Regresaré el próximo año con una buena pelea. Quiero ser campeón mundial otra vez, afirma Ugás
Yordenis Ugás ya perdió la cuenta de las tantas batallas que ha librado dentro y fuera del ring. Recientemente, el cubano venció una más cuando su médico le permitió volver al gimnasio de manera completa, sin restricciones, para reanudar sus entrenamientos de cara a un regreso.
Después de su pelea en mayo contra Errol Spence Jr., Ugás pasó largos meses de reposo, mientras se atendía lesiones en un ojo que le preocuparon, aunque el santiaguero siempre mantuvo la fe de que su carrera seguiría adelante porque considera que aún no ha llegado el momento de tirar el último golpe.
“Gracias a Dios el médico me permitió entrenar con pleno contacto’’, explicó Ugás. “Pero todavía no vamos a pelear. Vamos a seguir entrenando. Han sido meses difíciles. Viendo doble, con muchas molestias. Ha sido una guerra, pero es una más de todas las que he podido librar. Gracias a Dios seguimos adelante’’.
Mucho se había comentado sobre potenciales problemas en el ojo derecho de Spence, pero fue el antillano quien requirió durante el combate la atención del médico, quien decidió poner fin a la pelea en el décimo asalto decretando la victoria por nocaut técnico para el texano.
A medida que se desarrollaba la pelea, el ojo derecho de Ugás comenzó a inflamarse de manera peligrosa y luego de una primera consulta con el galeno, este decidió que podía continuar su combate contra Spence, que ya por el séptimo round había convertido el choque en un asunto que se fue de un solo lado.
El final de ese choque marcó el comienzo de su rehabilitación y la visita a especialistas que monitorearon la evolución de problema ocular durante varios meses, pero ahora Ugás ha recibido la luz verde para reincorporarse con su maestro Ismael Salas, aunque él mismo reconoció que no reaparecería en el ring hasta la primera mitad del 2023.
“Siempre tuve fe de que iba a regresar al boxeo’’, agregó Ugás. “Voy a competir, pero fue una larga recuperación. El año que viene espero regresar con una buena pelea. Vamos a buscar ser campeón otra vez. Hemos hecho grandes peleas y ya fuimos campeones. Ahora trataremos de serlo nuevamente’’.
La historia de Ugás es la de varios renacimientos como cuando tuvo dos derrotas consecutivas y era visto como un producto desechable dentro de la cruel maquinaria del boxeo.
Muchos pensaron que había llegado al final y sería otro cubano más que había desperdiciado su talento sin cumplir su promesa, tras una sólida carrera amateur que le llevó a conquistar una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Sin nada en el horizonte, un buen día Ugás se presentó en el gimnasio del profesor Salas, un hombre que ha forjado más de 20 campeones mundiales, y le pidió una oportunidad de probarse por segunda vez, a pesar de que habían transcurrido más de dos años de ausencia de los cuadriláteros y que nadie se acordaba de él.
Una vez que Ugás redescubrió al guerrero que era, ya nunca más miró atrás. La segunda mitad de su carrera ha sido un constante nadar contra mareas y pronósticos, una ruptura de esquemas y prejuicios, que eso es lo que sobra alrededor de los boxeadores cubanos.
Ya una vez se ganó el derecho a enfrentar a Spence Jr. por la Federación Internacional –aunque este lo desdeñó por Mickey García- y luego enfrentó a Shawn Porter por el Consejo Mundial en un choque donde debió ganar, pero los jueces ofrecieron un veredicto que muchos cuestionaron y puso una mueca de amargura en su rostro.
Cuando se hizo campeón mundial el 6 de septiembre del 2020 en California contra Abel Ramos, estuvo a nada de ser robado nuevamente, pero se impuso por decisión dividida cuando debió ser unánime y luego tuvo su gran momento al vencer y enviar al retiro al legendario Manny Pacquiao.
Su meta ahora es volver a tocar el cielo del boxeo en la misma división donde siempre ha combatido.
“El peso welter es una división histórica’’, recalcó Ugás. “Sugar Ray Leonard, Floyd Mayweather, Oscar de la Hoya, Manny Pacquiao. Esta es la división en la cual quiero pelear’’.