarse de que la monarquía siga siendo relevante para las nuevas generaciones. Él y Kate aparecen como la familia real perfecta. Harry confirmó en octubre que los hermanos se habían distanciado